Termout.org logo/LING


Update: February 24, 2023 The new version of Termout.org is now online, so this web site is now obsolete and will soon be dismantled.

Lista de candidatos sometidos a examen:
1) sufijo (*)
(*) Términos presentes en el nuestro glosario de lingüística

1) Candidate: sufijo


Is in goldstandard

1
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt308 - : Por otro lado, hemos postulado la forma -e como un sufijo subyacente -de ahí el uso de los paréntesis- que instancia el casillero de caso complementario en la primera y segunda persona del plural. Nos parece que esta es la interpretación más adecuada, pues si se postulara este sufijo como no subyacente -esto es, con forma fónica-, emergería necesariamente otro alomorfo de primera persona (el alomorfo am-, pues *ameen no es la forma de superficie ), lo que, por cierto, no es deseable. Así, entonces, este sufijo hace serie con el sufijo -e (audible) de la tercera persona plural y su estatus de subyacente se explica por un proceso de supresión frecuente en la lengua.

2
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt538 - : Por ejemplo, con el elemento compositivo retro- crean un nuevo sentido, en este caso no es retroceso, sino un intensificador: “Regresó el cine de Víctor Gaviria, pero independientemente de los festivales, las críticas cinematográficas, los ensayos sobre el cine nacional y demás retrochimbadas, su naturalista película vino a correrle el champú al idioma” (El Espectador, 28 de agosto de 1998, p. 4C). De acuerdo con Castañeda (2005), con el sufijo -ada, en parlache se forman palabras que denotan golpe o agresión, una acción negativa o abundancia (p . 106). En el caso de chimbada: es una cosa o situación molesta, incómoda, desagradable. Como la situación del personaje de la novela La ciudad de todos los adioses de César Alzate, expresada en el siguiente fragmento: “Estudiar no quiero, ni chimbadas por el estilo. No, lo mejor es irse abriendo camino por otro lado” (Alzate, 2001, p. 67). Igualmente, se refere a situaciones u objetos de poco valor o importancia, como el consejo que le da un jov

3
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt538 - : Así mismo, con el sufijo -mente, denota: tontería, tontamente, inútilmente . Como se evidencia en el testimonio de un soldado, cuando les aconseja a los guerrilleros que sobrevivieron al bombardeo del campamento de Raúl Reyes, entregarse: “En el video aparecen unas tomas oscuras y se escucha a un soldado diciendo: “El barbuchas que queríamos ya lo tenemos hermano, entonces no se hagan matar chimbamente””. (Semana, 4 de marzo de 2008). Con respecto a -mente, el Diccionario de la Real Academia lo clasifica como elemento compositivo para formar adverbios a partir de adjetivos; sin embargo, nos parece más razonable la explicación de la Nueva gramática de la lengua española (2009), según la cual es un sufijo: “mente, ablativo de mens, mentis, que no significaba solamente `mente, pensamiento`, sino también ‘ánimo, intención’” (p. 570, 7.14a). Además, según el Instituto Cervantes (2016), quizá sea uno de los adverbios más característicos del español y con una de las propiedades

4
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt523 - : En los ejemplos (5, 6, y 7), las palabras creadas emplean el sufijo agentivo -fe, usado para referirse a oficio. Estos, además van con el sufijo -ge que indica atributo permanente: ‘ser constructor’, ‘ser costurera’ o ‘ser tejedora’ . Estos neologismos finalmente forman palabras a partir de una frase completa, como ‘yo soy tejedora de telar’ (7).

5
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt321 - : b) En la fórmula tagmémica que se presenta en 2.2.2 se postula un casillero Caso Complementario, el cual es instanciado por el Sufijo Indicador de Caso Complementario (SICC). La función de este morfema, como se indica en Salamanca (2008: 221), es señalar el estatus de complemento (del nombre o del verbo) de la palabra en la que ocurre. En el cuento que nos ocupa, encontramos la palabra "barrénchar"^[75]50 'con piedras', donde el sufijo tónico "-é" indica que esta palabra es un complemento (del verbo, en este caso ).

6
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt321 - : En el segundo caso, se observa que las categorías de tiempo (pretérito en este caso) y aspecto (perfectivo en este caso) ocurren sincréticamente en el sufijo "-d", pues el sufijo "-a", como vimos en la palabra peradá, corresponde a uno de los alomorfos de tercera persona singular (el otro alomorfo es "-el" ).

7
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt321 - : Un ejemplo, presente en el texto, que ilustra, en parte, lo que hemos dicho en el párrafo precedente, es la palabra "cheréla"^[82]57 '(él) hacía estaba haciendo', que se construye con la forma de presente "cherél" 'hace / está haciendo', más un sufijo "-a", cuya función consiste en desplazar el presente (como en este caso ) y el pretérito perfecto al pasado, de lo que resulta un pretérito imperfecto ('(él) hacía estaba haciendo') y un pretérito pluscuamperfecto ('(él) había hecho'), respectivamente.

8
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt321 - : [107]14 El sufijo final corresponde a la marca de género (masculino en este caso ). Salamanca (2006 y 2008) presenta los paradigmas de declinación de los sustantivos temáticos y atemáticos, respectivamente.

9
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt493 - : En relación con este tipo de adjetivos heteróclitos en -u- existen una serie de sustantivos neutros en -u- que presentan una -r en los casos directos del singular, es decir, en nominativo y acusativo, mientras que en el resto de casos siguen la declinación regular de los temas en -u-. Estos sustantivos son artawsr “lágrima”, cnur “rodilla”, mełr “miel” y asr “lana”^[42]^6. Según ^[43]Olsen (1999), quien apoya la explicación de ^[44]Klingenschmitt (1982) la única explicación posible del sufijo -r en estos sustantivos en -u- es la extensión analógica de la -r final a partir de los paradigmas heteróclitos^[45]^7 .

10
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt317 - : El sufijo -tu se liga a diferentes clases de palabras provocando cambios de la clase de palabra, en los tres primeros casos, de Sustantivo-»verbo, adjetivo-»verbo, adjetivo-»sustantivo, sustantivo-»adverbio, como se aprecia en el [27]Cuadro N° 1:

11
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt317 - : Hay otros significados aportados por el sufijo -tu: acompañado de sustantivos referidos a lugares, tiene significado direccional, por ejemplo:

12
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt317 - : El sufijo -meke deriva verbos climáticos con palabras o sustantivos referidos al tiempo, como se aprecia a continuación:([33]Cuadro N° 4 )

13
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt317 - : El sufijo -meke también se puede emplear con algunos adjetivos, como se muestra:([34]Cuadro N° 5 )

14
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt317 - : El sufijo -tu es un dispositivo derivacional con muchas funciones . Autores anteriormente, a lo largo de los años, dieron cuenta de sus características, siendo Smeets quien entrega un esquema más completo de su funcionamiento, como se aprecia en el [35]Cuadro N° 6.

15
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt317 - : De las palabras interrogativas mapuche, chum 'cómo' se diferencia de las otras, porque puede comportarse como un lexema verbal, no solo con el sufijo -tu, sino también con el sufijo -nge y -pe, como se observa:

16
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt317 - : Como se dijo anteriormente, el sufijo -nge, ligado a sustantivos y a adjetivos, forma verbos que expresan atributo de propiedad. A continuación, se proporcionan ejemplos referidos a cualidades físicas, psíquicas, morales, materiales, de origen o procedencia, posición, o pertenencia, o adscripción, que se forman con este sufijo derivativo:

17
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt317 - : El sufijo -le/-küle se relaciona con el aspecto gramatical, corresponde al aspecto imperfectivo y se manifiesta cuando -le va acompañado de un verbo de actividad y de logro, fundamentalmente . No es compatible con verbos de estado, porque estos son:

18
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt317 - : El sufijo -meke no funciona con verbos estativos, debido a su naturaleza aspectual continuativa, como se observa en (18), en los siguientes ejemplos:

19
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt317 - : Los sufijos derivativos del mapudungun son altamente productivos en el procedimiento de derivación y comparten, entre ellos, una serie de propiedades morfológicas y léxicas, transforman verbos adjetivos y adverbios, en diferentes clases de palabras, siendo el sufijo -tu uno de los que más funciones realiza . Por otro lado, las clases de palabras varían constantemente según la morfología derivacional y la función sintáctica, esta flexibilidad de la clase de palabra es fundamental para comprender la polisemia de las palabras y la productividad de los sufijos derivativos.

20
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt125 - : De acuerdo a los distintos tipos de derivación nominal; seleccionados en esta investigación, podemos establecer que el sufijo -ción es el que predomina ante los otros tipos de derivación nominal . Es, por Canto, el tipo de nominalización más utilizada en los Manuales Técnicos del corpus PUCV-2003.

21
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt491 - : Las interacciones que aparecen en los collag son de los dos tipos, si se asume que hay un sufijo -e oculto por procesos de fusión de vocales:

22
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt250 - : La regla que pauta la aparición de esta variante alomórfica es la siguiente: la consonante sorda inicial del sufijo señalador de caso se sonoriza después de /n/ (C[-sonora] ? C[+sonora] /C[+nasal]__). Ahora bien, la existencia en rromané de palabras como "sénka" (‘sombra') -donde se observa que "n+k" es una secuencia posible en esta lengua- muestra que la regla anterior aplica cuando ocurren los sufijos señalados y que no es un fenómeno extendido a toda la lengua . ( Ibíd .: 42)

23
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt238 - : El tema nominal contiene un casillero "centro" obligatorio, instanciado por una raíz sustantiva o adjetiva, y un casillero "derivación" instanciado por un sufijo derivacional:

24
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt615 - : ^12Trariwe, del mapudungun trarün “llevar atado, amarrado” y we, sufijo sustantivador que significa “lugar” y se utiliza para ceñir la vestimenta a la cintura, otorgando especial firmeza para las exigentes labores hogareñas y de labranza, embarazo y crianza (Chacana 2 ). Todo trariwe posee dos bordes opuestos (paralelamente invertidos) de idénticas características que requieren de una doble lectura: vertical y horizontal. El trariwe es, un recipiente semántico de gran amplitud e importancia en el marco de la estética mapuche (Mege 89-108).

25
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt209 - : El tema nominal contiene, a su vez, un casillero "centro" obligatorio, instanciado por una raíz sustantiva o adjetiva, y un casillero "derivación" instanciado por un sufijo derivacional:

26
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt209 - : El sufijo "-e" se puede explicar por un proceso morfofonémico de supresión. En efecto, la forma básica de ese alomorfo es el sufijo "-éa", pero se pierde la vocal final para evitar una secuencia de tres vocales, donde la vocal tónica es la vocal alta "i" . En consecuencia, (-éa ~ -é) °o -len.

27
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt209 - : Cuando un sustantivo funciona como complemento -del nombre o del verbo-, se indica explícitamente a través de un sufijo: el Sufijo Indicador de Caso Complementario (SICC ). Este morfema sigue a la marca de género y precede a la marca de número. El caso gramatical específico que desempeña cada sustantivo es señalado por el sufijo final.

28
paper CO_ColombianAppliedLinguisticsJournaltxt128 - : En (11a y b), se tiene la falta de concordancia entre el artículo definido (11a) y el artículo indefinido (11b) en relación con el referente "clima" y "liebre" respectivamente. Ambos nominales son excepciones de la regla general de marcación de género, ya que "clima" aunque termina con el sufijo –a, hace referencia al género masculino, y "liebre", expresa género femenino aunque no tenga el morfema–a . Por ello, el estudiante posiblemente se basí en esta terminación morfolígica para establecer la concordancia en español.

29
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt122 - : Existe una gran variedad de sufijos que pueden añadirse a bases verbales para formar sustantivos deverbales en inglés, pero algunos cumplen funciones gramaticales adicionales. Por ejemplo, -ment tiene la función gramatical primordial de formar nombres a partir de verbos (agree (v) -> agreement (n)), mientras el sufijo -y muestra una diversidad de funciones: puede formar adjetivos a partir de nombres (cloud (n ) -> cloudy (adj)), nombres a partir de adjetivos (difficult (adj) -> difficulty (n)), nombres a partir de nombres (burglar (n) -> burglary (n)) y nombres a partir de verbos (deliver (v) -> delivery (n)), entre otros.

30
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt122 - : La pluralidad de significados de un solo sufijo se ha abordado anteriormente por otros investigadores, quienes sugieren que la función principal del morfema es la primera en adquirirse . Sin embargo, un aspecto de naturaleza empírica que se ha dejado de lado es la coincidencia en el significado de varios sufijos. Por ello, en este trabajo tratamos este último problema estudiando sustantivos deverbales con valor de resultado, mediante el conocimiento distribucional de cuatro sufijos nominalizadores: -ation, -ment, -al e -y.

31
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt122 - : De acuerdo con ^[30]Tyler y Nagy (1989), se pueden distinguir diferentes aspectos del conocimiento de la morfología derivativa. El primero de ellos es el conocimiento relacional o semántico, que se refiere al conocimiento o percepción de que dos palabras están relacionadas como argue-argument en oposición a off-offer. La relación semántica se reconoce como un prerrequisito para pensar que dos palabras guardan una relación de derivación. Al segundo aspecto se le conoce como conocimiento sintáctico y consiste en saber que los sufijos derivativos marcan la categoría sintáctica de las palabras en inglés (por ejemplo el sufijo -ize genera verbos mientras el sufijo -(a)tion forma sustantivos). Se piensa que el sufijo derivativo provee información confiable acerca de la categoría sintáctica de la palabra aun cuando no se conozca el significado de la base, dejándonos saber que ambiguity es un sustantivo y ambiguous es un adjetivo, incluso sin saber el significado de ambigu- . Por último está el con

32
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt122 - : ^[36]Marín (2013) propone una serie de niveles de errores que retomamos para dar cuenta de la totalidad de errores cometidos por los participantes. Nuestro interés radica en el nivel que los autores denominan error de texto, ya que este opera dentro del sistema léxico-gramatical de la lengua meta. Este nivel se compone de errores formales de léxico y errores gramaticales; y estos últimos se subdividen en errores morfológicos y de sintaxis. Debido a que el autor solamente considera los morfemas flexivos dentro de los errores morfológicos, nuestro análisis se ubica en los errores de léxico, específicamente en tres: i) uso de un sufijo erróneo, ii) uso de una palabra similar y iii) uso de una palabra creada por el estudiante (palabras de nuevo cuño), dejando de lado el error léxico de "uso de un falso cognado"^[37]^2. El uso de un sufijo erróneo se subdividió en cinco categorías: a ) sufijo derivativo con la misma función gramatical y el mismo valor semántico, b) sufijo derivativo con misma

33
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt122 - : Debido a que los errores de nuestro estudio surgen de una tarea que evalúa el conocimiento distribucional de sufijos nominalizadores, el error de sufijo erróneo que más nos interesa es el tipo 1 .1.a derivativo con misma función gramatical y valor semántico. Para claridad del análisis, entenderemos que este error muestra un conocimiento semántico y sintáctico del sufijo, mas no derivacional; y el tipo de error 1.1.e uso de un sufijo flexivo muestra el uso de un sufijo de menor nivel de dificultad. Sin embargo, no podemos sacar conclusiones definitivas de los errores tipo 1.1.b, 1.1.c y 1.1.d, ya que la elección de esos sufijos pudo estar motivada únicamente porque los estudiantes reconocen el sufijo y lo añaden (tal vez al azar) a la base que se les presenta.

34
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt122 - : La [49]Tabla 2 muestra los cuatro sufijos experimentales con las variables morfológicas controladas. El sufijo -ation nos permite estudiar el efecto de dos propiedades facilitadoras: baja dificultad y alta productividad, mientras que el sufijo -y representa un sufijo sin ninguna propiedad facilitadora, puesto que es de alta dificultad y baja productividad, y los sufijos -al y -ment nos permiten estudiar la incidencia de solo una propiedad facilitadora: con el sufijo -al se detecta el efecto de la alta productividad, en cambio con -ment se estudia el efecto de la baja dificultad .

35
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt122 - : Para el segundo análisis se consideraron dos tipos de errores léxicos: palabra similar (1.2) y palabra creada por el estudiante (1.3) y dos tipos de errores de sufijo: sufijo derivativo con misma función gramatical y valor semántico (1 .1.a) y sufijo flexivo (1.1.e). Encontramos que el error más frecuente para todos los participantes fue usar un sufijo flexivo. Sin embargo, para el nivel B2 la diferencia es mínima entre este error y el uso de un sufijo derivativo con la misma función gramatical y valor semántico (30 % versus 29 % respectivamente). Notemos que esta diferencia aumenta conforme disminuye el nivel de proficiencia de los participantes: 39 % versus 28 % en el nivel B1, y 37 % versus 19 % en el nivel A2 (ver [72]Figura 1). Esto sugiere que los participantes de menor proficiencia usan más frecuentemente sufijos de menor nivel de dificultad según la escala de ^[73]Bauer y Nation (1993), aceptando así la H2.

