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Lista de candidatos sometidos a examen:
1) africada (*)
(*) Términos presentes en el nuestro glosario de lingüística

1) Candidate: africada


Is in goldstandard

1
paper CH_corpusRLAtxt84 - : En cambio, el grupo de nivel sociocultural alto no sólo muestra preferencia por articular de manera más o menos constante la variante africada, sino también aparece, en algunos hablantes, y no en todas sus emisiones, una africada de cierre prolongado descrita por H . Vivanco (1998-1999). Es posible, como lo señala H. Vivanco, que esta pronunciación del fonema /¢/ haya surgido como reacción contra la variante estigmatizada [j].

2
paper CH_corpusRLAtxt84 - : En cuanto a este fonema, se analizaron auditivamente 200 emisiones en cada grupo de informantes, en todos los contextos fonéticos en los cuales esta consonante apareci. Es importante señalar que en la lengua española peninsular el fonema señalado corresponde a una palatal con dos realizaciones fonéticas: una africada, palatal, sonora ([φ]) y otra fricativa, palatal, sonora ([3]) (Navarro Tomás, 1968: 129 ). En el español de Chile, la situación es más compleja, pues en la producción del fonema /j/ se escuchan varias realizaciones fonéticas:

3
paper CH_corpusRLAtxt199 - : La africada, palatal, sonora es propia de Paraguay, el nordeste argentino, Antioquia, costa del Pacífico de Colombia y Puerto Rico (^[45]Aleza y Enguita, 2010: 69 ). El rehilamiento , con variantes fricativas prepalatales, sonoras [ʒ] y sordas [ʃ] (ca[ʒ]e/ca[ʃ]e), fenómeno regional español trasladado a América con la colonización (Aleza y Enguita, 2010). Ocurre en Extremadura, Andalucía, Murcia, México (interior), Argentina y Uruguay (^[46]Andión y Casado, 2014). En España, existe rechazo de los sevillanos hacia las rehiladas (^[47]Lipski, 1997). En los países rioplatenses, aunque sea un rasgo identitario, es interesante que haya inseguridad lingüística en su realización, que, por ejemplo, es infrecuente en los programas de radio (Lipski, 1996).

4
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt508 - : ^[50]Crystal (2008) propone un concepto de africada que sugiere el carácter continuo que presentan los sonidos con este modo de articulación, dado que tanto la duración del elemento oclusivo como la del fricativo pueden variar sin que dejen de ser africadas:

5
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt508 - : Si bien, fonéticamente hablando, la definición del modo de articulación africado no pareciera ser problemática, esta clase de segmentos ha presentado cierta polémica al momento de definir su estatus fonológico: se discute si las etapas de la africada corresponden a uno o dos segmentos. Por lo mismo, se han propuesto ciertos criterios para determinar el estatus de una africada (^[51]Quilis, 1999):

6
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt508 - : En el caso de las realizaciones de /t͡ʃ/ (que pueden ser observadas en los espectrogramas 1, 2 y 3), se pudo identificar una realización africada [t͡ʃ] con mayor prominencia de oclusión (el espacio en blanco en el espectrograma es mayor que el de fricción, que es la mancha que le sigue ), otra realización africada [ᵗʃ] con mayor prominencia de la fricción (la mancha que sigue al espacio en blanco es mayor) y una realización absolutamente fricativa [ʃ] (no hay un espacio en blanco u oclusión). Este último segmento fricativo se caracteriza, naturalmente, por presentar un menor descenso en la curva de intensidad, mientras que las otras dos realizaciones de /t͡ʃ/ presentan un mayor descenso de esta curva en la oclusión.

7
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt508 - : En el [61]gráfico 2, se muestra la preferencia por comunidad por el uso de las variantes de /t͡ʃ/. Mientras que en Butalelbún se prefiere por sobre todo a la africada, en las otras comunidades la fricativa tiende a aparecer más, sin superar a la africada . El caso que presenta mayor diferencia es el de Trapa Trapa donde el recuento de las dos realizaciones se encuentra casi equiparado. Es importante mencionar que las diferencias en el total de realizaciones de /t͡ʃ/ por comunidad se deben a que no en todas las comunidades se respondieron el mismo número ni las mismas palabras de la lista.

