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Lista de candidatos sometidos a examen:
1) vocal (*)
(*) Términos presentes en el nuestro glosario de lingüística

1) Candidate: vocal


Is in goldstandard

1
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt580 - : ^[44]Aguilar y Salamanca (2013), en un trabajo realizado con hablantes profesionales chilenos de la ciudad de Concepción y centrado únicamente en la secuencia grafémica más vocal, exponen que habría cuatro fonos discriminables, de los cuales el aproximante fue el que presentó mayor frecuencia de realización y la semiconsonante la menor cantidad de registros, contrariamente a lo que se reportó para el habla de Costa Rica .

2
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt580 - : La lectura en voz alta se realizó sobre la base de 28 oraciones breves, de las cuales 24 contenían una o más palabras con las secuencias grafé- micas seguida vocal y/o más vocal, en diferentes contextos fonéticos tales como: posición inicial absoluta, posición intervocálica, después de /l/, luego de /s/, después de /n/, después de /r/ y en posición inicial después de pausa ([46]Tabla 1 ). Las oraciones también contenían numerosas instancias de los fonemas /d͡ʒ / y /g/ seguidos de vocal, y de /i/ y /u/ en diptongos crecientes, cuyas realizaciones fueron utilizadas como punto de referencia para determinar si las actuaciones de las secuencias ortográficas en estudio tenían mayor parecido con unidades consonánticas o vocálicas. Los hablantes fueron grabados en salas insonorizadas, usando micrófonos Sennheiser EW-152-G3 montados sobre la cabeza. Estas señales fueron transmitidas por una grabadora digital Tascam DR-40, configuradas para una frecuencia de muestreo de 44.100 Hz y con

3
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt580 - : Durante el análisis auditivo -tendiente a la anotación de las instancias de más vocal y más vocal-, el modo de articulación de las instancias de seguida de vocal se clasificó siempre como: fricativo, africado con distensión fricativa, africado con distensión aproximante, aproximante o como semiconsonante . En el caso de las secuencias de más vocal, los modos articulatorios utilizados para la clasificación fueron: oclusivo, fricativo, aproximante y semiconsonante.

4
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt580 - : En el caso de la evidencia acústica, nos parece que esta también muestra tendencias claras: al analizar el grado de constricción articulatoria de las instancias de y seguidas de vocal mediante un medio indirecto (las diferencias de intensidad) es posible observar y determinar, estadísticamente, que las realizaciones en foco presentan características más similares a sílabas de tipo CV que a diptongos crecientes. Es importante también observar que, además de que las secuencias y seguidas de vocal presentan importantes diferencias estadísticas respecto de las instancias de diptongos crecientes, las distribuciones observables en la [72]Figura 2 no se traslapan, es decir, las sílabas con diptongo creciente son cuantitativa y cualitativamente diferentes de las instancias de y seguidas de vocal . Tomadas en su conjunto, la evidencia cualitativa y acústica sugieren que las instancias de las secuencias y seguida de vocal se comportan, en su mayoría, como

5
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt225 - : En este contexto, es posible pensar en algún rasgo concomitante -por ejemplo, altura de la lengua-que también incide en la percepción de los sujetos, de modo que, en el caso de la vocal "o", lograr simultáneamente la anteriorización y el ascenso de la lengua supone un grado de dificultad que incide en su percepción^[35]7 .

6
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt225 - : Así, por ejemplo, aunque no sea posible posteriorizar signrñcativa-mene una vocal como la luí (o la /o/) en un enunciado aislado y, en consecuencia, no se evalúe por el 100% de los sujetos como una vocal característica de un habla "cuica"en un experimento como el nuestro, la ocurrencia en el habla "real" de las vocales "a" y "e" posteriorizadas -junto con rasgos de entonación y léxico- hacen que la percepción sea de un habla "cuica" o "flaite" como una totalidad, es decir, sin distingos específicos para el caso de cada fonema vocálico .

7
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt208 - : Al hablar de sinalefa por diptongación, nos referimos al caso en que la unión de dos segmentos vocálicos forma diptongo. Este caso se da gracias a la poca perceptibilidad de una vocal semiabierta la que es reducida a una semiconsonante en diptongo creciente, como lo evidencian los siguientes casos:

8
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt493 - : B. O. Olsen considera que en armenio clásico la evolución regular *-nt> -n- después de una vocal sin acento podría haber sido un factor decisivo en el desarrollo de esta flexión heteróclita: el tema variante secundario en -n- barjun - / barján (< *-ont- / -ṇt- ) facilitaría una reinterpretación del adjetivo “alto” como un heteróclito y, por lo tanto, se podría asumir que el proceso analógico comenzó con los antónimos manr “pequeño” y pʻokʻor “pequeño”, después se extendió a los adjetivos relacionados semánticamente tʻanjr “grueso, abundate” y canr “pesado”, y finalmente se extendió a todos los antiguos adjetivos en -u-, incluyendo kʻałcʻr “dulce”.