36
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt122 - : El análisis de las palabras con menor porcentaje de aciertos tuvo como objetivo identificar diferencias porcentuales y tipológicas de errores entre participantes mexicanos con diferente nivel de proficiencia en inglés. Encontramos que, en general, los participantes eligen un sufijo de menor dificultad (especialmente flexivos), aunque también encontramos un sobreuso del sufijo -ation (nivel 4 de dificultad), sustituyendo a cualquier otro sufijo experimental, y algunas instancias de sobreuso con el sufijo -ment (nivel 4) cuando se esperaban respuestas con los sufijos -al (nivel 5) o -y (nivel 6) (ejemplos: refination por refinement, dispersement por dispersal ).

37
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt122 - : A propósito de la proficiencia, descubrimos divergencias en el porcentaje y tipo de errores que cometen los estudiantes de diferente nivel. Resaltamos que el uso de sufijos flexivos disminuye en el nivel B2 y que estos participantes y los del nivel B1 tienden a elegir un sufijo con la misma información gramatical y semántica que el requerido; es decir, un nominalizador deverbal con valor de resultado . Sin embargo, su elección es errónea, ya sea porque la palabra derivada no existe con ese sufijo (adjournation en lugar de adjournment) o porque el contexto restringe la conveniencia del sufijo nomi-nalizador (producen, por ejemplo, dismission en lugar de dismissal, siendo que las dos palabras existen pero la segunda se ajusta mejor al contexto). Pensamos que algunas elecciones erróneas con palabras reales pueden deberse a la frecuencia de la palabra derivada (treatment es mucho más frecuente que treaty), a diferencias semánticas sutiles (advocation por advocacy) o a la productividad del

38
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt71 - : El morfema diminutivo |-it-| presenta dos alomorfos: [ik], en forma escrita <-ic->, que ocurre ante raíces que terminan con una sílaba portadora del fono [t], como ocurre en gatico [ga'tiko] y maletica [male'tika], e [it], en forma escrita <-it->, que ocurre en los demás contextos, por ejemplo,pequeñito [peke'jiito] (^[54]Vaquero, 2003b, p. 27; Areiza y Flórez, 2016, p. 87). En ocasiones, el diminutivo se emplea con fines afectivos o de cortesía (^[55]Aleza, 2010a, pp. 196-197): disculpe, ¿me podría regalar un tintico? (= deme un tinto). Se hace uso extendido del sufijo -azo con referencia a problemas, fracasos, percances y situaciones adversas que se presentan de manera repentina: "porrazo, trompazo, trastazo, leñazo, tortazo, pelotazo, piñazo, guamazo, toletazo" (RAE, 2009, p . 400).

39
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt29 - : 1. La cantidad de fitónimos recolectados que terminan en ca, que, cha y che, y que las ubicó como un probable sufijo clasificador para nombres de plantas: ajondoque, (al ) payaca, chaque - raque, chipaca, chipaque, chisacá - risacá, choque - cuque - soque, chuguacá, churca, chusca, chusque, cuarque, guaque, janche, quiche, rubacá, rúchica, susca - chusca, tequito, uche, unca.

40
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt45 - : En nuestro corpus, los apellidos o nombres de los cuales se puede decir que son marcas identitarias (Guillorel, 2012), o que tienen un origen español, son *Lopez, *Martinez y Picasso. Los dos primeros demuestran que el sufijo '-ez' es un elemento derivacional sustantivador, a ejemplo de más casos que se pueden citar: González, Benítez, Fernández, Hernández o Sánchez . En cambio,*Angelica, Clara, Linda, Serena, Salvador y Marina forman parte del léxico común, cuyo tratamiento lexicográfico descansaría en la descripción lingüística. En otros nombres se identifica, de manera clara, la partícula '-ito' que expresa el diminutivo en español: Anita, Barbarita, Benito, Pepito, *Frankita, Rosita. También es común entre los hispanos el uso de 'don', tratamiento de respeto que se antepone a los nombres masculinos de pila. Sirvan de ilustración ejemplos como Don *Simon, Don Carlos, Don Miguel, *[Don Victoria]. Asimismo, los nombres como Carlos, Santos, Antonio, Francisca, Franco y Pablo son de origen e

41
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt159 - : Este fenómeno de repetición, si lo podemos llamar así, nos llevó a plantearnos cómo, por qué, cuándo, en qué condiciones se produce, si es propio del español, entre otros interrogantes. Así, empezamos a indagar, primero sobre el sufijo -ón y encontramos una citación que nos dio una pista; el lingüista Friedrich ^[31]Hanssen (1913), citando al filólogo Julio Cejador y Fracua, escribe en su Gramática Histórica: "La vocal o es aumentativa en -ón y -ote" (p. 122). Buscamos si las formas con -ote también sufrían el mismo fenómeno de reduplicación y hallamos ciertos ejemplos que lo confirman. Entonces nos preguntamos lo siguiente: ¿Puesto que la vocal /o/ posee un valor aumentativo en estos dos sufijos, es ella quien motiva la reduplicación en español ?

42
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt159 - : En cuanto al origen de dicho sufijo hay dos teorías: la primera indica que -ón es heredero del latín -o, -onis perteneciente a la tercera declinación (natio, nationis ); se usaba para designar a personas a partir de verbos o sustantivos como en bibo, - onis "borracho", del verbo bibo, -ere "beber", con el cual se forman sustantivos aumentativos a partir de verbos y nombres, como dormir > dormilón o borracho > borrachón (^[36]Pharies, 2004). La segunda afirma que proviene de la terminación latina -ío, -ionis con el que se forman igualmente sustantivos de origen verbal como quemazón (crematío, -ionis "cremación"), pero que designan una acción que puede ser brusca como en empujar > empujón o bajar > bajón (^[37]RAE, 2009). ^[38]David Pharies (2004) concluye que -ón "representa el producto mixto de la unión del sufijo nominal -o, -onis (cabezón)y del verbal -(t)ío, -ionis (quemazón)" (p. 164); lo que ha hecho que los dos orígenes se hayan confundido con el paso del tiempo, con lo que las accio

43
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt159 - : Morfológicamente, el sufijo -ón posee dos características: la primera es que puede modificar el género de la base como en cabeza > cabezón . La segunda es que puede presentar una flexión femenina y plural cuando se trata de una característica calificativa como en cabezón > cabezona, cabezones, cabezonas. Gramaticalmente, las palabras formadas con este sufijo son sustantivos, aunque se pueden encontrar ciertas formaciones adjetivales. En términos semánticos, el sufijo -ón presenta varios valores relacionados con sus diferentes usos; de las lecturas adoptadas para este trabajo se desprenden seis:

44
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt159 - : 1) Aumentativo: tal vez el uso más frecuente de este tipo de sufijo para indicar el gran tamaño de un objeto:plato < platón, (^[41]RAE, 2009 ; ^[42]Hanssen, 1913; Pharies, 2002; Bedel, 1997; ^[43]Seco, 2005).

45
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt159 - : 6) Numerales: el sufijo añadido a un número indica la edad de una persona: cuarenta < cuarentón (^[50]RAE, 2009 ).

46
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt159 - : Teniendo en cuenta lo anterior, podemos decir que independientemente de su uso, el sufijo -ón refuerza la idea expresada por el sustantivo, sea esta positiva o negativa (RAE, 2009). Por consiguiente, este tipo de palabras no necesita un adjetivo, ya que la caracterización se encuentra en la palabra misma. Otra particularidad de -ón es que se puede combinar con otros sufijos como un elemento de conexión para crear nuevas palabras, es así como se puede encontrar en las formaciones siguientes: -arrón, -erón, -ardón, ullón, - urrón, - etón, - achón, - ancón, - alicón, -iflón o -inflón, -ajón, -ejón y -etón como nube < nubarrón ; gota < goterón; hombre < hombretón o gordo < gordinflón (^[51]RAE, 2009; ^[52]Pharies, 2004).

47
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt159 - : Sobre este sufijo se encuentra poca documentación y su origen parece un poco obscuro. Por un lado, ^[53]Hanssen (1913) y ^[54]Alemany (1920) indican que -ote es de origen francés. Según el Trésor de la Langue Française Interctif (s.f.), el sufijo (-ot, -ot(t)e) proviene del latín -ottu, -otta y es utilizado para formar sustantivos y adjetivos diminutivos en esa lengua a partir de otros sustantivos, adjetivos o verbos como en frérot > frère (hermanito),jeunot > jeune (jovencito) oparlotte >parler (charla); es así como han llegado términos al español tales como "garrote" > garrot, "lingote" > lingot. Por otro lado, ^[55]Pharies (2004) menciona que el sufijo es un préstamo no culto del catalán como en herejote, pero no nos ofrece más información al respecto^[56]^2 .

48
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt159 - : Es posible obtener sustantivos y adjetivos a partir de este sufijo: un abrazo < un abrazote o alto < altote y por consiguiente está sujeto a flexión: altote, altota, altotes, altotas . En cuanto a su valor, el sufijo -ote ha sufrido cambios desde sus orígenes, si consideramos lo presentado por ^[57]Hanssen (1913) y ^[58]Alemany (1920), ya que ha dejado el uso exclusivo de diminutivos que tiene en francés a formar igualmente aumentativos en español. A partir de esto, veamos cuáles son los diferentes empleos de este sufijo en la lengua española:

49
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt159 - : * 1) Aumentativo: como con el sufijo -ón, este es el empleo más recurrente para sustantivos y adjetivos: beso < besote, grande < grandote (^[59]RAE, 2009 ; ^[60]Hanssen, 1913; ^[61]Alemany, 1920; Bedel, 1997).

50
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt159 - : Podemos decir que, hasta ahora, solo se ha tratado el tema de la reduplicación total en algunas variantes de la lengua española, si tomamos en cuenta lo expuesto en la Gramática de la lengua española. Por lo tanto, lo que vamos a estudiar aquí es la reduplicación parcial, especialmente con los sufijos presentados al inicio de este artículo, y para ello debemos tener presente que los ejemplos que vamos a mostrar hacen parte del registro familiar y popular. Es necesario indicar que además de ser el sufijo el que se repite, este corresponde a la sílaba tónica, con lo cual vemos que fonología y morfología se asocian en este fenómeno lingüístico . Al respecto, en investigaciones más recientes de ^[86]Inkelas y Zoll (2005), ^[87]Pulleyblank (2009) y ^[88]Saba (2010) se menciona que existe un factor común en cuanto a la reduplicación; es decir, que hay un componente que copia los segmentos para satisfacer las condiciones de forma fonológica y otro componente que duplica la unidad morfosintáctica;

51
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt159 - : Ya se indicó que este fenómeno lingüístico es un procedimiento de derivación lexical que permite crear variantes de una palabra con un cierto grado de intensidad. Si adaptamos la teoría de ^[90]McCarthy (1981) y ^[91]Marantz (1982) al sistema español, la reduplicación se puede representar a través de un esqueleto con los elementos siguientes: R^[92]^3 es el reduplicante compuesto por VC, donde Vcorresponde a la vocal y C a la consonante del sufijo S: BASE+R[VC]+S[VC(V )].

52
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt159 - : Las primeras muestras escritas de la reduplicación en español aparecen en la historieta colombiana Copetín^[98]^4 y el primer término memorionón es de 1963 ([99]Figura 1). Del mismo modo, en la historieta salen los otros ejemplos de reduplicación con el sufijo -ón que presentamos arriba. En cuanto al sufijo -ote, unas de las primeras muestras escritas figuran en dos novelas latinoamericanas, encontradas gracias al CREA : El hombre frente a la naturaleza, obra póstuma del escritor venezolano Francisco ^[100]Tamayo Yepes (1993 ), y -Por la calle de los anhelos, de la escritora mexicana Jenny E. ^[101]Hayén 1993). Por otro lado, los ejemplos más recientes que tenemos del uso de la reduplicación están en diferentes publicaciones -e redes sociales particularmente Facebook, Twitter e Instagram.

53
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt79 - : El predominio árabe lo fue un poco en las artes y muy poco en la literatura; no fue superior a la cultura ibérica^[32]^5, lo que impidió que el árabe y el mozárabe se impusieran como lenguas nacionales; no obstante dejaron huellas morfológicas, fonéticas y léxicas; por ejemplo, incidieron en el cambio fonético de la /s/ de algunas palabras por Ijl como en succus por jugo, sapone por jabón, jeringa, jilguero, Juárez (Suárez). En morfología es notable el sufijo /-i/ para adjetivos como: carmesí, turquí, marroquí, tunecí, baladí, y el sustantivo jabalí . (El sustantivo tití, según la zoología corresponde al sonido que emite el animal que lleva este nombre. El sustantivo ají viene de haxi', palabra taína, lengua de las islas del Caribe). El prefijo /al- (a)-/como en: almacén, Alcántara, alcalde, aceite, azogue (mercado, mercurio), azúcar, alcázar, almendra, almeja, aljibe, algarabía, albaricoque, acelga [...] Al léxico se incorporaron palabras ya de tipo militar como: atalaya, adalid

54
paper CO_FormayFuncióntxt236 - : En la adopción de sufijos castellanos al sistema sufijante del inga, estos deben tener una ortografía ajustada a la fonología inga. Se presentan a continuación algunos ejemplos ilustrativos en los que se destaca en negrita el sufijo de origen castellano^[39]^6:

55
paper CO_FormayFuncióntxt177 - : f. Sustantivo + sufijo temporal (-suca): (24 ), (51).

56
paper CO_FormayFuncióntxt177 - : g. Pronombre adyacente + raíz verbal + sufijo temporal (-suca): (2 ).

57
paper CO_FormayFuncióntxt293 - : El ejemplo 6b es un párrafo de cita doble que usa tres cláusulas yuxtapuestas para detallar lo que Ma’leiwa le dijo a Pülowi sobre lo que Ma’leiwa le decía al viudo. Con la primera cita, Ma’leiwa le exige quietud al viudo usando una estativa cualitativa en su forma llana que expresa tal mandato. La construcción citativa incrustada en la cita directa está en forma activa transitiva y habitual con sujeto prefijal de primera persona, puntualizando ser el punto de vista de Ma’leiwa, mientras que el sufijo se refiere al viudo quien recibe el mensaje y es, entonces, objeto indirecto . La última citativa está expresa desde el punto de vista del narrador mediante su más frecuente forma estativa masculina y, en este caso, omite el sujeto referente a Ma’leiwa.

58
paper CO_FormayFuncióntxt179 - : De hecho, los vecinos andinos de los guajes, de filiación quechua, marcan sus ríos con el sufijo -yacu o -yaco: yanayacu, ampiyacu, bariyaco, platayaco… Por su parte, la etnia de los uitotos, vecinos orientales de los guajes, delimita sus territorios con las formas iye, para los tributarios de los grandes ríos, e imani, para aquellos que desembocan en el mar . Los uitotos también disponen de etnónimos que nombran y distinguen clanes y castas de un conglomerado que recubre a los murui, a los muinan[DEL: i :DEL] , a los m[DEL: i :DEL] ka, a los m[DEL: i :DEL] n[DEL: i :DEL] ka y a los n[DEL: i :DEL] pode. Se trata de los sufijos [n[DEL: i :DEL] ]'gente' y [hen[DEL: i :DEL] ] 'clan o linaje', que permiten agrupar a los uitotos de Colombia, Perú, Ecuador y Brasil en una perspectiva más amplia de conjunto.

59
paper CO_FormayFuncióntxt259 - : Ahora bien, el verbo «me-» pospuesto a otro verbo parece haber iniciado también algún proceso de gramaticalización, pues se lo puede observar en algunas construcciones con pérdida del fonema /e/. Así «xo:» ('pensar'), hace «XO:-me» ('recordar'), pero en «XO:-m-č'e» ('extrañar') vemos claramente la pérdida de la vocal /e/. Vamos a volver luego sobre esta construcción. Otro verbo gramaticalizado es el que da lugar al sufijo iterativo:

60
paper CO_FormayFuncióntxt259 - : El verbo «xe:» ('pasar'), junto a «ate» ('romper') da lugar a la idea de 'atravesar'. En este caso, estamos frente a tres verbos, uno de los cuales, «r-» se halla gramaticalizado como sufijo aspectual. Es evidente que este sufijo proviene del verbo «re:» ('andar' ) que ha perdido sustancia fonética transformándose en un sufijo aspectual progresivo. El ejemplo 11 nos permite observar que las CSV habrían incluido hasta tres raíces verbales. En el ejemplo 12, observamos nuevamente el sufijo progresivo:

61
paper CO_FormayFuncióntxt259 - : En el ejemplo 14, lo vemos ya convertido en un sufijo resultativo, y como tal lo encontramos en los siguientes casos: «meʔq-Xe» ('retorcer (lana )-resultativo') que da como resultado 'hilar'; «m-wes-Xe» ('causativo-ser filoso-resultativo') da por resultado 'afilar'. En el ejemplo 15, volvemos a la construcción que vimos más arriba:

62
paper CO_FormayFuncióntxt259 - : En tehuelche, hemos identificado una clase con compatibilidades propias que hemos denominado infinitivo. Los miembros de esta clase son típicamente unidades que presentan una raíz verbal y un sufijo derivativo. Desde este punto de vista, se comportan como una unidad. Sin embargo, no pueden integrarse a ninguna de las clases de la lengua. Por lo tanto, no existe ningún morfema en tehuelche que presente las mismas compatibilidades que poseen estos infinitivos. El infinitivo tehuelche está formado por raíces verbales a las que se agrega el sufijo «-n ~ -j ~ -Ø» para nominalizarlo:

63
paper CO_FormayFuncióntxt290 - : Los sufijos (de)transitivizadores ocurrieron en el 35% de la muestra de input (es decir, 42 cláusulas)^[134]^17: 22 eran sufijos causativos transitivizadores (10 «-aɢat», 8 «-aɢan», 3 «-aqchet», 1 «-aɢanaɢan» ) y 20 eran el sufijo antipasivo detransitivizador «-aɢan». El ejemplo 3a de la [135]Tabla 1 ilustra el funcionamiento del sufijo causativo «-aɢan» que se combina con bases verbales intransitivas (‘jugar’ o ‘hablar’) y deriva verbos causativos (‘hacer jugar’, ‘hacer hablar’), y el ejemplo 3b, del sufijo antipasivo «-aɢan» que se adjunta a bases transitivas (como ‘lavar’ o ‘asar’) y remueve el argumento afectado (O), derivando verbos intransitivos con un único argumento. En relación con la diversidad de raíces a las que se añaden, «-aɢat» ocurrió con dos raíces, «-aɢan» causativo con cinco raíces, «-aqchet» y «-aɢanaɢan» solo con una raíz cada uno y «-aɢan» antipasivo con trece raíces.