8
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt508 - : Los [82]gráficos 7 y [83]8 proponen un recuento de tres tipos de realizaciones de /ʈ͡ʂ/: [ʈ͡ʂ], [ʈ] y [tɾ]. Si bien, existe un continuo entre la oclusiva [ʈ] y la africada [ʈ͡ʂ] en el cual no es claro cuándo el segmento deja de ser oclusivo y pasa a ser africado, se estableció un criterio arbitrario para poder esclarecer esta diferencia y graficarla: por una parte, se consideró como oclusivo a todo segmento cuya proporción de oclusión fuera superior o igual al 90% ; por otra parte, se consideró como africado a aquellas realizaciones cuya proporción fuera inferior al 90%. Con respecto a la realización [tɾ], al parecer una castellanización de /ʈ͡ʂ/, se consideraron para su recuento todas sus apariciones, independientemente del contexto en el que se encontraban, a diferencia de las otras dos, para las que solo se contemplaron aquellas realizaciones en aquellos contextos en los que fuera posible medir la proporción de su oclusión.

9
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt583 - : Como variable (ʃ) ha sido documentada en variedades de la República Dominicana, Cuba, en la región española de Andalucía y Nuevo México (^[49]Canfield, 1962; ^[50]Cedergren, 1973; ^[51]Lipski, 1994). En Ciudad de Panamá, Cedergren (1973, 1987) examinó la lenición de , definida como la “alternancia de una palatal fricativa [s] con la estándar [c]”^[52]^3 (Cedergren, 1987, p. 51); los factores considerados en su estudio fueron la posición prosódica en la palabra (inicial y media), el contexto fonológico, el estilo, el lugar de origen de los hablantes, el sexo, la edad y el grupo socioeconómico. Cedergren (1973) planteó que existían tres variantes en el español de Ciudad de Panamá: una africada [f], una africada palatal sorda con un onset oclusivo reducido [tj]^[53]^4, y una fricativa palatal sorda no labializada [f]^[54]^5 . Los resultados de su investigación -la diseminación del cambio fonético desde [f] a [f], desde Ciudad de Panamá a otras ciudades- se comprobaron media

10
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt583 - : Africada postalveolar sorda [ʧ], forma no meta que corresponde a la variante de prestigio del español de Chile . Se denominará “africada”.

11
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt385 - : Este fonema tiene dos realizaciones alofónicas en variación libre: [t∫]: contoide africada alveopalatal sorda oral y [∫]: contoide fricativa alveopalatal sorda oral . Por ejemplo, [ka.'t∫i. [9.jpg] a] ~ [ka.'∫i.ja].

12
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt79 - : Del genitivo plural Lacteum de lac, lactis tenemos en español el lexema vulgar 'leche' y los lexemas cultos 'lactosa', 'lácteo', 'láctico'. Debemos aclarar que los hablantes escogían una forma de la declinación de la palabra, como en este ejemplo el caso genitivo plural, en otros el acusativo singular, en otros el nominativo singular, según los usos más frecuentes en la comunicación oral. En este y otros ejemplos, entendemos que los sonidos /-kt-/ se alteraron en la pronunciación, porque la consonante glotal o velar /-k-/ es atraída por la consonante postdental /-t-/ y constituyen la consonante africada que corresponde a un sonido consonántico compuesto, caracterizado porque la boca se cierra dejando un pequeño resquicio para obstruir la salida de aire, seguida, en fracciones de segundo, por una fricción o salida del mismo a través de los laterales de la boca y por entre los dientes, mientras la parte media de la lengua se apoya en los alvéolos, formando el sonido /-ch-/ que fonéticamente

13
paper CO_FormayFuncióntxt267 - : A diferencia de los distritos de Granada y Olleros, donde encontramos una lateral palatal, en Colcamar el reflejo sincrónico del protofonema */λ/ es una africada palatal sonora, /d͡ ʒ/. Como toda africada, presenta tres momentos en su articulación: un primer momento sin presencia de energía acústica, característico de la fase de cerrazón de un sonido oclusivo ; un segundo, consistente en una explosión; y un tercero, de turbulencia, típico de un sonido fricativo. Durante toda la producción de la africada, se puede observar la presencia de una barra de sonoridad, la cual indica que la consonante es sonora. La [86]Figura 9 muestra la realización de /d͡ ʒ/ en la palabra [d͡ ʒud͡ ʒa] ('mentira') (compárese con la realización de la misma palabra en los dialectos de Granada y Olleros mostrada en la [87]Figura 2).