9
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt334 - : Calvo (2008). Como hemos señalado, esta autora costarricense publica en 2008 su trabajo "Las semiconsonantes y las semivocales en los diptongos del español: propuesta de análisis fonológico" . En él, junto con resumir las posiciones más prominentes con respecto al estatus de las glides en español, realiza una investigación que le permite afirmar que en el español de Costa Rica sólo las vocales / i/ y / u/ pueden ser consideradas fonemas, ya que pueden formar núcleo silábico con la vocal del diptongo. Además, confirma que en los diptongos en posición inicial de sílaba las deslizadas presentan realizaciones consonánticas, debido al refuerzo de ataque en posición inicial de palabra.

10
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt514 - : Utilizamos el programa MatLab -Matriz Laboratory-^[51]^7 para el análisis acústico^[52]^8. Para la relativización de la duración usamos el umbral diferencial perceptivo de 33.33% (^[53]Fernández Planas y Martínez Celdrán, 2003). Con el objetivo de identificar las DMP, los datos se organizan en dos tipos de contrastes: pretónica-tónica y tónica-postónica. El procedimiento para generar el umbral es como sigue: 1) en cada contraste la vocal más larga corresponde al 100% ; 2) se hace una regla de tres y se obtiene el porcentaje de la vocal más corta; 3) se hace una resta entre el 100% y el porcentaje de la vocal corta con el fin de obtener el valor relativo; 4) si este valor es igual o mayor a 33.33% se considera que hay DMP entre las dos vocales. En el análisis de los datos con DMP y de la estructura de la duración se usó la prueba estadística no paramétrica de Chi al cuadrado con el fin de generar unos resultados lo más objetivos posibles de la distribución de la muestra. Esta prueba compara

11
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt161 - : Un aspecto particularmente importante de la tríada vocal que sostiene la historia de Lph es la conjunción de lo señalado con antelación, es decir, lo efímero y la apatía que caracteriza a todos los personajes . Este perfil surge si pensamos que el texto se construye a través de tres confesiones, una de las cuales podría tener un carácter jurídico, pero éste se disuelve porque no constituye una declaración ante el juez sino en todo caso, estas voces se confiesan y muchas veces buscan un interlocutor en el lector modelo que los respectivos textos construyen. Hay en los tres relatos un fuerte carácter confesional pero al mismo tiempo ciertos shifters en el discurso de Remo, Gaspar y Enric dan cuenta de que se busca una respuesta, una validación de lo que se está narrando: "Quiero que lo entiendan: yo estaba sentado detrás de la mesa y la maldita bruja, con palabras llenas de aceite y filos, fue componiendo una imagen en medio de la cual únicamente existíamos ella y yo, y ambos sin posibilidad

12
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt26 - : Mas, el problema no se limita a una simple cuestión de inventarios verbales. Si descartamos los infinitivos y los tiempos que de él derivan, esto es, los futuros y condicionales imperfectos del modo indicativo: vert-er/convert-ir; vert-eré/convert-iré vert-ería/convert- iría; que en ciertos verbos aislados llegan a confundirse a favor de -ir, las diferencias desinenciales se presentan sólo en las escasas formas en que por tradición hay una diferencia de vocal temática entre la 2ª y 3ª conjugación:

13
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt26 - : La tendencia de nuestro pueblo es, pues, la de unificar ambas conjugaciones en una sola a favor de la 3ª. Solo deja subsistentes las diferencias naturales existentes en las formas con "raíz especial", como las denominaba Bello, cap. xxiii: el infinitivo y las formas que de el derivan: -er/-ir; erñe/-iré; -ería/-iría. En lo demás predomina en la 2ª la vocal temática de la 3ª conjugación: "Tenimos que chocar no más", "Vos tenis la culpa", ejemplos ambos de Froilan Urrutia, op . cit., pp. 31 y 113, respectivamente).

14
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt26 - : 7.1. Así, la generalidad de los hablantes chilenos conjuga parcialmente en -iar un verbo en -ear, en la mayor parte de sus formas personales y no personales, que son todas menos las nueve con tema fuerte. De este modo pasear y vaciar sólo se distinguen por sus vocales temáticas respectivas /e/, /i/ en las tres primeras personas del singular y en las terceras del plural de los presentes indicativos y subjuntivo y en la 2ª persona del singular imperativo, correspondiente: paseo/vacio ; paseas/vacias; pasea/vacia; pasean/vacian; pasee/vacie; pasees/vacies: pasee/vacie; paseen/vacien; pasea tú (o vos)/vacia tú (o vos). En las demás formas, esto es, las con "tema débil" ambas formaciones verbales se conjugan con vocal temática /i/, esto es, como si pertenecieran al mismo paradigma: pasiar/vaciar; pasiamos/vaciamos; pasiando/vaciando; pasiaremos/vaciaremos ; pasiaría/vaciaría; pasiaba/vaciaba; pasié/vacié; pasiara/vaciara; pasiábamos/vaciábamos; pasiarían/vaciarían; etcétera.