64
paper CO_FormayFuncióntxt290 - : También se investigó la diseminación de estos morfemas entre los hogares cuyo input se analizó. Tanto el prefijo «r-», de baja transitividad, como el prefijo «i-», de alta transitividad, ocurrieron en el input de tres bebés. El prefijo «ø-» se observó en el input de uno solo. El único sufijo que apareció en el input de los/as cuatro niños/as target es el detransitivizador «-aɢan» . Los sufijos transitivizadores «-aɢan» y «-aɢat» aparecen en el input de dos bebés y «-aqchet» y «-aɢanaɢan» en el de un solo niño (Na).

65
paper CO_FormayFuncióntxt290 - : El 73% de las cláusulas con un N argumental siguiendo al verbo (V+N, un marco sintáctico asociado consistentemente a la expresión de la transitividad en el input) no presenta morfología (de)transitivizadora (ejemplo 8a). Estas cláusulas conforman la segunda combinación de propiedades más frecuente, tanto en el input total como en el HDN ([151]Figura 3). El 23% de las cláusulas V+N (es decir, seis cláusulas) contiene morfología transitivizadora y no está dirigido a niños/as (como se observa en el ejemplo 8b con el sufijo causativo «-aɢan», que permite añadir el O al verbo ‘jugar’: «saʔashaɢan» ‘jugar con algo’ ). En una sola oportunidad (en el HnDN), estas propiedades sintácticas (consistentemente asociadas en el input a cláusulas transitivas) coocurren con morfología detransitivizadora, indicando entonces valores de transitividad opuestos. Se trata de una cláusula intransitiva en la que la frase nominal posverbal expresa el S (y no el O como se observó frecuentemente en el inp

66
paper CO_FormayFuncióntxt290 - : ^3Según ^[325]Lidz et al. (2003), en kannada el sufijo «-isu» es un indicador infalible de causalidad directa . Además, es frecuente en la lengua (incluso más que el morfema de plural o dativo) y tiene solo un alomorfo «-is». No obstante, su ausencia no necesariamente implica una semántica no causativa, puesto que existen causativos léxicos. La lengua dispone también de causativos perifrásticos, que expresan causalidad indirecta, y morfemas de caso nominativo y acusativo no analizados en la investigación mencionada.

67
paper CO_FormayFuncióntxt290 - : ^6Además de los sufijos de caso, el turco dispone de un sufijo causativo «-ır», cuyo uso productivo por niños/as de 2 años fue documentado en distintos estudios citados por ^[327]Göksun et al. (2008). Como en kannada, la ausencia de este sufijo no es una señal infalible de que el significado no es causativo, porque el turco tiene verbos inherentemente causativos .

68
paper CO_FormayFuncióntxt256 - : ^[59]Gualdieri (1998, pp. 198-199) reconoce dos sufijos cuantificativos: uno para el plural y otro para el paucal . Estos sufijos constituyen pronombres cuantificacionales que habilitan la lectura de cuantificación universal ('la totalidad de x'). Allí se muestra brevemente su constitución interna, considerando que están formados por un clasificador y un sufijo cuantificativo (plural: «CL-a?o [60][0120-338X-fyf-32-02-19-ie13.gif] e»; paucal/dual: «CL-a?ke»). El clasificador base es siempre una copia del que introduce el sintagma cuantificado, con el que, además, presenta concordancia de número (Gualdieri, 2006, p. 6).

69
paper CO_FormayFuncióntxt74 - : Los ejemplos de derivación encontrados involucran dos sufijos: -gä, el cual participa en una nominalización desverbalizadora, es decir afecta raíces verbales, como en los casos: jatäguete ('saltar' ) + -gä → jatäguetegä ('saltador'), gore ('robar') + -ga → gogä ('ladrón'). Este sufijo también es mencionado por Kopesec (1975). El otro sufijo, -rei, no es tan productivo como el primero: aquel se añade a la raíces meri ('mujer') y brare ('hombre') para formar los términos merirei ('esposa') y brarei ('esposo').

70
paper CO_FormayFuncióntxt264 - : Así, encontramos ejemplos de nombres propios como argumentos no-sujeto Paciente de una oración transitiva con los sufijos de acusativo «-ima» y «-nči», sin que se justifique esta diferencia, y sin ejemplos que permitan aclararlo. Puede tratarse también de una apreciación inexacta por parte de Bridges en sus primeros análisis, pues el sufijo «-nči» es usado en los textos con un valor genitivo^[70]^3:

71
paper CO_FormayFuncióntxt264 - : Por otro lado, el sufijo identificado por Bridges como de dativo/ablativo «-ikaia» también aparece marcando el argumento no-sujeto Paciente en la oración transitiva (ejemplo 3a) y el argumento no-sujeto Receptor en la ditransitiva (ejemplo 3b):

72
paper CO_FormayFuncióntxt238 - : A continuación, se presenta el análisis acústico de la intensidad, la duración y el tono fundamental de ejemplos seleccionados de la [50]Tabla 1 -los ejemplos se examinan de acuerdo con las predicciones de ^[51]Schauer y Schauer (1978) para verbos con acento desplazable-. Según ^[52]Schauer y Schauer (1978), en «ata'akéhàmi» (ejemplo 2), el acento primario pasa de la raíz verbal a la primera sílaba del sufijo «ke» y el acento secundario aparece sobre la segunda sílaba del sufijo «ha»:

73
paper CO_FormayFuncióntxt238 - : Tomamos primero las raíces «kana» 'alumbrar' (ejemplo 13) y «hapa» 'trabajar, andar' (ejemplo 14), de las que proponemos que tienen el contorno tonal В y el contorno tonal A, respectivamente. Como se observa en las [133]Figuras 17 y [134]18, las dos vocales de cada raíz muestran entre sí un nivel de contorno de F[0] que se mantiene suficientemente similar (A o В, según el caso), y que contrasta al compararlo con los niveles de F[0] de los sufijos. Por el momento, no vamos a considerar la morfología de prefijos personales de las palabras verbales. En las [135]Figuras 18 y [136]19, se observa que el sufijo {-ka} 'POSITIVO' presenta, para cada caso, un contorno tonal contrario al de la raíz que lo antecede: con «kana» es alto, y con «hapa» es bajo . En consecuencia, postulamos que {-ka} toma el nivel tonal opuesto al tono de la raíz, un proceso de disimilación.

74
paper CO_FormayFuncióntxt79 - : En la lengua tikuna, Montes (2004, pp. 60, 144) describe el número como "una especificación no obligatoria del carácter plural o colectivo", mediante el sufijo -gü, pues la forma no marcada es el singular . Otro conjunto de sufijos se emplea para colectivos: -nekü, para vegetales, -ta para animales y -ãta para humanos. El plural también puede sufijarse a los pronombres personales de referencia plural y, aun más, sufijarse al predicado verbal en correferencia con un sujeto verbal, lo que ciertamente establecería una relación de concordancia, si bien esta es opcional. Veámoslo en algunos de los ejemplos que presenta la autora (Montes, 2004, p. 160):

75
paper CO_Lenguajetxt122 - : Se encontraron préstamos del inglés que los hablantes han adaptado morfológicamente. A estos se les adiciona algunos sufijos que cambian su categoría gramatical, como es el caso de “Closetera”, “Showsera”, y “Fashionista” . A los dos primeros casos, se les agregó el sufijo -ERA, de carácter denominativo para ambos, “closet-ERA” / “show-s-ERA” expresando “cualidad de”. Para “fashionista”, el sufijo es -ISTA, denominativo y que expresa “actividad”.

76
paper CO_Lenguajetxt153 - : Siguiendo la propuesta de segmentación de ^[52]Alcoba (1999) para el español, el sufijo -mos es un morfema ligado que marca simultáneamente número y persona (morfema acumulativo ). ^[53]Siewierska (2004) reporta que en las lenguas naturales los morfemas ligados que remiten a persona pueden aparecer como prefijos, sufijos, circunfijos (menos frecuentemente) e infijos (rara vez).

77
paper CO_Lenguajetxt153 - : Por otro lado, las entidades poseídas, cuando son alienables, llevan no solo la marca morfológica que señala al posesor, es decir un pronombre prefijado, sino que también llevan un sufijo - in o - se, como se observa en (80) y en:

78
paper CO_Lenguajetxt149 - : Presentación Se retoma la información correcta que hayan aportado los estudiantes y se adiciona información nueva sobre los afijos. Se explican los conceptos de prefijo y de sufijo, y se proveen ejemplos. Se presenta una lista de prefijos y otra de afijos frecuentes. (No necesariamente todos). También se presenta con proyector una lectura en la que se resaltan las palabras que presentan afijos. Se puede decidir presentar prefijos o sufijos independientemente o ambos en el mismo momento. Se analizan las palabras desde los afijos y desde el significado que aporta. Por ejemplo: sufijo “ness”: significado que aporta: estado de ser - vuelve la palabra sustantivo . happy : feliz - happiness: felicidad; sad: triste - sadness: tristeza. De esta manera se presentan varios ejemplos.

79
paper CO_Lenguajetxt136 - : Los sustantivos de género femenino van precedidos del anunciativo tü y seguidos del sufijo especificativo o particularizador -kalü, que se puede apocopar en -ká y en -kát:

80
paper CO_Lenguajetxt136 - : Algunos adjetivos en construcciones predicativas permanecen invariables, o sea que no van seguidos por el sufijo de género/número, ni van marcados para definitud, como se ve en los siguientes ejemplos:

81
paper CO_Lenguajetxt136 - : En conclusión, la categoría de la definitud se marca en wayunaiki en los nombres, en los artículos y en los adjetivos, cuando estos últimos son atributivos. En nuestros datos se encontró que la categoría de definitud asociada al nombre se marca gramaticalmente de la siguiente manera: el valor ‘definido’ se expresa a través del sufijo -ka-, al cual le siguen las marcas de género y número. El valor ‘indefinido’ se expresa por medio del morfema libre wanee , que se antepone al nombre, y al cual se le pueden sufijar marcas de género y número. Los artículos con el significado de ‘definido’ (chi, tü y naa) aparecen antes del nombre y establecen concordancia en cuanto a las categorías de definitud y número (y género en las formas singulares) con los sufijos nominales (-ka-i, -ka-t, -ka-na y -ka-lü-irua), como se muestra en la [65]Tabla 1:

82
paper CO_Lenguajetxt82 - : Este hombre enfatiza: "cuando hablábamos [quichua] (kichwap rimaptiykó)" y en quichua dice "Director uyarispá o maestros, escuelapi" (el director o los maestros escuchaban en la escuela). En los dos verbos (hablar y escuchar) aparece el topicalizador -qa. En estos casos, el sufijo -qa ha caído (está en grado cero): rimaptikuqa y uyarispaqa, respectivamente . De este modo el consultante enfatiza en que los castigaban por hablar quichua y no por otros motivos.

83
paper CO_Íkalatxt65 - : En (7), el sufijo –teca es la pista formal y semántica que nos remite al significado 'lugar donde se guarda algo' . En este sentido, el término ''clonoteca'' activa dos sentidos: uno, implícito, motivado por el sufijo –teca, y otro, explícito, [COLECCIÓN DE FRAGMENTOS DE ADN CLONADOS]. Los dos nos remiten a la categoría CONTENEDOR.

84
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt56 - : En relación con el origen de tizne, hay que apuntar que en español el sufijo -e es un derivado vocálico átono muy rentable (junto con -a y -o ) en la formación de sustantivos deverbales ^[36](Pena, 1980 y ^[37]2018). Según la gramática académica, estos sustantivos no eran frecuentes en latín, “pero crecieron rápidamente en español” (NGLE, 2009, p. 370) y su presencia fue aumentando con el tiempo, aunque de forma desigual: los terminados en las vocales -a y -o (ayuda, caza, cambio, ruego) irrumpieron con mayor fuerza en los textos primitivos que los que lo hacían en -e (alcance). Todos ellos, pero de manera especial los terminados en -e y en -o, fueron “ganando terreno desde el siglo XV” en un proceso de expansión que ha llegado hasta nuestros días con un gran rendimiento funcional, sobre todo en el español americano ^[38](NGLE, 2009, pp. 370-371; ^[39]Pena, 1980, ^[40]2012 y ^[41]2018).

85
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt65 - : En su investigación sobre los tiempos verbales del pretérito en el quechua del sur de Conchucos (Ancash, Perú), ^[30]Hintz (2007) encuentra equivalencias entre ciertas funciones de la estructura narrativa del pasado en quechua y del pasado en el español de hablantes bilingües quechua-español. En este trabajo, analizamos un conjunto de narraciones orales no experimentadas de hablantes nativos de español andino de la región Noroeste de la Argentina. Buscamos un posible correlato entre el uso evidencial y de efecto (affect) del sufijo quechua -na: y el uso del pretérito pluscuamperfecto del español andino . Mostramos que existe un correlato parcial entre ambas formas y que el pretérito pluscuamperfecto aparece con mayor frecuencia en ciertas partes de la narración, por lo general, acompañado de alguna de las formas del verbo decir como marcador metadiscursivo ^[31](Chang, 2018a y ^[32]2019).

86
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt65 - : verbal en el español andino del Noroeste de la Argentina (de ahora en adelante, NOA). Veremos cómo, por influencia del quechua, en esta variedad se amplía su uso como marca de género y se convierte en un rasgo dialectal. El apartado 3 estará dedicado a presentar la propuesta de ^[41]Hintz (2007), respecto de los usos del sufijo del pasado narrativo del quechua -na: como marca de evidencialidad y de efecto (affect ). Esta teoría nos será útil en el análisis que haremos en el apartado 4 acerca de qué funciones ha ‘heredado’ el pretérito pluscuamperfecto del pasado narrativo del quechua. Finalmente, propondremos algunas conclusiones.

87
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt65 - : Uno de los fenómenos estudiados en diversos dialectos del español andino es el uso y función que cumple el PP en los enunciados de sus hablantes. Distintos especialistas concuerdan en que una de las funciones que cumple esta forma verbal es la de marcador reportativo ^[65](Cerrón Palomino, 2003(1987(; ^[66]Escobar, 1994 y ^[67]2000; ^[68]Haboud, 1998; ^[69]Granda, 2001; ^[70]Palacios, 2005; ^[71]Mendoza, 2008; ^[72]Speranza, 2014, entre otros). Esto se debe a que el PP ha ‘heredado’ el significado del sufijo narrativo -ñaq/-šqa (del quechua) o -tay/-tä (del aimara) con el que se codifica el pasado no experimentado, es decir, una acción realizada sin la participación voluntaria, consciente o no, del sujeto .^[73]^3 En una situación de contacto de lenguas por sustrato (como es aquella en la que nació el español andino), la presencia latente del quechua o el aimara influye y provoca la actualización y/o reacomodación del significado y función del PP del español. Es decir, la función de marca

88
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt65 - : A continuación, presentamos un ejemplo con el uso del sufijo narrativo:

89
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt65 - : 3. Las funciones del sufijo quechua -na:/-šqa ^[77]^5

90
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt65 - : Los evidenciales del quechua son un tipo de sufijos cuya función básica es relacionar al emisor respecto de su enunciado en el acto de habla: el sufijo -mi indica ‘información de primera mano’, -ši señala ‘información de oídas’ y -ĉhi indica ‘información conjetural’ ^[87](Cerrón Palomino, 2003[1987] ).^[88]^10

91
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt65 - : Ahora bien, en el caso específico de relatos no experimentados por el hablante, ^[89]Hintz (2007) encuentra el uso de: el sufijo evidencial reportativo -shi (variante de -šhi), del sufijo del pasado narrativo -na: (variante del sufijo -naq ) y/o el adverbio unay ‘hace mucho tiempo´. Como explica la autora, estos elementos son usados al inicio de un cuento o leyenda para identificar el género discursivo, para establecer el marco leyenda. El reportativo -shi puede ser usado por el hablante para distanciarse de la situación que está describiendo y, de esta manera, presentarla desde la perspectiva de alguien más. Además, el pasado narrativo -na: y el marcador evidencial -shi a veces son usados juntos al final del relato, a modo de cierre del marco leyenda.