14
paper CO_FormayFuncióntxt267 - : La africada palatal sonora, /d͡ ʒ/, del quechua de Colcamar, posee tres alófonos: el alófono principal, [d͡ ʒ], uno que ocurre en contextos de debilitamiento, [^ðʒ], y otro alófono también débil y ensordecido, [ [97][0120-338X-fyf-33-01-39-ie10 .gif] ]. En el caso de [ d͡ ʒ ], este siempre ocurre en posición inicial de palabra. La [98]Figura 9 ya nos dio un ejemplo de la realización del alófono [d͡ ʒ] en esa posición. Aunque también puede realizarse como [d͡ ʒ] en posición intervocálica (ver también [99]Figura 9), su fase de cerrazón generalmente se debilita en ese contexto, [^ðʒ] (ver [100]Figura 12). En general, esto ocurre en posiciones prosódicamente débiles, como los contextos intervocálicos, las posiciones de coda y posiciones en el interior de la palabra. Utilizamos la [^ð] volada en ambos [^ðʒ] y [ [101][0120-338X-fyf-33-01-39-ie10.gif] ] para indicar que durante la articulación de la africada [d͡ ʒ], la fase de oclusión puede sufrir varios grados de debilitamient

15
paper CO_FormayFuncióntxt267 - : La sección anterior corrobora el análisis de ^[117]Taylor (1994, 2000) sobre la existencia de una diferencia dialectal entre el quechua hablado en la zona de Granada y Olleros, en la provincia de Chachapoyas, el cual presenta una lateral palatal, /λ/, en oposición a otras variedades del mismo quechua chachapoyano (como en el quechua de la zona de Colcamar, provincia de Luya, estudiado aquí), donde se observa una africada palatal sonora, /d͡ ʒ/. Los resultados de este trabajo de investigación indican la existencia de alófonos pertenecientes a ambos fonemas que no han sido reportados previamente en la literatura. De este modo, es novedoso saber que, en Granada y Olleros, la lateral palatal frecuentemente se realiza con preoclusión, [^dλ]; mientras que en Colcamar, la africada palatal sonora, [d͡ ʒ], alterna con un alófono débil, [^ðʒ], y con otra variante ensordecida: [ [118][0120-338X-fyf-33-01-39-ie15 .gif] ]. La africada palatal sonora, [d͡ ʒ], ocurre en posición inicial de palabra. En ot

16
paper CO_FormayFuncióntxt267 - : Al presentar evidencia en contra de la propuesta de que el protoquechua haya tenido una lateral palatalizada que pueda explicar la presencia de palatales sibilantes sonoras en algunas variedades actuales del quechua chachapoyano por medio de un cambio lingüístico gradual, como propone ^[149]Quesada-Castillo (1988, p. 292), este nuevo hallazgo abre la posibilidad de que el fonema protoquechua en cuestión haya sido una lateral palatal preoclusiva, */^dλ/, donde la preoclusión de la lateral haya sido reinterpretada como la fase de cerrazón de una africada: *^dλ > ^dj >d͡ ʒ .

17
paper CO_FormayFuncióntxt267 - : En Granada y Olleros, la representación fonológica sincrónica de la lateral palatal del protoquechua podría ser /λ/ o / ^dλ /. Tanto la lateral palatal como su variante preoclusiva aparecen en variación libre y casi con la misma frecuencia de ocurrencia. Nos inclinamos a representarla como /λ/, a nivel fonológico, porque aún es necesario entender mejor el origen de esa preoclusión y qué papel juega en la fonología de la lengua. En contraste, en Colcamar, es claro que la representación fonológica es la africada palatal sonora, /d͡ ʒ/. En esta variedad de quechua chachapoyano, los alófonos de la africada están parcialmente determinados por el contexto: el alófono [d͡ ʒ] siempre ocurre en posición inicial de palabra, mientras que [^ðʒ] aparece en posiciones prosódicamente débiles ; y el alófono ensordecido, [ [156][0120-338X-fyf-33-01-39-ie15.gif] ], en posición de coda seguido por una consonante sorda.

18
paper CO_FormayFuncióntxt258 - : Preferimos, sin embargo, considerar que el nombre en 12c corresponde a un compuesto, en el que «_t^jo» es la forma breve y ligada del nombre independiente «bóót∫o». En ocaina, existe un número limitado de esta subclase de nombres que presenta una forma libre y otra ligada, generalmente más breve. Esta subclase de nombres recuerda el origen nominal de los sufijos clasificatorios: formas breves o erosionadas de un nombre que representaría un prototipo poseedor de ciertas propiedades físicas o abstractas (Fagua Rincón, 2013, pp. 158-162). Volviendo a la relación alomórfica entre las dos obstruyentes oclusiva (palatalizada «t^j») y africada (palatal «t∫»), nos apoyamos en la prueba que las versiones larga, libre « bóót∫o » y breve, ligada «_t^jo» de este nombre nos proporcionan .