92
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt65 - : Hintz encuentra que el sufijo -na: aparece en ambos tipos de estructuras narrativas: periféricas y centrales . Por un lado, cuando aparece en partes periféricas de la narración, sobre todo en la orientación, este sufijo marca la evidencialidad y la perspectiva tomada por el hablante (es decir, desde qué lugar cuenta la historia); además está asociado con un efecto (affect) neutro. Por el contrario, cuando aparece en partes centrales de la narración, expresa el efecto (affect) negativo que el contenido del discurso causa al hablante: vergüenza, angustia, enojo, etc. Veamos los siguientes ejemplos:

93
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt65 - : En el ejemplo (12), el hablante se dispone a contar una historia. Para ello, usa el sufijo -sh (-šhi) para indicar que la fuente de información es ajena (él no experimentó lo sucedido, sino que se lo contaron o lo escuchó ‘de oídas’) y marca el género narrativo con el sufijo -na:. En el ejemplo (13), en cambio, el uso del sufijo -na: está indicando el efecto (affect) negativo que genera la situación en el hablante: siente vergüenza frente al contexto del robo y de que los demás hayan acusado a un inocente .

94
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt65 - : De las 52 entrevistas que realizamos para aquella investigación, hemos seleccionado 20 relatos sobre acontecimientos no experimentados (historias y leyendas) en los que aparece el PP. Como dijimos en la introducción, el objetivo de este trabajo es analizar la función de marca de género narrativo del PP en las distintas partes de la estructura de la narración. Siguiendo a ^[104]Hintz (2007) que, como vimos, encuentra una equivalencia entre ciertas formas verbales del quechua y formas verbales del español andino en hablantes bilingües, evaluaremos si existe o no un correlato entre el lugar de la narración en el que aparece el sufijo del pasado narrativo -na: y el PP del español andino del NOA, y la función que este cumple .

95
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt65 - : En el ejemplo (14), el hablante toma el lugar de narrador de la historia y da información sobre los personajes y la situación del relato. Para dejar en claro su lugar en la enunciación, usa la construcción dice que con función metadiscursiva: marca, así, el paso de la conversación cotidiana a la del discurso del narrador. Además, refuerza el ‘ingreso’ al marco género narrativo con el PP, con el que genera un distanciamiento evidencial. Por su parte, en el ejemplo (15), antes de iniciar el relato de los eventos, la hablante da cuenta de la situación de las personas y la situación. Para ello, tanto el dice que narrativo (‘cuentan que’, ‘se dice que’) y el PP indican distanciamiento evidencial: es decir, marcan que la fuente de información es externa. Así pues, encontramos un correlato entre el uso del sufijo narrativo -na: del quechua y el uso del PP en el español andino del NOA . Ambos aparecen en la parte de la orientación de la estructura narrativa y son marcas de género narrativo

96
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt65 - : Como ocurre en la orientación, en la parte de la resolución el PP cumple la función de marca de género narrativo, tal y como ocurre con el sufijo -na: en el quechua del sur de Conchucos (Hintz, 2007 ). En el ejemplo (16), el hablante pudo haber elegido el pretérito simple para concluir la historia (‘…al final, salieron [de la Salamanca]’). En este caso, el PP no marca un pasado del pasado; su uso indica a los interlocutores que el marco sigue siendo el género narrativo. Esta marca, de lugar de narrador, que la hablante sostiene en el discurso se refuerza con el uso del dizque narrativo: la narradora agrega un parte más al final de la historia, y la señala con el marcador metadiscursivo. En el ejemplo (17), el dice que y el PP marcan el inicio del desenlace de la historia. El final de la historia pudo haber sido ‘…y se lo tragó el mandinga’; sin embargo, se trata de un desenlace basado en una creencia popular, y el hablante decide marcar la distancia evidencial (indicar que la fuente de in

97
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt65 - : Por otro lado, como vimos en el apartado 3, Hintz propone que el resumen y la acción complicante son partes centrales de la estructura de la narración. En ellas, el sufijo -na: marca el efecto (affect ) negativo que causa el contenido del enunciado en el hablante (expresa su vergüenza, enojo, etc.).

98
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt65 - : Como ya dijimos, en el caso del quechua, Hintz encuentra que en partes centrales de la narrativa (como la acción complicante o el clímax), el hablante usa el sufijo de pasado narrativo -na: para indicar el efecto (affect) negativo que le causa el contenido del discurso: vergüenza, angustia, etc . Como podemos observar en los ejemplos (19) y (20) y ocurre en los demás casos de aparición del PP en la acción complicante de las narraciones de nuestro corpus, no existe correlato entre el uso del sufijo -na: del quechua y el PP con función de marca de género narrativo en el español andino del NOA. Tanto en la acción complicante como en el clímax, el PP cumple la misma función que en las partes periféricas de la narración: indica un distanciamiento evidencial. En otras palabras, señala que la fuente de información es externa. Es por ello que se convierte en una herramienta de marca de género narrativo para el hablante, muchas veces junto con alguna de las formas del verbo decir.

99
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt65 - : En el español andino del Noroeste de Argentina, el pretérito pluscuamperfecto con función de marca de género narrativo aparece, tanto en partes periféricas como centrales de la estructura narrativa. Por un lado, cuando los hablantes lo usan en partes periféricas de la narración (resolución o resumen), cumple una función de distanciamiento evidencial. El hablante usa esta forma verbal para señalar que toma el lugar de narrador de la historia que relata, tal y como lo hace el sufijo narrativo del quechua -na:. Por otro lado, cuando aparece en las partes centrales de la narración (la acción complicante o el clímax), también cumple la función de distanciamiento evidencial; pero, a diferencia del sufijo -na: del quechua, no indica el efecto (affect ) negativo que causa el contenido del enunciado en el hablante (vergüenza, enojo, indignación, etc). Por lo tanto, existe un correlato parcial entre el uso del sufijo del pasado narrativo del quechua y el pretérito pluscuamperfecto en el español andin

100
paper PE_Lexistxt51 - : Messineo (2003: 169) describe, además, el uso del sufijo -oʔ, fundamentalmente junto a verbos, con el fin de codificar "evidencialidad indirecta", es decir, que la información que brinda el hablante no ha sido verificada por él mismo, sino obtenida de oídas . En un estudio más reciente, el morfema -ʔo es analizado en el marco del proceso de gramaticalización del aplicativo -ʔot ‘debajo’ (Censabella 2011: 55-60). Esto produce que, en textos libres narrativos, el aplicativo aparezca con rastros de erosión fonológica y con una nueva función: con verbos dicendi y conectores causativos se lo utiliza como un marcador catafórico de prominencia discursiva. Es decir, indica la ‘importancia’ o ‘prominencia’ de la información expresada en las cláusulas que siguen en el relato.

101
paper PE_Lexistxt51 - : En cambio, solo cumplen función adnominal cuando integran bases demostrativas exofóricas visibles junto al sufijo -ho ‘exofórico visible’ (17)^5 y únicamente pronominal en las bases demostrativas exofóricas no visibles, es decir cuando ocurren junto al sufijo -ha ‘exofórico no visible’ (18) (Carpio 2012: 44-55 ).

102
paper PE_Lexistxt54 - : er con la metodología de las entrevistas. Como ya hemos mencionado, las personas monolingües eran normalmente muy mayores, algunas ni siquiera sabían cuántos años tenían. Para muchas de estas personas la respuesta a los estímulos en forma de fotos era una tarea demasiado abstracta, o sea, que las respuestas no acertadas eran mucho más frecuentes que en otras categorías observadas. Además, por problemas comunicativos era más difícil explicar a estos participantes que la respuesta deseada comprendía la palabra sin ningún sufijo. Como la gente se expresaba de manera natural, muchas veces recibimos la respuesta en forma: ipiakuiti, que contiene la palabra ipiak + la vocal u pronunciada de manera plena + verbalizador it + sufijo de tercera persona singular i, que en total significa: "es achiote" . En el capítulo 2 explicamos que las vocales susurradas aparecen solo a final de palabra o enunciado y cuando se añade algún sufijo estas vocales se realizan de manera plena. Las respuestas de las

103
paper PE_Lexistxt39 - : Debido a que, en (50), el predicado acabar implica que el tema x (la cena) alcanza un nuevo estado (E[R]), hay una contradicción. Asimismo, dado que, en (51), el predicado salir implica que el tema x (Juan) alcanza una nueva posición (E[R]), hay una contradicción. En cambio, puesto que los predicados tocar y golpear no implican el estado resultante E[R] de los papeles y el carro respectivamente, en (52, 53), no hay contradicción. Nótese que la construcción copular de (49) no siempre es posible, como para (51): está salido es agramatical. Del mismo modo, el sufijo -doimplica cuestiones comoel cambio en la estructura argumental del verbo al cual se adjunta, así como la posibilidad de su funcionamiento como adjetivo, entre otros (RAE 2009: 2085 ). Por ello, utilizaremos mayormente los esquemas de (47, 48) y solo usaremos (49) cuando los primeros no brinden resultados completamente transparentes.

104
paper PE_Lexistxt15 - : en desuso, tiene la particularidad de portar al mismo tiempo el sufijo –sh, vigente aún en los dialectos centrales, que le confiere a la raíz la propiedad referida por esta: el color azul . El topónimo cerreño, por su parte, es un compuesto formado por raíces privativas del quechua juninense: ‘estrella’ e ‘caer’, seguido del sufijo –shga, que es la forma que adquiere el participial quechua. En cuanto a , estamos ante una forma reduplicada de la raíz , que es evolución particular de /wasi/ ‘casa’ en la región de la cordillera central-occidental. Finalmente, con respecto al nombre de las ruinas que quedan en las alturas de Ahuac (Huancayo), nos hallamos también ante un compuesto formado por ‘amarillo’ y ‘barro’, voces propias del dialecto huanca, pero que han sido cuzqueñizadas erráticamente, al restituírseles la /r/, pero dejando de lado la /q/ originaria de *qarwa ‘amarillo’, que en el dialecto desaparece de manera regul

105
paper PE_Lexistxt90 - : Por otro lado, a propósito de su análisis sobre , Salas busca explicar cómo un derivado del verbo puede cumplir múltiples funciones, sin advertir la importancia del sufijo nominalizador <–Vc> (2012: 53 ). Este es un elemento altamente productivo y versátil, características que, desde un punto de vista translingüístico, no son extrañas,^11 y debería incluirse en un análisis del sistema de nominalizadores léxicos^12 del mochica, al que tampoco recurre Salas.

106
paper PE_Lexistxt90 - : En primer lugar, puede segmentarse en y <-æss>, como también advierte Salas, quien además reconoce tímidamente que este sufijo <-æss> es "simplemente un morfema de posesión mochica" (2012: 73 ). Según Eloranta (en prensa/a), este sufijo es uno de los dos sufijos relacionales propios de una construcción posesiva alienable en lengua mochica. En una construcción posesiva alienable, el elemento poseído es no-relacional. Al hablar de nombres alienables, Haspelmath menciona que, por lo general, estos requieren marcación morfológica en una construcción posesiva (2006: 9). Esta marca tiene la función de ser un elemento relacional. Para este fin, en mochica se cuenta con dos sufijos: <-Vd> y <-(V)ss)>. Los sufijos relacionales de posesión alienable <-Vd> —con las opciones de <-æd>, <-ad>— y <-(V)ss> —con las opciones de <-iss>, <-æss>, <-uss>— se encuentran en distribución complementaria.

107
paper PE_Lexistxt90 - : La otra forma para referirse a ‘corazón’ y ‘bazo’ era (Carrera 1644: 180), que exige la presencia del sufijo <-quic> cuando se encuentra en su forma absoluta, es decir, fuera de una construcción posesiva . Este <-quic> es el sufijo absolutizador, e implica, además, un nombre que puede ser encontrado en una construcción posesiva inalienable. Existe, también, otra considerable diferencia entre y , que radica en las extensiones semánticas de . En Carrera (1644), se puede encontrar que significa ‘la varriga, el coraçon, la uoluntad’ (116); así mismo, aparece como ‘con intención’, ‘adrede ò a proposito’ (160) y ‘de buena gana’ (103); puede también ser vientre, pues en los textos religiosos referidos a la Virgen María hay referencias a su vientre (205, 206, 207, etcétera).

108
paper PE_Lexistxt90 - : En el apartado 4.4., denominado "Realización del esquema de contenedor" (Salas 2012: 153-154), el autor intenta explicar la recurrencia de un sufijo presente en los términos de partes del cuerpo registrados en Carrera (1644: 177-180 ). Para él, las secuencias y "compartían un mismo elemento lingüístico: -tæ-", al que considera un infijo que interpreta como "recipiente" o "contenedor"; de esta forma, decide, para explicar este caso, valerse de la noción del "esquema del contenedor" como esquema semántico básico que delimita en su interior un espacio. Dice, además, que, a partir de la reflexión de la gramática de Carrera de 1644, infiere y descubre "metáforas ocultas, significados desconocidos y formas que no nos han sido facilitadas de modo explícito" (Salas 2012: 153).

109
paper PE_Lexistxt90 - : La presencia del sufijo nominalizador locativo <-tVc> se evidencia en diferentes términos de partes del cuerpo, atestiguados con las terminaciones <-tic>, <-tæc>, <-tuc>, <-tær>, <-tærr>. Los sufijos <-tær>, <-tærr> serían las formas poseídas terminadas en <-r> correspondientes a las nominalizaciones que forman parte de construcciones posesivas, mientras que los sufijos terminados en <-c> son las formas absolutas, es decir, no poseídas .

110
paper PE_Lexistxt113 - : Los casos contrarios en los que un lexema castellano se une a un morfema quechua son muchos menos y resaltan los que presentan el sufijo aumentativo, con un matiz burlesco, sapa o zapa. Un significado parecido al de sapa es el del sufijo aumentativo castellano -azo/a^[94]^15, que es muy recurrente tanto con adjetivos, grandazo o buenazo, como con sustantivos, otorongazo o solazo, e incluso con algún adverbio, como lejazos (^[95]Calvo 2012: 64, 65, 79, 180, 121 ).

111
paper PE_Lexistxt139 - : Modernamente las expresiones adverbiales numerales distributivas se consideran formadas mediante el elemento -nka, considerado como un sufijo, que se agrega a la raíz numérica o cuantitativa, cuando esta acaba en vocal: así, en tawa-nka ‘a cada uno, cuatro’, o chunka-nka ‘a cada uno, diez’ ; cuando, sin embargo, la base termina en consonante se tiene iskay-ni-nka ‘a cada uno, dos’, o isqun-ni-nka ‘a cada uno, nueve’, etc. En todos estos casos, como se aprecia, no aparece la variante colonial tras consonante, pues en su lugar lo hace el morfema que acabamos de identificar, es decir -nka, con el auxilio del estribo -ni para poder engarzarse a la base. Este elemento, conocido tradicionalmente dentro de la lingüística quechua como "morfo vacío", juega un rol importante en todos los dialectos modernos del quechua, como un linker, socorrido no solo para satisfacer la estructura silábica de la expresión derivada en cuestión sino también por razones puramente eufónicas

112
paper PE_Lexistxt139 - : Nótese ahora que las formas modernas de expresiones como , , por un lado, y y , por el otro, se dan como /huk-ni-nka/, /pusaq-ni-nka/, /suqta-nka/ y /chunka-nka/, respectivamente, donde se observa claramente que las bases numerales (o en buena cuenta cualquier base nominal) acabadas en consonante requieren del morfo vacío -ni obligatoriamente. Y ocurre, conforme vimos, que este elemento aparece justo en el mismo casillero que ocupaba la /i/ de , con la cual se podía conmutar exactamente. Ello prueba definitivamente que la /i/ de no formaba parte del elemento postpuesto -en verdad sufijo, digámoslo de una vez-, y que, por consiguiente, tenía el mismo estatus que el de un morfo vacío, a menos que se quiera decir que la /i/ de -ni es la misma de , en cuyo caso saldría sobrando *-n, que no sabríamos decir qué morfema es . Con lo que queda suficientemente demostrado el error de conmutación morfológica en que incurre el colega Itier,

113
paper PE_Lexistxt139 - : jemplo, en Cusihuamán 1976: cap. 7, § 7.22.8), se perdió definitivamente la pista de la existencia del morfo vacío -i. Lo que a su vez dio lugar a la identificación errática del falso morfema *-qi, considerado como "sufijo insólito", nada menos que por alguien que trabajó medio siglo con documentos coloniales, como fue el caso de Gérald ^[80]Taylor (2000: 60 ), generoso amigo que nos dejara recientemente; y peor aun por Julio Calvo, aunque en este caso no sorprenda, como cuando analiza como conteniendo los sufijos "Agentivo + Enfático o Validador (-qi-n)" (^[81]Calvo 2013: I, 42). Para remate, como era de esperarse, este mismo autor analiza nuestro sufijo numeral distributivo como -inka/ -inkanka, al igual que Itier y los gramáticos coloniales. Resulta realmente inesperado, por no decir ingenuo, cómo personas consideradas lingüistas o filólogos, veteranas en algunos casos, puedan caer en semejante análisis desastrado de los datos. Para ello solo tenemos una respuesta: y es que a

114
paper PE_Lexistxt139 - : Ahora bien, en relación con la temprana adopción de -ni en el quechua, el mejor argumento que podría aportarse es el hecho de que, hasta donde sabemos, ningún dialecto de la lengua es ajeno a su empleo auxiliar dentro del sistema flexivo nominal cuando la base por flexionarse acaba en consonante, justamente en el contexto en que previamente se echaba mano de -i, conforme se vio. Lo propio podría decirse, según se pudo apreciar también, de su concurso en la derivación de los numerales distributivos. En ambos casos, como se dijo, el recurso a -ni es de orden estructural, y, por consiguiente, obligatorio. No ocurre lo mismo, sin embargo, con su empleo en otros contextos, en los cuales su participación es opcional, y hay dialectos que simplemente no lo requieren. Tal es el caso, por ejemplo, del quechua ancashino, en el que la derivación de formas posesivas con el sufijo -yuq, cuando la base acaba en consonante, no requiere del auxilio de -ni (^[87]Parker 1976: cap . 4, § 4.13.12). El hecho de

115
paper PE_Lexistxt139 - : ^19En verdad este procedimiento no es novedoso en el autor, ya que fue el mismo que siguió para postular el significado de la raíz verbal pre-proto-quechua **ya- (en verbos de movimiento del tipo ya-yku- ‘entrar’, ya-rqu- ‘salir’, etc.), manifiesto, según el autor, en el verbo actual yaĉa- ‘saber’ (yacha-, en el quechua sureño), a partir del actual sufijo verbalizador -ya, que “indica el paso de un estado a otro, es decir el cruzar un límite cualitativo” (Itier 1993: 153-154 ). Todo ello, sin prestar mucha atención al hecho de que el quechua-huanca es uno de los pocos dialectos que registra la raíz ya-, con el significado prístino de ‘saber’, como en ya-y ‘juicio, razón’, forma nominalizada, de manera que ya-y-ni-yuɂ es una persona entendida, con juicio y razón, mientras que ya-şɂa es sinónimo de ‘persona sabia’ (proto-radical presente también en **ya-rpa- ‘recordar’). No obstante haberle proporcionado estos datos, el colega siguió adelante con su propuesta, de

116
paper PE_Lexistxt126 - : ^[119]Salas (2006) menciona las mismas estrategias de negación ya revisadas. Sin embargo, distingue la negación en subjuntivo hipotético negativo, donde se incorpora el morfema nu o -no, como en pi-no-l-mi mi ruka lif nieael ‘si no quieres tener tu casa limpia’ (^[120]Salas 2006: 146), del subjuntivo volitivo negativo, que se realiza a través del sufijo -ki, como en kon-ki-l-iñ ‘¡no entremos!’ (^[121]Salas 2006:146 ). Estas formas pueden reforzarse opcionalmente agregando el morfema -no ̴ -nu, lo que resulta en kon-kino(nu)-l-iñ. Por último, Salas señala que el sufijo -ki puede ser opcionalmente reforzado con -no ̴ -nu, con ocurrencia obligatoria del sufijo -l del subjuntivo (irrealis). En su síntesis, señala que la lengua niega por medios morfológicos y distingue entre las tres formas -la para indicativo, -nu o -no para subjuntivo hipotético, y -ki...-l o -kino…-l tanto para el subjuntivo volitivo como para para el modo imperativo.

117
paper PE_Lexistxt126 - : En cuanto a la negación estándar, como ya bien se ha señalado en la literatura revisada, el morfema de negación estándar del mapudungun es el sufijo -la, tal como se observa en (30) y (31):

118
paper PE_Lexistxt126 - : En cuanto al modo imperativo, la negación se marca por medio del sufijo -ki (33b) y (34c), o -ki-nu (34b y d):

119
paper PE_Lexistxt126 - : ^17La forma no finita con sufijo -lu puede utilizarse en lugar de la forma finita (en este ejemplo: amu-la-ya-y ) para referirse al futuro. Las razones de dicha alternancia no han sido del todo esclarecidas.

120
paper PE_Lexistxt10 - : Veamos los paradigmas correspondientes al verbo intransitivo ‘trabajar’ y el verbo transitivo ‘golpear’ en shawi. El sufijo sufijo -ra ~ -r corresponde al no-futuro del indicativo .

121
paper PE_Lexistxt10 - : Para la lengua shawi Hart (1988: 274) consigna el sufijo /-ʃa/ que traduce como ‘cariñosamente’. Sin embargo, al menos hasta el momento, no se ha descrito un proceso de palatalización comparable al constatado en shiwilu (Barraza 2007; Hart, Hart y Powlison 2008[1976]). Rojas Berscia también asocia el sufijo shawi /-ʃa/ con su correspondiente quechua (2013: 33 ).

122
paper PE_Lexistxt10 - : La evidencia externa que acabamos de proporcionar nos permite argüir que la partícula prohibitiva aner podría haber presentado la forma ani en proto-shiwilu. Precisamente, esta forma es casi idéntica a la que presenta la partícula negativa/prohibitiva aimara, /hani/.^35 El ejemplo que sigue proviene del aimara tupino. Como en kawapana y quechua, el elemento negado requiere de un sufijo concomitante de negación:

123
paper PE_Lexistxt10 - : Coincidentemente, el aimara altiplánico registra un sufijo verbal benefactivo formalmente idéntico al sufijo proto-kawapana, es decir, -rapi (el marcador de caso benefactivo aimara es -taki ).^36 Considérese la siguiente oración ilustrativa:

124
paper PE_Lexistxt10 - : Shiwilu posee un aplicativo de forma -pa’ que cumple funciones asistiva, comitativa, y proximativa^37 (Valenzuela 2014a). Este morfema es muy similar al sufijo quechua -pa: (quechua I) ~ -pa (quechua II), que también se comporta como aplicativo (Adelaar y Muysken 2004: 229-30 ). Comparemos los datos proporcionados que siguen. En (36) la sufijación de -pa’ a la raíz intransitiva shiwilu nerku’-‘remar’ resulta en el tema transitivo nerku’-pa’-‘ayudar a remar’. De modo similar, observamos en (37) que el verbo intransitivo quechua ayku-‘reír’ requiere de un objeto tras la sufijación de -pa:

125
paper PE_Lexistxt10 - : A pesar de su identidad funcional y el hecho de que ocupan la misma posición en el verbo, no es posible determinar con certeza si ek-e ichi-son cognados. En cambio, el prefijo shawi se asemeja en forma y función (aunque no en distribución) al sufijo asistivo quechua -ysi (quechua II) ~ -wshi (quechua I) (Adelaar y Muysken 2004: 229), como en llamk’a-‘trabajar’ > llamk’a-ysi ‘ayudar a trabajar’ (Cerrón-Palomino 1994: 122 ).^39

126
paper PE_Lexistxt10 - : ^24 Inesperadamente encontramos en este grupo algunos términos de partes del cuerpo como kankan ‘hígado’, ain ‘pelo’, ninupi ‘corazón’, chichirin ‘intestino. Existe un tercer grupo de nombres "híbridos", que pueden o no tomar el sufijo -ne antes de ser poseídos, entre ellos: tata ‘papá’, mama ‘mamá’, imira ‘mano’, tuna ‘muslo’, muhtu ‘cabeza’, nante ‘pie’ (Barraza 2005: 90-93 ). En shiwilu algunos términos de parentesco presentan una terminación especial cuando son poseídos por la tercera persona: wila-wek ‘mi hijo’, wila-pen ‘tu hijo’, willin ‘su hijo’ (*wila-nen).

127
paper PE_Lexistxt10 - : ^39 Rojas Berscia (2013: 97) considera más plausible que ichi-provenga del causativo muniche -ʃtiʔ (Luke Gibson 1996: 46). Dicho autor también llama la atención hacia el sufijo -ishi del aimara tupino o central, el cual participa en la derivación que da lugar al verbo yanh-ishi‘ayudar’ (Hardman 1983: 86 ). Dado que el sufijo en cuestión es reconstruible para el proto-quechua, mas al parecer no para el proto-aimara, lo más probable es que el sufijo tupino sea de origen quechua (Cerrón-Palomino 1994: 122).

128
paper PE_Lexistxt112 - : Especialmente destacan los derivados adverbiales formados con el sufijo -mente (con chocantes desplazamientos semánticos: morenamente, pelirrojamente) y los adjetivos denominales construidos a partir de un nombre propio (especialmente de escritores, pensadores o artistas plásticos de los que se destaca, por antonomasia, una cualidad: mondrianesco, karamazófico, wellingtoniano, etc .):

129
paper PE_Lexistxt114 - : La lengua, además, muestra otros dos mecanismos para expresar relativas: el primero es el uso de un interrogativo como subordinante-relativizador; este mecanismo puede considerarse innovador si asumimos que este procedimiento puede ser resultado del contacto entre lenguas, específicamente el español^[75]^16; el segundo consiste en el uso de un marcador discursivo polifuncional. Las construcciones con interrogativo introduciendo una construcción relativa se ilustran en (20) y (21). En (20), una relativa de objeto muestra un interrogativo complejo, ya que el sufijo -kiga se ha añadido al margen derecho del interrogativo: aita-kiga ‘qué-rel’, dejando al verbo de la relativa con morfología propia de una cláusula finita . Esta propiedad se observa en el truncamiento perfectivo de la raíz verbal:

130
paper PE_Lexistxt114 - : Finalmente, en relativas de oblicuo, de compañía o locativo, respectivamente, (30) y (31), el subordinante ʃianki puede ocurrir acompañado de un sufijo, -kidi, cuyo valor semántico indica compañía o instrumento, como en (30), o bien, cuando su forma cambia a ʃiako, el verbo ocurre nominalizado, como en (31):

131
paper PE_Lexistxt114 - : Cabe notar que, a pesar de que el tarahumara destaca por la ausencia casi total de relativas con morfología nominalizadora en el verbo, es posible encontrar casos en los cuales este elemento ocurre marcado con un sufijo - a , que a su vez debe ser analizado como cognado del que ^[84]Miller (1996) denomina participio en guarijío y que se ilustró en (13-15). En tarahumara, este sufijo es más frecuente con cláusulas de complemento verbal (Estrada-Fernández y Villalpando ms.), no así en las relativas. Sin embargo, al contrario que en guarijío, en el cual el sufijo - a caracteriza a las relativas de objeto, en tarahumara se manifiesta en una relativa de sujeto como en (36), lo cual podría ser una propiedad tipológica que distinga entre las dos lenguas:

132
paper PE_Lexistxt13 - : ^37 Aquí el sufijo "me" es un pronombre personal, acusativo de la primera persona (pronombre pleonástico de «mi» que se repite en los versos 4 y 6 ), objeto o complemento directo del verbo «querer».

133
paper PE_Lexistxt73 - : El quechua pertenece al tipo de lenguas que marcan la evidencialidad de forma gramatical. Cerrón-Palomino (2003) explica que estos sufijos, a los que él denomina validadores, relacionan al emisor con su propio enunciado en el acto de habla. El sufijo –mi indica que la información expresada en el enunciado es de primera mano, es decir, el hablante recibió la información porque él mismo la experimentó . El sufijo –si/-shi señala que la información expresada fue obtenida ‘de oídas’, es decir, fue recibida de otra persona. Finalmente, el sufijo –cha le otorga a la afirmación un carácter conjetural, es decir, el hablante tiene indicios de lo expresado por el enunciado.

134
paper UY_ALFALtxt154 - : ^[84]Bascom (1982), observa que las construcciones relativas no-finitas de tepehuano del norte se obtienen a través de un sufijo nominalizador -kame/-kami (glosado por el autor como participio, prtc), como se ilustra en (13):^[85]^16

135
paper UY_ALFALtxt154 - : Enguarijío de Arechuyvo, Chihuahua (^[87]Miller 1996: 179), así como en warihío del río (Félix 2007: 82-83), las construcciones relativas se forman mediante el sufijo derivativo -me, cognado del identificado por Bascom para el tepehuano del norte:

136
paper UY_ALFALtxt154 - : El sufijo nominalizador -me ~ -yame no se observa en relativas de objeto, ya que en estas construcciones el sufijo nominalizador es -a .

137
paper UY_ALFALtxt154 - : En tarahumara, el sufijo nominalizador -ame, que alterna con -me, también está restringido a las construcciones relativas de sujeto:

138
paper UY_ALFALtxt154 - : En construcciones relativas de sujeto en yaqui, también se observa un sufijo cognado del nominalizador-(ka)me:

139
paper UY_ALFALtxt220 - : El primer artículo de la cuarta parte, dedicada a las lenguas no indoeuropeas, “Two kinds of epistemic modality in Hungarian”, Ferenc Kiefer aporta una visión general sobre las expresiones epistémicas en húngaro, a partir de la discusión sobre los dos tipos de significados que pueden adquirir los sufijos -hat/-het: posibilidad epistémica y probabilidad evidencial ; ambos, con estructuras particulares. Los datos que aporta le permiten concluir que esta distinción es sistemática en húngaro y que se debe al relativo orden libre de las palabras en esta lengua y a que el constituyente focalizado normalmente debe ocupar la posición inmediatamente precedente al verbo. El dato más revelador que presenta quizás sea el hecho de que la posibilidad se exprese mediante un sufijo verbal, lo cual no ocurre en la familia de lenguas ugrofinesas.

140
paper UY_ALFALtxt153 - : Hay varios casos con el sufijo quechua -sca:

141
paper UY_ALFALtxt150 - : En akabea y las demás lenguas gran andamanesas, la situación es más compleja. Las lenguas están muertas y no hay ninguna grabación sonora. La única evidencia consiste en las declaraciones explícitas de los autores sobre la posición del acento y su práctica respecto a la división en palabras ortográficas. La regla general en estas lenguas es que el acento cae en la primera sílaba de la raíz (Zamponi y Comrie en prep.: Secc. 2.4). Es evidente que esta regla no se puede aplicar a palabras que no tienen raíz. En el caso de formas verbales sin raíz que consisten exclusivamente en un sufijo, el principio seguido por los autores es unir ortográficamente el sufijo a la palabra precedente, como en los ejemplos (14)-(20) y (25), y esto nos permite suponer que el resultado es una única palabra fonológica . Si la forma verbal sin raíz tiene uno o más prefijos (y/o eventualmente un proclítico), la secuencia forma una palabra ortográfica independiente, como en (21b), (22), (23a), (24) y (28), y plausi

142
paper UY_ALFALtxt150 - : Es igualmente interesante notar que los mismos significados de las raíces verbales sujetas en akabea a elisión intraclausal, en algunas otras lenguas, son expresados por raíces verbales que tienen un alomorfo desprovisto de forma fónica (véase ‘estar en movimiento’ en madi (dialecto jarawara), lengua arawá de Brasil (ejemplo (36)) y el [79]cuadro 2 para una lista de otros casos señalados en la literatura) o por raíces que quedan siempre silentes, como en el caso de ‘moverse a pie’ en el nimboran [nir] (familia nimboranica) de Papúa Occidental, en formas que, sin embargo, incluyen obligatoriamente un sufijo direccional que implica movimiento (^[80]May 1997: 105-106 ) (37), y de ‘golpear, matar’ en el bukiyip [ape] (familia torricelina nuclear) (38) y en el selepet [spl] (trans-neoguineano nuclear) (39) de Papúa Nueva Guinea.

143
paper UY_ALFALtxt149 - : ^27El fenómeno, especialmente en relación con el sufijo *-wi, ha sido detectado y estudiado en Cerrón-Palomino (2008: II-3, § 2 ).Quedaría otra explicación, esta vez dentro del mismo puquina; y es que esta lengua registraba el sufijo enfático <-au> ~ <-ao> (Adelaar y van de Kerke 2009: 141), y no es forzado pensar que una forma como *ata-aw haya podido contraerse en ataw. En cualquier caso, queda fuera de toda duda el registro de como forma radical irreductible, cosa que resulta patente en la toponimia puquina (ver nota 30).

144
paper UY_ALFALtxt92 - : [198][13] En tapiete, como en otras lenguas de la familia, el sufijo de futuro es el resultado de un proceso de gramaticalización del verbo desiderativo pota 'querer' . Este es un proceso común a las lenguas guaraníes y, en general, muy frecuente en las lenguas del mundo [199](Bybee, Perkins y Pagliuca 1994: 254). En guaraní paraguayo, lengua de acentuación aguda, el sufijo de futuro es -ta. El tapiete es una lengua de acentuación grave, por lo que la sílaba acentuada del verbo es la que se gramaticalizó como sufijo de futuro -po.