19
paper CO_FormayFuncióntxt251 - : Las africadas son oclusivas cuya constricción se modifica de tal manera que produce un periodo prolongado de fricación después de la liberación del flujo de aire, lo que implica un ligero ensanchamiento de la constricción articulatoria de las oclusivas . Esto explica que las africadas se articulen en los mismos puntos que las oclusivas y las fricativas. Estos segmentos son, a menudo, el resultado de un proceso de palatalización de segmentos velares en el contexto de segmentos palatales (consonantes o vocales); es decir, surgen como variantes alofónicas que, eventualmente, se fonematizan. Según ^[128]Ladefoged y Maddieson (1995), las africadas sordas son las más comunes y, entre ellas, la africada alveopalatal [tf] ocurre en aproximadamente 45 % de las LM. La africada dental o alveolar [ts] es también bastante frecuente. La palatalización de [k] ([k] - [tʃ]) es más frecuente que la palatalización de [g] ([g] - [dʒ]), lo que explica la mayor frecuencia de [tʃ] que de [dʒ] en los sistemas

20
paper CO_FormayFuncióntxt251 - : Las africadas sonoras [dʒ] y [dz] son mucho menos comunes que las africadas sordas: el 82 .3 % de las lenguas con africadas sordas no despliega ningún tipo de africada sonora. Los puntos de articulación más frecuentes reflejan la misma tendencia que su contrapartida sorda: el alveopalatal (13.4 %), seguido del punto alveolar (3.1 %). Solo el 1.2 % de las lenguas despliegan ambos segmentos. Esta distribución se ilustra en la [136]Figura 14.

21
paper CO_FormayFuncióntxt251 - : ^15Las africadas sordas son segmentos comunes en las lenguas indígenas de América del Sur. La región AN se caracteriza por presentar el mayor porcentaje de lenguas con un segmento africado alveopalatal sordo (83.3 %), seguida de la región AM-I (74 %). Este porcentaje disminuye hacia el este del subcontinente: la región AM-II contiene un 53.75 % y en la Orinoquía menos de la mitad de las lenguas (42.1 %) presentan este segmento. Es decir, se observa una concentración de lenguas con segmentos africados alveopalatales sordos hacia el oeste del subcontinente. En contraposición, el este de América del Sur se caracteriza por presentar un elevado número de lenguas sin segmentos africados sordos. La africada alveolar sorda [tʂ] es frecuente entre las lenguas de las regiones CH y ÜR (Gil Bustos, 2017). Además, si bien la africada retrofleja [tg] es un fonema poco frecuente dentro de las lenguas indígenas de América del Sur (3 .15 %), la mayoría de las lenguas que poseen este segmento, a excepción del

22
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt31 - : 4.1.1. Dentro de la oposición gráfica y <ç> vs , la antigua africada dentoalveolar sorda /ts/ es expresada generalmente mediante <ç> tanto en posición medial intervocálica como tras consonante sonante: 5r aguçar, 5v braço, 6r conoçer, 6r conoçimiento, 6r coraçon, 6r creçer, 6v difiçil, 6v emblanqueçer, 6v enloqueçer, 6v espaçio, 6v façil, 8r moço, 8r naçer, 8r naçido, 8r paçífico ...; 5r adulçar, 5r alçar, 5v calçar, 5v calçones, 6v dulçe, 6r començar, 6v ençender, 6v ençerrar, 6v ençima, 6v ençino, 7r françes, 7v mançebo, 9r silençio, 7v março (sin embargo, 14v marzo), 7v merçed, 8r morçilla, 9v terçer, 9v torçer, etcétera.

23
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt31 - : 4.1.2. Si partimos del análisis de la representación de la antigua africada dentoalveolar sonora /dz/, veremos que en numerosas ocasiones aparece representada por en posición medial intervocálica y tras sonante, como en la época medieval: 5v avezes, 6v azeyte, 6r hazer, 6v deshazer, 6v doze, 7r granizo, 7r hezes, 9r rezar, 9v naturaleza, 9v vezino ; 6r catorze, 8r onze, 8v quinze. En otros casos, sin embargo, como podía esperarse a la vista de lo descrito en el punto anterior, también hallamos <ç> en ambas posiciones: 5v ançuelo; 5v bendeçir, 6v deçir, 6v doçientos, 7r coçina, etcétera.

24
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt31 - : En alguna ocasión esta dental africada final no tenía este origen, sino que debería ser sorda por proceder de C agrupada con otra consonante: por ejemplo, PISCE > pez, CALCE > coz, etc . Sin embargo, la <-z> fue siempre la grafía utilizada para su representación gráfica (Satorre, 1989: 276).