145
paper UY_ALFALtxt7 - : En este trabajo, se describen las unidades que componen cada una de estas categorías nominales en toba ñachilamoleʔk y, además, se analiza la interacción sintagmática de los morfemas que codifican número y posesión en el nombre poseído. En lo que respecta a la relación sintagmática entre los afijos de número y posesión en lenguas de la familia guaycurú, solo [43]Najlis (1966: 45) plantea que, en abipón, ''el sufijo de plural puede estar seguido por la segunda parte del morfema discontinuo de segunda persona poseedora'' pero que se trata de un tipo de construcción poco documentado y proporciona dos ejemplos: gratet-ri-i ‘tus muslos’ y greta-l-i-i ‘vuestros padres’ . En toba ñachilamoleʔk, el orden de los morfemas que expresan plural del poseedor de segunda persona y plural del nombre poseído es: persona del poseedor-nombre poseído-plural del nombre poseído-plural del poseedor. Como sostiene [44]Bybee (1985: 34), se ubican más próximos a la base nominal los morfemas que son

146
paper UY_ALFALtxt7 - : De este modo, se demuestra que el sufijo -pi expresa la categoría de colectivo y no un valor adicional de número en función de: i . la no exclusión mutua con los alomorfos de plural (7), ii. su comportamiento morfosintáctico en términos de concordancia dentro de la frase nominal (8) y verbal (9), iii. el significado expresado, es decir un ''montón de entidades, una gran cantidad'' donde no es posible individualizar los referentes, y iv. la prominencia prosódica ya que, a diferencia de los alomorfos de plural, siempre atrae el acento lo cual puede vincularse al mayor impacto semántico que produce en la base nominal.

147
paper UY_ALFALtxt40 - : [165][2] Falta la concordancia del sufijo que marca el plural en el nombre: os peitoø . No se trata de un error de imprenta, porque la lengua hablada popular llamada fala popular de la informante revela este mismo desvío de la norma prescriptiva también en otras partes de su discurso: eu já levei vários choqueø; muitas coisaø eu não tenho.

148
paper UY_ALFALtxt67 - : Según se aprecia, los cuatro primeros agregan el sufijo verbal -ear a las bases inglesas boot, click, crack y chat. En “internetizar”, en tanto, se observa el sufijo de verbos -izar anexado a la base internet, para denotar la acción que implica el significado del sustantivo . Por otra parte, se constata incluso la ocurrencia de un verbo conjugado (hackeó), que presenta la desinencia -ó, correspondiente a la 3.ª persona singular del pretérito perfecto simple[76][24].

149
paper UY_ALFALtxt67 - : Según puede verse, boxeo y goleo son derivados nominales deverbales, creados a partir de verbos en -ear: boxear y golear, respectivamente. Por su parte, futbolista, golfista, tenista y wanderista muestran el sufijo nominal -ista, para referir al que tiene la ocupación u oficio de lo denotado por el sustantivo (caso de los tres primeros) y que es “‘partidario de’ o ‘inclinado a’” –caso del último [78](cf. DRAE 1992, s. v. -ista). Con respecto a noqueador, el vocablo incorpora, como boxeador y goleador, el sufijo de sustantivos deverbales -dor. En el caso de los tres últimos, adviértase que golazo adopta el sufijo de valor aumentativo -azo para la palabra gol; golcito adiciona el sufijo de valor diminutivo -ito (en este caso con infijo -c- habitual en los monosílabos: -cito) a la base gol, y goleada presenta el sufijo de sustantivos derivados de otros sustantivos o verbos -ada (como correspondiente a la 1 .ª conjugación –golear), sufijo que forma derivados que significan, entre otros val

150
paper UY_ALFALtxt67 - : [158][26] También en este campo se presenta un grupo de palabras que en rigor no pertenecen al deporte y que están asimiladas al español en el nivel morfológico: (1) esloganes: presenta el morfema plural propio del español y de acuerdo con las reglas de uso de esta lengua; (2) liderar: adiciona el sufijo de verbos -ear al sustantivo líder; (3) liderato: el sufijo de nombres y adjetivos -ato se incorpora al sustantivo líder, para denotar la acción o efecto del nombre, y (4) liderazgo: el sufijo de sustantivos -azgo se presenta también junto al nombre líder, en esta ocasión para referir al cargo .

151
paper UY_ALFALtxt8 - : Asimismo, al observar el criterio (h), veremos que el inventario de elementos neoclásicos no es tan abierto como el de los otros radicales, lo que, una vez más, los acerca a los afijos. Cabe señalar, también, que muchos elementos neoclásicos tienen una función sintáctica y semántica predeterminada, según lo recomendado por el criterio (d) para los afijos. Por lo tanto, si los usos y los significados de las palabras derivadas corresponden a las funciones de los afijos, no tendríamos ninguna duda en considerar ‑teca un sufijo formador de sustantivos a partir de sustantivos en portugués, ya que este formante crea una serie de palabras, aportando siempre el mismo significado en formas a las que se unen: ''colección'' . Como se observa en (09), todas las estructuras X-teca del portugués se interpretan composicionalmente, es decir, por la suma de los significados de las partes, de acuerdo con lo que establece el criterio (g):

152
paper UY_ALFALtxt224 - : La estructura básica de la lengua amazónica de estos manuscritos, en cuanto a raíces y también a morfemas, se corresponde con la descrita para el prototucano, de tipo monomoraica CV (^[49]Chacon 2014: 279), por lo que es poco probable que una sílaba termine en consonante, con la excepción de que la segunda vocal pueda sustituirse por un sonido glotal oclusivo CV(ʔ) o fricativo CV(H). Existe también la posibilidad de una variante de la sílaba CVV, con la segunda vocal sorda del mismo timbre. La mayoría de las veces la secuencia vocálica es resultado de la confluencia de un radical y un sufijo: CV+[(suf )]V -> CVV. En la mayoría de las ocasiones, en esos contextos morfonológicos el Ms-RAH y el Ms-BNC ponen las grafías de la secuencia vocálica. Desde el punto de vista comparativo de las lenguas amazónicas, es significativo que en siona dos vocales iguales seguidas se reducen fonéticamente a una sola (^[50]Wheeler 2000: 184), mientras que en koreguaje se mantiene la vocal doble como señal de su

153
paper UY_ALFALtxt224 - : En cambio, en la lengua siona actual el ejemplo Szia - el huevo se corresponde con fricativa sonora (o suave): /''zia-bɨ/ [ziabɨ] ‘el huevo'' (con el sufijo nominalizador -bɨ ‘objeto de forma redondeada o esférica, o que manifiesta una protuberancia''), según ^[65]Wheeler (2000: 184-185), o con la fricativa coronal: /s''iá-t''abɨ-t''ɨ/ [s''iáraʔphɨ`rɨ] (^[66]Chacon 2014: 298 ).

154
paper VE_BoletindeLinguisticatxt6 - : Hay una combinación de kurrikarru que formaría un quinto dialecto y es una mezcla de los dialectos ãja y õjo. Jonathan Hill (1983) confunde aún más la situación cuando habla de los mismos cuatro dialectos pero acuña una nueva palabra para designar a la gente y al idioma curripako, la cual es wakuénai. El señala: "El nombre wakuénai procede del término wáku (lit. ‘hablamos’) y -énai, un sufijo derivado de la palabra náiki (grupo de descendencia patrilineal)" (Hill 1983:33 ).

155
paper VE_BoletindeLinguisticatxt64 - : En la primera se expresa una condición real o posible, por medio del sufijo –to añadido al infinitivo pasado [...] La segunda variedad es parecida a la anterior, pero tiene un ingrediente más o menos fuerte de incertidumbre, expresado mediante el sufijo -maanompo, que combina con el infinitivo de la oración principal. [...] La tercera variedad de la subordinación condicional indica la imposibilidad o irrealidad del evento señalado en la oración principal. Formalmente, se diferencia de la construcción anterior en que se añade el sufijo –rüpuo a la expresión condicional introducida en la subordinada, formándose el sufijo combinado –toorüpuo (Mosonyi 2000: 439 ).

156
paper VE_BoletindeLinguisticatxt64 - : Las cláusulas temporales que acabamos de examinar parecen constituir una construcción común para obtener las condicionales irreales de certeza genérica (CG). Si se coloca la cláusula subordinada temporal en el infinitivo presente (con sufijo -rü) seguido de daako, y se coloca la cláusula principal en tiempo presente, es fácil obtener, a partir de cuando X, entonces Y, una lectura derivada si X, entonces Y . Tal interpretación condicional es posible en (14): Si mis padres van a recoger la yuca, en (15): Si la blanca luna sale, y en (17):

157
paper VE_BoletindeLinguisticatxt64 - : (infinitivo presente con sufijo -rü + ma), no necesariamente contiguos, seguido a su vez por una secuencia formada por la marca de pasado -mpo y ma (tampoco necesariamente contiguos), como en los ejemplos de (35) a (40). El valor del sufijo de contrafactualidad -rüpo es aproximadamente ‘que no es el caso’ . De nuevo, nótese que en esta apódosis aparece una forma analítica formada por el futuro del verbo principal (infinitivo presente con sufijo -rü + ma) y una marca de pasado, con ambos elementos claramente identificables.

158
paper VE_BoletindeLinguisticatxt64 - : El sufijo –rüpo es el responsable de expresar la contrafactualidad . Dicho sufijo puede aparecer con similar función en otras formas de la condicionalidad, por ejemplo, en construcciones contrafácticas atenuadas o hipotéticas con ajta y daako, en las que aparece en la prótasis un infinitivo presente (41) o una forma adverbial (42) y (43).

159
paper VE_BoletindeLinguisticatxt64 - : Este infinitivo pasado tiene un clara función nominalizadora en los casos en los que van seguidos por una posposición como viñño ‘desde’ y waaporo ‘antes’: tükkajo viñño ‘luego de ser dicho’, tüttojo viñño ‘desde haberse ido’, yoomajo waapooro ‘antes de caer’. En otros contextos, por ejemplo, cuando acompaña a nombres en una frase nominal, equivale a una suerte de participio pasado: ataavajshuru e'mejo ‘fibra torcida’, vooku küürüjo ‘carato hecho’, etc. Es importante tener en cuenta que existe una variante -jpo (a veces -jpio por “reflejo vocálico”) del sufijo de infinitivo pasado que parece ser la forma más antigua: adaapo'ijpioto ‘si te agarra’ .

160
paper VE_BoletindeLinguisticatxt64 - : Existe en kari’ña un sufijo -mpo cuyo uso con sustantivos parece estar restringido a nombres primitivos (con el sentido de ‘que fue, que ya no existe, ex-’): attompo /atto-mpo/ ‘la casa que fue’, o a nombres derivados de agente con el sufijo -ne: apoonempo /apo-ne-mpo/ ‘el que lo tocó, el ex-tocador’ .12 Este sufijo no tiene realmente una forma plural, sino que se añade a formas pluralizadas mediante el sufijo de colectivo -kon en los nombres primitivos:

161
paper VE_BoletindeLinguisticatxt64 - : attokoonümpo /atto-kon-mpo/ ‘las casas que fueron’, o mediante el sufijo de plural de agente -nan en los nombres derivados: apoonanümpuo /apo-nan-mpo/ ‘los que tocaron, los ex-tocadores’ . Como puede observarse, en ambos casos los sufijos pluralizadores terminan en una consonante (-nan, -kon) y cuando se agrega el sufijo -mpo se origina una secuencia de dos consonantes *nm que debe ser resuelta mediante la vocal epentética ü (véase también Hoff 1968: 222). La presencia de esta vocal a su vez desencadena la aparición del reflejo vocálico en el sufijo de pasado, con lo que se crea un alomorfo de este sufijo de pasado -ümpuo. La pregunta que queda por responder es: ¿de dónde viene la n extra que aparece en -nümpuo usado en las oraciones condicionales? Si comparamos el kari’ña venezolano con el de Guayana Francesa y Surinam, nos daremos cuenta de que en estas últimas variedades la forma de la tercera persona del presente de vañño no es ma, sino man. De hecho, esta forma aún persiste en

162
paper VE_BoletindeLinguisticatxt64 - : kari’ña venezolano en los plurales tipo mantu ‘ellos están. Así pues, consideraremos, como interpretación tentativa, que no existe en realidad un sufijo -nümpuo, sino simplemente un sufijo -mpo agregado a bases que terminan en consonante, como es el caso de ma(n ).

163
paper VE_BoletindeLinguisticatxt64 - : En la literatura sobre las lenguas caribes ha sido una constante la concepción de que la negación en estas lenguas involucra un proceso que toma el verbo léxico y lo transforma mediante sufijación en un adverbio negativo, que se usa con el verbo auxiliar ‘estar’ para que éste lleve la flexión. Tal proceso ha sido examinado para el caso particular del kari’ña en Álvarez (2005). En las cláusulas afirmativas del kari’ña, el único verbo en presente o pasado lleva todos los elementos de la flexión: un prefijo como marca de persona/número, y un sufijo como marca de tiempo. En las cláusulas negativas, por otra parte, están presentes dos verbos, uno de los cuales es el verbo léxico en una forma adverbializada negativa invariable con el sufijo –ja, y el otro es el verbo vañño ‘estar’, el cual exhibe todos los elementos de la flexión, esto es, un prefijo como la marca de persona/número, y un sufijo como marca de tiempo . En (50) presentamos un ejemplo textual de este contraste.

164
paper VE_BoletindeLinguisticatxt64 - : 12. Hoff (1968: 223) presenta un exhaustivo tratamiento de la semántica de este sufijo -mpo. Varias veces se refiere a tal sufijo en distintas secciones, según la base a la que se agregue: verbos, nombres, posposi-ciones, adjetivos, demostrativos . Él lo caracteriza como indicador de que el hablante tiene cierta reserva debido a la existencia de una discrepancia en relación con el estado real de las cosas.

165
paper VE_BoletindeLinguisticatxt69 - : De los sustantivos con sufijo diminutivo,6 “mamasita” (LC: 203 ) presenta el interfijo /-s-/; de los adjetivos,7 en “pobretico” (LC: 212) el interfijo /-θ-/ se ha transformado en /-t-/ por influjo de las soluciones del tipo de “morenitica” (LC: 207), donde se encuentran encadenados los sufijos -it[a] e -ica.

166
paper VE_BoletindeLinguisticatxt69 - : El posesivo suya adopta el diminutivo -ita en la expresión exclamativa “¡Po vía suyita!” (LC: 152). Algún indefinido, como to[do], según los casos, lleva un sufijo diminutivo (“toíto” [LC: 219]) o un conglomerado de dos: “toitico” (LC: 200 ); nada presenta uno (“naíta” [LC: 216]), o bien un conglomerado de dos (“naitica” [LC: 216]) o incluso de tres: “naitiquita” (LC: 216). El numeral ordinal prime[r]o es portador de un conglomerado de dos: “primeritico” (LC: 240).

167
paper VE_BoletindeLinguisticatxt69 - : 7. En los adjetivos, el sufijo -ito (“sanito” [LC: 222]) es uno de los usados con mayor asiduidad .

168
paper VE_Letrastxt131 - : chicoca (el nombre indica que la planta en cuestión es pequeña, chica; el sufijo -oco introduce una nota familiar, es más expresivo decir chicoco que simplemente chico, igual que lo es el sufijo -ajo (pequeñajo ) en España)

169
paper VE_Letrastxt131 - : chicoca (adjetivo:chica, pequeña; en España existe con el sufijo – uco: chicuco: "En la dehesa de la Extremadura tengo una casina blanquina y chicuca ... ").

170
paper VE_Núcleotxt41 - : Es común que varias categorías flexivas puedan ser expresadas por un único sufijo, como en las conjugaciones verbales, donde aparecen los llamados morfemas portmanteau:

171
paper VE_Núcleotxt41 - : Según Amado Alonso (1951), los valores apreciativos del diminutivo dependen en gran medida de la fantasía y emoción del hablante; la clasificación que propone es una de las más conocidas y utiliza criterios semánticos, pragmáticos y psicológicos. Esta clasificación ha sido retomada por otros investigadores, como Zuluaga Ospina (1970), quien amplía el número de valoraciones; y Lázaro Mora (1999), quien reconoce la gran cantidad de valores apreciativos, y llega incluso a radicalizar las ideas de Alonso al proponer que el diminutivo nocional -referencial- no existe y que las expresiones afectivas o apreciativas están siempre presentes. Los siguientes ejemplos (Lope Blanch, 1971) muestran los valores más comunes que se atribuyen a los apreciativos, especialmente al sufijo -it-:

172
paper VE_Núcleotxt41 - : Consideremos las siguientes palabras que contienen más de un sufijo:

173
paper VE_Núcleotxt1 - : Una comparación de las estructuras presentes en estas cláusulas revela claramente un patrón común. En las cláusulas afirmativas el único verbo presente lleva todos los elementos de la flexión: un prefijo como marca de persona/número, y un sufijo como marca de tiempo. En las cláusulas negativas, por otra parte, están presentes dos verbos, uno de los cuales es el verbo léxico con una forma negativa invariable con el sufijo –ja, y otro es el verbo vañño ‘estar, ser’, el cual exhibe todos los elementos de la flexión, esto es, un prefijo como la marca de persona/número, y un sufijo como marca de tiempo . Este verbo puede ser una palabra fonológica independiente, como en [1b-4b], o unirse como clítico al verbo negado si la forma del auxiliar consta de una sola sílaba [5b-6b].

174
paper VE_Núcleotxt1 - : Rénault-Lescure (1981) afirma que en esta lengua, muy cercana al kari’ña, el enunciado negativo "est formé sur le schéma de l’énoncé à prédicat verbal" ["está formado bajo el esquema del enunciado de predicado verbal"] y añade que "le prédicat est un adjectif dérivé par suffixation d’un morphème de négation à un verbe ou un nom" ["el predicado es un adjetivo derivado por sufijación de un morfema de negación a un verbo o un nombre"] (p. 175). Precisa además que este sufijo adjetiviza un verbo transitivo, "le suffixe de négation apparaît conjointement avec un préfixe qui se réfère a l’objet (...) ce préfixe personnel peut être explicité dans une projection nominal" ["el sufijo de negación aparece conjuntamente con un prefijo que se refiere al objeto ( ...) este prefijo personal puede ser explicitado en una proyección nominal"] (p. 176). En [11] se ofrece un ejemplo de cláusula negativa con el verbo léxico intransitivo, mientras que en [12-13] se ilustra la negación clausal co

175
paper VE_Núcleotxt1 - : Las lenguas caribes examinadas parecen formar la negación clausal de un modo bastante similar y este modo está relacionado con la peculiaridad de que el verbo copulativo no puede usarse con predicados nominales. En todas ellas también hay un morfema negador que actúa como transpositor para dar origen a una estructura donde hay una cláusula matriz con su propio sujeto, el verbo ‘estar, ser’ y una cláusula subordinada adverbial. Este morfema negador es cognado en todas las lenguas examinadas. Sin embargo, dicho transpositor es tratado como un sufijo por algunos y como una posposición por otros. Hablando del kari’ña, Mosonyi dice: "Se afirma con frecuencia que las lenguas caribes son posposicionales, y ello hasta cierto punto es cierto. Sin embargo, más que de posposiciones debemos hablar de sufijos" (Mosonyi, 1986: 440 ). Es nuestro parecer que los factores rítmicos han oscurecido la discusión, de modo que muy probablemente los que se consideran sufijos no sean sino la cliticización de las

176
paper corpusLogostxt54 - : En español, tenemos tres grupos de conjugación verbal. De acuerdo con la RAE (2009), el orden de los constituyentes de los verbos es: raíz + vocal temática (VT) + sufijo y, justamente, los tipos de conjugación se organizan en torno a la VT, quedando de la siguiente manera: 1ª conjugación -a-, como en cant-a-r (Clase I ); 2ª conjugación -e-, como en com-e-r (Clase II), y 3ª conjugación -i-, como en viv-i-r (Clase III). La conjugación Clase I forma el paradigma más amplio y es la opción por defecto para la construcción de verbos neológicos (RAE, 2009; ^[43]Wood et al., 2010), aun cuando los morfemas utilizados para construir estas nuevas formas sean diversos: -ar, -ear, -ificar e -izar (^[44]Lang, 1990).

177
paper corpusLogostxt54 - : Ahora bien, la morfología flexiva en los verbos del español se puede manifestar de dos formas principales: (i) siguiendo patrones generales de flexión regular o (ii) atendiendo a factores arbitrarios, particulares de flexión irregular. En términos generales, la primera involucra, dada su sistematicidad, un proceso recurrente y esperable, como la afijación de un determinado sufijo a un tema, como en el caso de los verbos en inglés conjugados en pasado: walk -ed, want -ed . La segunda, por su parte, involucra la modificación idiosincrásica, particular y arbitraria, de la estructura morfofonológica del tema o los sufijos, como en el caso de los verbos en español, querer: quiero-quise; contar: cuento-conté; ir: voy-fui. Así, siguiendo a ^[45]Alarcos Llorach (1999), en español los verbos se clasifican en regulares cuando la raíz presenta un significante invariable en todas sus formas, aun con diferencias en la posición del acento. Mientras que la conjugación irregular se presenta cuando hay

178
paper corpusLogostxt54 - : Ahora bien, otro aspecto que debemos destacar de algunos neologismos conjugados en pretérito es que revelan la formación del infinitivo a partir de un proceso derivativo, pues estos verbos regularmente se construyen con el sufijo -ear, como en los casos de:

179
paper corpusLogostxt54 - : En todos los casos, el sufijo fue -aba-, lo que muestra que los hablantes con afasia sensorial están aplicando la regla por defecto, es decir, los verbos neológicos conjugados en copretérito pertenecen a la Clase I .

180
paper corpusLogostxt54 - : Así pues, de acuerdo con nuestro análisis, podemos establecer que la construcción de los neologismos sigue un patrón de composición morfológica guiada por las reglas de la lengua. En el primer caso analizado, el de los infinitivos, encontramos que todos pertenecen a la Clase I, aquellos terminados en -ar, la clase por defecto para la creación de nuevos verbos en español (^[72]Lang 1990). En el caso de las formas en pretérito, 13 de los 15 neologismos están conjugados siguiendo el paradigma flexivo de los verbos Clase I, específicamente -é (1s) y -amos (1pl). Más aún, la evidencia sugiere que 3 de estos 13 casos han seguido un proceso derivativo previo, ya que el sufijo que acompaña al tema verbal es: -ié ~ -eé (1s ), en ejemplos como ropié > ropear.

181
paper corpusLogostxt54 - : De acuerdo con los datos arrojados en nuestro análisis, podemos adelantar las siguientes conclusiones. En primer lugar, no existe una disociación en el uso de verbos regulares e irregulares, es más, los verbos irregulares son usados en mayor número que los regulares. En segundo lugar, en la construcción de neologismos, los hablantes con afasia sensorial siguen reglas de composición morfológica; en específico, todos los neologismos verbales pertenecen a la conjugación Clase I, lo que demuestra que los hablantes siguen procesos morfológicos basados en reglas y no en asociaciones probabilísticas. Aun más, la alternancia de los sufijos -ié y -é para construir los neologismos en pretérito muestra una sensibilidad morfológica mayor; en el primer caso, existe un proceso derivativo, mientras que en el segundo no. Lo mismo sucede con los neologismos conjugados en copretérito, todos se forman con el sufijo -aba-, esto es, pertenecen a la Clase I .

182
paper corpusLogostxt34 - : El tercer problema es la naturaleza de la concordancia que exhiben los adjetivos, determinativos y otros elementos de la órbita nominal. En ([88]44), el sufijo ocupa la posición de núcleo relacional:

183
paper corpusRLAtxt192 - : Otro par de estrategias pueden observarse en tialo (5): de manera similar al yagua, cuando R no es instanciado por un sintagma nominal, D recibe un sufijo pertensivo variable (5a) (es decir, un sufijo personal posesivo). Sin embargo, en el caso de que R sea un nombre propio o un término de parentesco, la marca inde pendiente ni aparece entre D y R (5b). Finalmente, si R es cualquier otro nombre común, la construcción posesiva se marca por un sufijo pertensivo invariable -nu ~ -u que se añade a D (5c) (o sea, una marca de status constructus):

184
paper corpusRLAtxt70 - : En el corpus se puede observar que la derivación se expresa, mayoritariamente, mediante sufijos: amarillento, ceniciento, grisáceo, rojizo, azulado, azulino, verdoso, colorín, a los que se agrega el chilenismo cafesoso, y las formas diminutivas rosadito, celestito . Con prefijo y sufijo aparecen los términos anaranjado e incoloro. Los derivados son el 8,2% de los nombres de color.

185
paper corpusRLAtxt70 - : El recurso de expresar matices mediante un complemento, ya sea adjetivo o sustantivo, aparece en la muestra con un 9,1%: café-café oscuro-café claro; azul marino-azul profundo-azul esmeralda. Los casos en los que el nexo entre los términos lo constituye un sufijo, alcanzan un 3,4%: dorado - plateado ; rosado - morado. La asociación de un color y su complementario en la escala cromática es empleada en un 2,3% de los casos: rojo-verde; azul-naranja. Los procedimientos menos usados para el recuerdo de colores son la sinonimia: café ↔ marrón; gris ↔ plomo, con un 1,3%; la derivación: rosa → rosado, azul → azulino, con un 0,8%, al igual que la serie de voces con restricción semántica: rubio, rubio dorado, aplicadas sólo al cabello humano; alazán, bayo, rosillo, sólo al pelaje de caballos.

186
paper corpusRLAtxt23 - : Como se puede observar, los préstamos léxicos son masculinos. Es decir, han adoptado el género masculino todas las unidades íntegramente importadas del inglés, tanto en su forma como en su sentido, del tipo box, dugout, fly, pitcher. Únicamente son femeninos 6 calcos realizados sobre formas fonológicas que en español son femeninas (base, batería, bola, curva, línea y rotación) y un préstamo con sufijo español terminado en -a: esprintada .

187
paper corpusRLAtxt46 - : Estos neologismos, formados por la adjunción de un sufijo a una base léxica, correspondieron a 879 casos, equivalentes a 17,5%. Se incluyó en esta categoría los derivados de antropónimos, en especial adjetivos y adjetivos sustantivados que se refieren principalmente a posturas partidistas respecto de personajes del mundo de la política. Los sufijos más relevantes por su frecuencia de aparición fueron: -ista, (112 casos, 12,74% ), -ero/-era (74 casos, 8,41%), -ismo (50 casos, 5,68%), -ción (38 casos, 4,32% ), -(i)dad (33 casos, 3,75%) y -al (25 casos, 2,84%). Ejemplos: alvearista, acerero, florismo, fujimorismo, laguismo, kirchnerismo, laguista.

188
paper corpusSignostxt520 - : Con respecto al valor afectivo, vinculado a diminutivos, evidenciamos cómo, cuando se rastrea la frase [[tomarse / se tomó] + su vino], siempre el uso es el del posesivo regular (parafraseable por la construcción [se tomó el vino suyo], pero cuando se busca el grupo nominal con sufijo diminutivo, su vinito, el uso corresponde al aproximativo afectivo: “que fueran a jugar una partidita de dominó y su vinito y tal” (CREA, Venezuela, corpus oral ).

189
paper corpusSignostxt482 - : La morfología aporta igualmente diversos elementos de gran interés lingüístico, como el empleo de los sufijos del español -eador/a, -ería, -ero/a, -ista. Entre todos ellos, sobresale la gran productividad del sufijo denonimal -ear (bullear, chancear, favear, jarcorear, tankear) y de los sustantivos en -eo (hateo, rankeo, textear), ligados a las correspondientes formas verbales (hatear-hateo). Naturalmente, esta sufijación es un síntoma claro de integración del anglicismo, un rasgo de ‘naturalización’, aunque se presente en distinto grado, como revela la ortografía. De hecho, se ha documentado un caso en que el sufijo -ear se utiliza en un verbo que no existe ni en inglés ni español: esportear, entendido como ‘exportar’ . Estamos probablemente ante un hápax, pero lo interpretamos como un síntoma de la productividad del morfema. Análogamente, los ejemplos han servido para documentar el uso de la flexión verbal de diversas formas prestadas: bullearon, chanceaba, fangirleando, faveaba, mi

190
paper corpusSignostxt276 - : En este artículo se presenta el resultado del análisis de las propiedades morfológicas y semánticas del sufijo -ero en creaciones neológicas por sufijación en las variedades del español de Argentina, Chile y Uruguay, como una manera de verificar su vitalidad. Para ello, se estudió las creaciones neológicas que incluyen este sufijo de un corpus constituido por 147 unidades, relevadas de seis periódicos de Argentina, Chile y Uruguay. En todos los casos se consignó la frecuencia de las formas (type frequency) y la frecuencia de los usos (token frequency). Luego se analizó los distintos valores del sufijo -ero, lo que dio por resultado una taxonomía de cuatro categorías diferentes. Finalmente, se comparó las unidades neológicas terminadas en -ero y en -ista adjuntadas a una misma base léxica y se comprobó la coexistencia de ambas formas. El valor del sufijo -ero que corresponde a profesión u oficio presenta la más alta productividad . Las nuevas unidades formadas con -ero corresponden tanto a

191
paper corpusSignostxt276 - : Los valores del sufijo -ista repertoriados son los siguientes:

192
paper corpusSignostxt276 - : El Diccionario de la Lengua Española (2001) indica los siguientes valores para el sufijo -ista: se usa en adjetivos que habitualmente se sustantivan y suelen significar partidario de o inclinado a lo que expresa la misma raíz con el sufijo -ismo . También forma sustantivos que designan generalmente a la persona que tiene determinada ocupación, profesión u oficio.

193
paper corpusSignostxt276 - : En primer lugar, de este corpus se extrajeron todas aquellas unidades terminadas en -ero correspondientes a formación por sufijación y a la categoría de neologismo semántico, excluyéndose todo otro tipo de formación. Además, se seleccionaron las palabras terminadas en el sufijo -ista que eran susceptibles de ser comparadas con sus homólogas terminadas en -ero. En segundo lugar, se realizó una revisión bibliográfica para conocer los distintos valores de estos sufijos registrados en los diversos córpora de exclusión del proyecto Antena Neológica, además de otras fuentes, a saber:

194
paper corpusSignostxt595 - : * El Tema no marcado en español es realizado por concordancia. El sufijo verbal es un marcador de Tema en el rango de la palabra .

195
paper corpusSignostxt504 - : En distintos trabajos (por ejemplo, ^[44]RAE & ASALE, 2009; ^[45]Roy, 2010; ^[46]Fábregas, 2016), se ha señalado que solo los adjetivos calificativos dan lugar a nominalizaciones deadjetivales. Así, adjetivos relacionales como ‘textil’ o ‘matemático’ y adjetivos adverbiales como ‘supuesto’ o ‘mero’ no se constituyen como base para crear una nominalización. No obstante, algunos adjetivos relacionales o adverbiales pueden desarrollar una nominalización a partir de la lectura calificativa del adjetivo: ‘la teatralidad de su conducta’, ‘la anterioridad del acuerdo’. Para dar cuenta de esta restricción, en los trabajos de ^[47]Roy (2010) y ^[48]Fábregas (2016) se propone un núcleo funcional -Predicado (Pred)- que selecciona una Sintagma Adjetivo (SAdj) (15a), descartándose que el sufijo nominalizador deadjetival se una directamente a un complemento SAdj (15b). Dicho de otro modo, estos sufijos nominalizadores requieren una base adjetiva que sea predicado:

196
paper corpusSignostxt504 - : En segundo lugar, si el nudo SEstado es externo al propio adjetivo, habrá variación a la hora de nominalizar la estructura, dado que este proceso dependerá del grado de incorporación de SEstado en el propio adjetivo. Así, habrá adjetivos PI que amplíen su estructura y comiencen a funcionar como PE en contextos menos marcados -como el verbo copulativo ‘estar’- y otros adjetivos pueden acabar incorporando SEstado dentro del propio adjetivo. En el primer caso, el nudo SEstado no es accesible al sufijo nominalizador y la nominalización de estado no es posible, como ocurre con el adjetivo ‘alto’: ‘*la prolongada altura de Juan durante dos meses’ . En el segundo caso, la nominalización de estado será posible, aunque con cierta variación, como en el ejemplo de (24b), el cual no es gramatical para algunos hablantes.

197
paper corpusSignostxt570 - : A modo de resumen, este estudio ha mostrado que el contexto sociocultural de los interlocutores influye en el uso de los mecanismos lingüísticos de atenuación. Por ello, hay mecanismos de atenuación que se utilizan de forma diferente, como son, en el corpus alemán, las construcciones acotadores de la opinión que presentan acotado el terreno a uno mismo, frente a las partículas discursivas y expresiones de control contacto y a las fórmulas apelativas del corpus español que están más relacionadas con la alianza y la confianza. Asimismo, se corroboran los resultados de estudios anteriores, que hay tácticas lingüísticas que no se utilizan como mecanismos de atenuación en la otra lengua, como son las partículas modales de la lengua alemana o los modificadores morfológicos internos a través del sufijo, como es el caso del diminutivo en español .

198
paper corpusSignostxt512 - : El sufijo -aɢa permite expresar nombres vinculados con el evento denotado por la base verbal (se nombran los procesos: ‘sudar’, ‘secar’ y ‘pesar’ ). En los tres casos presentados se trata de verbos de tipo intransitivo; es más, basándonos en las pruebas morfosintácticas de causativización morfológica, nos arriesgamos a decir, inacusativo, por lo que, en estos casos, el sufijo nominalizador se combina con raíces verbales no agentivas.^[86]^5 Una prueba de ello es la selección pronominal de estas raíces, así como la selección del morfema causativizador.

199
paper corpusSignostxt512 - : En este trabajo, se propuso un análisis de la categoría ‘nombre’ en la gramática del mocoví teniendo en cuenta las particularidades morfológicas y sintácticas que presenta en la lengua. En función de este objetivo, se describió la organización de su gramática, la operatividad de los rasgos disponibles para generar nominalizaciones y las restricciones morfológicas y sintácticas que manifiestan los nombres, y que los diferencian de los adjetivos y los verbos de la lengua. En cuanto a los rasgos disponibles en el inventario de la gramática, se pudo reconocer que el mocoví parece disponer de rasgos puramente sintácticos que posibilitan la generación productiva de nombres complejos, como ser, aquellos derivados por el sufijo -aɢa-. A su vez, se identificaron rasgos semánticos asociados a diferentes sufijos nominalizadores, tales como: locación, semántica vegetal, eventividad, resultado, instrumento y agentividad .