25
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt31 - : ^2Históricamente hallamos fricativas en posición inicial, tendencia a la africada al final del tema, pronunciación fricativa ante oclusiva y neutralización de la oposición fricativa/africada tras l, n y, en menor grado, r^[168](Michelena, 1961: §14 ).

26
paper PE_Lexistxt104 - : Las dos últimas secciones del estudio preliminar de Cerrón-Palomino desarrollan aspectos sobre el manuscrito original de fray José Francisco María Ráez y —lo que resulta sumamente importante como contribución del preclaro lingüista— los criterios seguidos para la interpretación, actualización y modernización del diccionario. Aquí se parte, primero, por una argumentación a favor de las innovaciones introducidas por Cerrón-Palomino para la representación escrita de consonantes como la africada /ĉ/, el saltillo /ʔ/ y los alófonos [ş] y [š], así como en el caso de las vocales largas . Por último, Cerrón-Palomino concluye con una explicación detallada del procedimiento aplicado para reorganizar y reajustar las entradas del diccionario de Ráez en el plano de la macroestructura y la microestructura. Dentro de la primera dimensión, se menciona que se suprimieron entradas repetidas, en tanto que, a la vez, se reacomodaron pseudoentradas, se subsumieron dos entradas en una y se insertaron otr

27
paper UY_ALFALtxt224 - : En la reconstrucción de consonantes del prototucano, nos interesa el destino de la alveopalatal africada *ts y la variante eyectiva correspondiente *ts'' (^[63]Ladefoged 2001: 131-133 ), las cuales conforman la fase más extendida de fusión junto con la africada palatal *tʃ. Esto se debe a que, en lingüística histórica, desde testimonios históricos y no reconstructivos, se corrobora que el dígrafo se relaciona fonológicamente con una consonante africada alveopalatal, tanto sorda como sonora. Y es en la actualidad de la lengua koreguaje en la que en este vocablo ‘huevos'' /tʃiá/ (Rodríguez ^[64]González 2000: 201) tiene una consonante africada palatal, lo que se correspondería, trasladando al pasado, con la africada alveopalatal del dígrafo .

28
paper UY_ALFALtxt224 - : Esta situación parece reflejarse en aquellas entradas léxicas del Vocabulario que tienen un dígrafo en posición inicial y medial de palabra y que fonológicamente suele conrresponderse con la africada palatal sorda (o fuerte) tʃ:

29
paper UY_ALFALtxt237 - : En cuanto a la distribución de la serie aspirada, al igual que sucede con la eyectiva, estos fonemas ocurren en posición de ataque silábico en interior e inicio de palabra, pero no en posición de coda. La africada palatal sorda aspirada es un alófono de la correspondiente plena, y poco frecuente -fue registrada en sólo dos palabras, (25e ) y (26e)-, pero es muy frecuente como resultado de fusión morfológica.

30
paper VE_BoletindeLinguisticatxt96 - : esta a una africada o una fricativa muy larga, véase arriba: 1 .4, que las producciones compensadas (los segmentos se coarticulan y pierden espacio). Las producciones controladas serían menos isosilábicas y ocurriría lo contrario en las producciones compensadas. Sin embargo, las lenguas se encuentran en un continuo. Estos dos fenómenos, control y compensación, pueden aparecer en dialectos opuestos, en emisiones con variación sociolectal (dialectos altos opuestos a dialectos bajos) y en producciones con variación diafásica (discursos formales en oposición a lectura de oraciones; habla académica en oposición a emisiones más espontáneas).

Evaluando al candidato africada:


1) palatal: 24
2) sorda: 12 (*)
4) lenguas: 11 (*)
5) realizaciones: 10
6) sonora: 10
7) consonante: 10 (*)
8) realización: 8
9) alveopalatal: 8
11) fricativa: 8
12) lateral: 8
13) segmentos: 8
14) alófono: 7 (*)
16) ocurre: 7
17) fonema: 7 (*)
18) quechua: 6 (*)
19) inicial: 6
20) variante: 6 (*)

africada
Lengua: spa
Frec: 152
Docs: 42
Nombre propio: / 152 = 0%
Coocurrencias con glosario: 7
Puntaje: 8.005 = (7 + (1+7.29462074889163) / (1+7.25738784269265)));
Candidato aceptado

Referencias bibliográficas encontradas sobre cada término

(Que existan referencias dedicadas a un término es también indicio de terminologicidad.)
africada
: Bernales, M. (1978). Sobre la palatal africada en el español de la ciudad de Valdivia. RLA: Revista de Lingüística Teórica y Aplicada, 16, 41-52.