200
paper corpusSignostxt512 - : Con respecto a la generación de nominalizaciones, se reconocieron pocos casos de nombres derivados de adjetivos, los cuales se generan principalmente a partir de raíces adjetivas que expresan color. A su vez, se reconocieron diferentes sufijos que derivan nombres a partir de verbos. En cada caso, se delimitaron las especificaciones semánticas de cada sufijo, las cuales condicionan sus contextos de inserción, esto es, determinan las bases con las cuales pueden combinarse .

201
paper corpusSignostxt356 - : b) Uso erróneo de grafías: La RAE (2010) define ciertos criterios que determinan el uso de grafías dentro de una palabra. El ‘criterio posicional o secuencial’ se realiza cuando la selección del grafema o dígrafo^[31]4 depende de su posición dentro de la palabra o de la secuencia gráfica en la que se inscribe; el ‘criterio morfológico’ se realiza cuando la selección del grafema o dígrafo viene determinada por su pertenencia a un segmento morfológico o morfema específico: un prefijo, un sufijo, una terminación verbal, etc .; y el ‘criterio léxico’ ocurre cuando el grafema o dígrafo que corresponde a la escritura de determinadas palabras está determinado por su uso frecuente, la tradición o etimología, no existiendo una norma explícita para su escritura.

202
paper corpusSignostxt277 - : [2]vol.43 número72 [3]Productividad del sufijo -ero en la neología del español de Argentina, Chile y Uruguay [4]Documentos profesionales con destinatarios no expertos: El empleo de los mecanismos referenciales en la sentencia del 11M [5] índice de autores [6]índice de materia [7]búsqueda de artículos [8]Home Page [9]lista alfabética de revistas

203
paper corpusSignostxt548 - : El estudio realizado por ^[43]Cabré y Rigau (1986) afirma que el sufijo -ismo es un recurso de creación de palabras nuevas cuya categoría gramatical es la de sustantivos . Estos, según los autores, generalmente hacen referencia a nombres, originariamente abstractos, que designan movimiento o doctrina. Unos años más tarde, ^[44]Lang (1992) y ^[45]Beniers (1992) retomaron la anterior definición y adicionaron un matiz semántico importante que tuvo diversas implicaciones en estudios posteriores: el sufijo -ismo contribuye en la denominación de movimientos políticos reconocidos o tendencias más informales de pensamiento sociopolítico y cultural (ej. fascismo - marxismo).

204
paper corpusSignostxt548 - : * a) Grupo que expresa opiniones de diferentes áreas: ^[50]Lacuesta y Bustos (1999) afirman que el sufijo -ismo puede no solo referirse a la política o a la cultura, como lo afirmaron en su momento ^[51]Lang (1992) y ^[52]Beniers (1992), sino también a otros aspectos de la vida y de las sociedades: desde la política, encontramos palabras como ‘comunismo’ y ‘fascismo’ ; desde las ciencias económicas encontramos las palabras ‘capitalismo’ y ‘proteccionismo’ y desde las creencias religiosas u orientaciones filosóficas, podrían mencionarse las palabras ‘budismo’ y ‘kantismo’. Asimismo, ‘darwinismo’ y ‘generativismo’ se refieren a ciencias biológicas o históricas y ‘romanticismo’ y ‘cubismo’, a tendencias artísticas.

205
paper corpusSignostxt548 - : Por otra parte, ^[54]Capanaga (1999) adiciona más acepciones a la anterior clasificación semántica del sufijo -ismo propuesta por ^[55]Lacuesta y Bustos (1999), a partir del análisis que realiza sobre las formaciones neológicas en español (1989-1999). En este análisis adiciona tres nuevos valores semánticos a este sufijo:

206
paper corpusSignostxt548 - : En la lengua griega, el sufijo -ista tenía un significado específico que se ha ido ampliando a través del tiempo. Este sufijo se utilizaba para hacer referencia únicamente a las diferentes tareas u oficios de las personas, pero actualmente se entiende con múltiples acepciones. El teórico ^[57]Meyer-Lübke (1890-1906), por ejemplo, afirma que el sufijo -ista designa a las personas que poseen actitudes o estudios relacionados con una esfera culta; es decir, que va más allá de ejercer un simple oficio -como en el mundo griego- . Una profesión especializada que requiera una formación académica previa, según el autor, suele formarse con el sufijo -ista. Para tal caso, las palabras ‘economista’ y ‘periodista’ son ejemplos que ilustran la calidad y el tiempo de entrenamiento en el campo de la economía o el periodismo.

207
paper corpusSignostxt548 - : 1. Designaciones profesionales: aunque coinciden con ^[61]Meyer-Lübke (1890-1906), y ^[62]Alemany (1920) en cuanto a las profesiones, su aporte más significativo consistió en la clasificación de las mismas. Ellos propusieron que el sufijo -ista puede aparecer en diversos campos del conocimiento: en el ámbito de la música, pueden mencionarse ‘organista’, ‘solista’ y ‘sonidista’ ; en el campo de la literatura y la prensa, ‘novelista’ y ‘cuentista’; y en el campo de la ciencia formal, ‘analista’ y ‘economista’. Sucede lo mismo en las disciplinas financieras con las palabras ‘accionista’ y ‘agiotista’ y en el ámbito de los trabajos manuales con las palabras ‘ceramista’ y ‘electricista’. Además de todas las anteriores, este sufijo puede denotar oficios marginales como ‘perista’ y ‘espadista’ y profesiones relacionadas con el mundo del espectáculo y del deporte como ‘transformista’ y ‘equilibrista’.

208
paper corpusSignostxt548 - : 3. Descripciones del carácter de una persona, a veces con una valoración negativa: al referirse a la función negativa del sufijo -ismo, le atribuyeron al sufijo -ista actitudes humanas negativas, con los siguientes ejemplos: ‘alarmista’, ‘camorrista’ y ‘cuentista’ .

209
paper corpusSignostxt548 - : En segundo lugar, los neologismos formados con el sufijo -ista, por su carácter adjetival, tienden a alejarse del Modelo Cognitivo Idealizado; es decir, a pesar de que la palabra es la misma, su significado gana otros matices semánticos según el contexto en el cual se presenta .

210
paper corpusSignostxt475 - : En el caso de los neologismos adjetivales formados por la afijación del sufijo -(íst)ico/-(íst)ica (20 ocurrencias, un 7% de los 282 analizados en este apartado) vemos indicios de que el significado de las unidades resultantes las resitúa (o pretende resituar ) en un registro de uso más elevado que el de las bases léxicas desde las que se derivan. La relación de los adjetivos de este tipo, esencialmente relacionales, con registros de uso y ámbitos temáticos más especializados que los demás nos resultó llamativo desde el primer momento, con ejemplos como ‘alelopático -ca’, ‘sofismático -ca’ o ‘avifaunístico -ca’. Observamos una especificidad temática bastante clara e incluso, en algunos casos, una glosa explicativa que sugeriría que los destinatarios medios del texto no tienen por qué entender su significado sin ayuda. En la mayoría de los 20 adjetivos recogidos en este apartado, estos rasgos parecen claros e inequívocos. Sin embargo, un 15% de los casos (3, en términos absolut

211
paper corpusSignostxt475 - : A la vista de los contextos, nos aventuramos a marcar un nuevo matiz que, si bien no es del todo evidente, sí que resulta constante y, a nuestro juicio, tiene la entidad suficiente como para que se repare en él: en estos ejemplos los neologismos adjetivales derivan de sustantivos que denominan eventos, acontecimientos que se producen de manera periódica y con una duración determinada: la Semana Santa, un campus (entendido como concentración de aficionados a la informática) y los Pingüinos, concentración de moteros que tiene lugar anualmente en la región de Castilla y León. Tal y como afirman ^[78]Fuentes et al. (2010: 72), a propósito de los nuevos usos de este sufijo, tiene lugar:

212
paper corpusSignostxt511 - : En el ámbito de la creación de nombres en mapudungún, cuando hablamos de derivación nos referimos exclusivamente a la sufijación, entendida como la adjunción de un sufijo a una base léxica . En el conjunto de nombres formados mediante este procedimiento se constata la presencia de diversos sufijos, algunos de los cuales están presentes en los tres grupos, mientras que otros exhiben un uso discontinuo. Los primeros sufijos mencionados son -we (instrumental), -we (locativo), -fe, -peyüm (instrumental), -wen y -üll, los que crean casi la totalidad de los nombres derivados: el 95,12% del primer grupo, el 78,27% del segundo y el 80,34% del tercero, como se expone en la [68]Tabla 8 .

213
paper corpusSignostxt511 - : De ellos, los más productivos son el instrumental y el locativo -we, como en (2a-b), y el agentivo -fe, como en (2c). El cuarto sufijo en productividad es el pluralizador asociativo -wen, como en (2d ), y, el quinto, el apreciativo -üll. Este último es un afijo que no ha sido descrito en la literatura revisada y cuya existencia planteamos a partir de la evidencia analizada en esta investigación. Este sufijo -fosilizado en la etapa actual de la lengua pero posiblemente más productivo en etapas anteriores- se añadiría a bases nominales para darles un sentido apreciativo diminutivo, como en (2f-g).

214
paper corpusSignostxt511 - : Los sufijos locativo e instrumental -keyüm -variantes morfológicas de -peyüm-forman nombres como (3a-b). Estos sufijos nominalizadores se originan a partir de la lexicalización de las secuencias de sufijos verbales -ke-y-üm y -pe-y-üm, respectivamente, donde -ke- es un marcador de rasgo constante ; -pe-, marcador de proximidad; -y-, fonema epentético, y -üm, forma no finita que crea nombres verbales instrumentales. En los grupos de nombres de RT y RI podemos ver cómo ambas secuencias, en vías de lexicalización, coexisten y compiten entre sí, lexicalizándose e imponiéndose el uso de la segunda de ellas, puesto que es la que se mantienen en el grupo de RR. Junto con ellos, observamos el empleo discontinuo de los sufijos locativo e instrumental -peyüm, como en (3c-d), del colectivizador -(e)ntu, como en (3e), del pacientivo -en, como en (3f), del marcador de obsolescencia -(y)em, como en (3g) y del imitativo -l, como en (3h-j). Este último sufijo ha sido escasamente descrito en la literatura

215
paper corpusSignostxt511 - : revisada; solo lo menciona ^[73]Smeets (2008), quien no profundiza en su análisis. En esta investigación planteamos, a partir de la evidencia analizada, que este sufijo -fosilizado en la etapa actual de la lengua pero posiblemente más productivo en etapas anteriores- se agregaría a bases nominales para formar nombres que denotan el mismo significado de la base, pero de un modo imperfecto, imitativo, una ‘especie de’ el significado de la base .

Evaluando al candidato sufijo:


1) verbo: 46 (*)
2) palabras: 42 (*)
3) verbos: 41 (*)
9) quechua: 37 (*)
11) adjetivos: 34
13) sustantivos: 33 (*)
17) morfema: 27 (*)
20) verbal: 26 (*)

sufijo
Lengua: spa
Frec: 834
Docs: 202
Nombre propio: / 834 = 0%
Coocurrencias con glosario: 7
Puntaje: 7.856 = (7 + (1+8.16490692667569) / (1+9.70563238736141)));
Rechazado: muy disperso;

Referencias bibliográficas encontradas sobre cada término

(Que existan referencias dedicadas a un término es también indicio de terminologicidad.)
sufijo
: 11 Bierwisch (1989: 91) ilustra esta característica con prefijos del inglés como un-, in-, o a-. También menciona el sufijo -less en un término como faithless (incrédulo).
: 5 También en panare la negación clausal se hace con el verbo copulativo y un tema negativo invariable formado añadiendo al verbo el sufijo -’ka al verbo: Atachiima’ka waj chu ‘No bailé’, donde waj es el verbo copulativo (Véase Mattéi-Müller, 1994).
: 7. Fuentes, M., Cañete, P., Gerding, C., Kotz, G. y Pecchi, A. (2010). Productividad del sufijo -ero en la neología del español de Argentina, Chile y Uruguay. Revista Signos, 43(72), 49-69.
: Al estudiar el comportamiento del sufijo -ero se debe aplicar la regla de derivación, para lo cual se necesita una base léxica preexistente a la que se aplique la regla. En este caso, Cabré, Freixa y Solé (2002b:132-133) hablan de:
: Anscombre, J-C. (2013). El sufijo -ón en español contemporáneo: morfología y prototipos. Oralia, 16, 11-32
: Beniers, E. (1992). El sufijo -ismo en el español de México. En Scripta Philologica in honorem Juan M. Lope Blanch, II. Lingüística Española e Iberoamericana. México: Universidad Nacional Autónoma de México.
: Bosque y Demonte (1999) en su 'Gramática descriptiva de la lengua española' establecen, en términos generales, que el sufijo -ero es sufijo nominalizador y sufijo que se adjunta a siglas, además de formador de adjetivos denominales y de numerales ordinales.
: El lingüista francés H. Beuchat (1914) había notado que en la multitud de tribus en esta zona del piedemonte existía una terminación o sufijo recurrente -guaje:
: En contexto de dos vocales, puede desarrollarse un proceso de glotalización. En el Vocabulario se ejemplifica con un sufijo <-may>, hoy día fonológicamente /-'ma'?i/, que precede a la flexión y con el que se señala la negación en siona (^[85]Wheeler 2000: 184).
: En el [37]Cuadro N° 7, todas las palabras emplean el mismo sufijo -n, este como los anteriores es un sufijo derivacional (Smeets, 2008), con funciones múltiples, y puede formar sustantivos, verbos o adjetivos.
: En el castellano madrileño sucedió un tipo de mecanismo morfológico: la adición de un sufijo -i con una fuerte carga afectiva. Tal sufijo implica otras restricciones, de tipo morfológico, que están operando (^[147]Felíu, 2001: 883):
: En el ejemplo presentado por Pérez Calvo (tabla 1), -ri es el sufijo pragmático que Taylor (2001, 38), por su parte, describe como "sufijo tematizador que asocia un nuevo sujeto con una proposición anterior; sugiere coordinación y al mismo tiempo contraste: qamri? '¿Y tú?'".
: En shawi los nombres "independientes" o de posesión alieneable^24 requieren un morfema relacionante antes de tomar el sufijo posesivo (ver el ejemplo (18)) (Barraza 2005: 90).
: Faucet Pareja, Carlos Alberto (2015) “Historia del sufijo tenencial del quechua: reconstrucción y nuevas hipótesis”. Letras. 86, 123, 105-124.
: La autora también nota la coincidencia de este nominalizador kawapana con el concretizador o instrumentalizador quechua -na (Valenzuela, op. cit.). A esto añadimos aquí que el sufijo equivalente en aimara es -ña. Los ejemplos que siguen provienen de Cerrón-Palomino (1994: 100):
: La parte prefijada se manifiesta en el margen izquierdo del verbo, antes de los marcadores de persona, mientras que la parte sufijada es concatenada antes de los marcadores aspectuales y del sufijo intensificador -ete, en el caso de estar estos presentes (^[55]Estigarribia 2017: 56).
: Las construcciones genitivas van marcadas con el sufijo genitivo «-dem», aunque también se puede usar alternativamente para la expresión de este caso la yuxtaposición, es decir una estrategia puramente sintáctica (ver ampliación de este punto en ^[54]Arboleda 2016b):
: Otra restricción, que es preciso recordar aquí, se refiere a la posición en la que el sufijo debe encontrarse (^[148]Felíu, 2001: 883):
: Para ^[56]Olza y Jusayú (2012) los morfemas -kalü, -kát y -ká son sufijos determinativos, femenino singular y -kai es sufijo determinativo, singular masculino. “El sustantivo masculino va precedido del anunciativo chi y lleva el sufijo especificativo o particularizador -kai”:
: Salamanca (2002: 35) señala que este sufijo, a diferencia de los sufijos que se presentan en los otros casos gramaticales, varía de acuerdo con el género y número del sustantivo que es núcleo de la frase nominal, y presenta los siguientes ejemplos:
: Según Shauer y ^[67]Schauer (1978), en la palabra del ejemplo 4, el acento principal pasaría de la última sílaba de la raíz a la primera del sufijo (cuarta) y el secundario vendría en la siguiente:
: Valenzuela (2011a: 291) reconstruye para proto-kawapana el sufijo aplicativo *-rapi, que traduce como ‘dejando’. Este aplicativo es ilustrado en las siguientes oraciones:
: Valenzuela (2011a: 293) reconstruye para proto-kawapana el sufijo *-na, al cual designa "nominalizador, concretizador, instrumentalizador". Veamos algunos datos de apoyo tomados de la misma fuente:
: Villafañe, L. (1988). El comportamiento del sufijo _ta en el quichua santiagueño, Tesis de maestría inédita en Lingüística Comparativa de Lenguas Aborígenes Americanas, Universidad de Leiden, Leiden, Netherlands.
: [93]25 Obviamente, en este último caso, hay también adaptación morfológica (cuestión de la que no nos ocupamos aquí) por adición del sufijo de plural español. Sobre la "doble marca de plural", consúltese Myers-Scotton (1993, pp. 189-190).