15
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt26 - : 7.2. Para el vulgo, en cambio, la confusión de ambos paradigmas es total. Y es así como conjuga con vocal temática /e/ las formas de -ear o -iar cuando son de tema fuerte: paseo/vaceo ; pasea (h)/vacea (h); pasea/vacea; pasean/vacean; pasee/vacee; pasee (h)/vacee (h): pasee/vacee; paseen/vaceen; pasea tú (o vos)/vacea tú (o vos), conjugando obviamente, por el contrario, en /i/ las de ambas formaciones verbales en las de tema débil que, como se sabe, son la mayoría: pasiar/vaciar; pasiamo(h)/vaciamo(h); pasiando/vaciando; pasiaremo(h)/vaciaremo(h); pasiaría/vaciaría; pasiaba/vaciaba; pasié/vacié; pasiara/vaciara; pasiábamo(h); pasiarían/vaciarían; etc. Para mayores detalles, V. -EAR, # 6.7., p. 23.

16
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt491 - : El mapudungún posee seis vocales: /a, e, i, o, u, ɨ/ (^[46]Salas, 1992 ), pero en la escritura de Necul tan solo aparecen . En aquellos términos en que es esperable la sexta vocal <ü>, aparecen en su lugar , como en gneman (=ngüman, llorar)^[47]^2 o mel-llrreimí (=müleymi, estás); , como en aldi (=alhü, mucho) o anti (=anhtü, día), , como en pudú (=püdu, pudú) o lllepun (=lepün, patio); o nada, como en ant (=anhtü, día) o tu-guymn (=tuwimün, ustedes salen).

17
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt491 - : La ausencia de vocal al final de ant o entre m y n en tuguymn es relevante, pues la estructura silábica del mapudungún es (C )V(C) (^[48]Salas, 1992). Según Smeets (2009), si esta vocal está en una sílaba no acentuada se realiza como [a], mientras que para Salas (1992), esta realización ocurre cuando la vocal está en el interior de la palabra o al final. De cualquier modo, ese alófono puede sonarle a un hispanohablante como ausencia de vocal (Salas, 1992) y ha sido frecuentemente omitido en la escritura en obras previas al siglo XX, como los diccionarios de Valdivia y Febrés (Villena et al., 2016).

18
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt583 - : En el caso de esta variable, ^[98]Cedergren (1973) confirma la hipótesis de que la presencia de una vocal anterior favorece la lenición, es decir, las vocales como segmento anterior favorecerían el uso de las fricativas por sobre el de las africadas . En este estudio cada segmento fonético fue identificado, pero por motivos prácticos, fueron luego agrupados por articulación^[99]^19^.

19
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt419 - : Hasta ahora, una característica común con respecto al comportamiento de las aproximantes pareciera ser el relajamiento articulatorio, incluso considerando las aproximantes cerradas, cuyos órganos articulatorios tendrían menos tensión que las fricativas. Un índice acústico que se relaciona de manera inversamente proporcional a la constricción articulatoria es la intensidad. Pareciera entonces que tanto la disminución como el aumento de la intensidad en relación con la vocal que antecede y sucede a la aproximante, respectivamente, sería un índice que permitiría caracterizar a las aproximantes, como proponen Martínez Celdrán (1998: 71 ; 2013: 21), Sola Prado (2011: 38), Figueroa Candia (2012: 42) y Simonet et al (2012).

20
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt385 - : En este contexto, nuestros resultados se avienen con los presentados, entre otros autores, por Salas (1976) y Salamanca (1997); y se distancian de la interpretación de Echeverría (1964) y Sánchez (1989), quienes no asignan estatus fonémico a [ [45.jpg] ], pues lo consideran un apoyo consonántico de la vocal [i]. Según los datos de nuestra investigación, [ [45.jpg] ] no sólo es un desarrollo consonántico de la sexta vocal, sino que también aparece en otros contextos, como es el caso en [ [45 .jpg] al.' [45.jpg] al] 'hongo'. De allí que, como hemos señalado, se le asigne estatus fonémico.

21
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt209 - : El sufijo "-e" se puede explicar por un proceso morfofonémico de supresión. En efecto, la forma básica de ese alomorfo es el sufijo "-éa", pero se pierde la vocal final para evitar una secuencia de tres vocales, donde la vocal tónica es la vocal alta "i" . En consecuencia, (-éa ~ -é) °o -len.

22
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt37 - : Del mismo modo, es recurrente el cambio de /e/ > /i/ (en posición átona), resultado -entre diversos factores- de cierta inestabilidad en el timbre de la vocal átona:

23
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt37 - : 3.1.2.4 El vocalismo: el vocalismo andaluz oriental es el más curioso del español de hoy . Al respecto, Salvador (1977, p. 1) afirma: "Precisamente por afectar en toda su extensión al sistema vocálico castellano, modelo entre los modelos, tipo básico del vocalismo triangular de cinco unidades, perfectamente diferenciadas y sin mixturas", entonces, podría decirse que la aspiración de la /s/ (o -z), sería el fenómeno que había producido una abertura en la vocal anterior y que, perdida la aspiración, esta abertura ha heredado su función diferenciadora, generalmente morfológica (flexión nominal, flexión verbal).

24
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt25 - : En algunos ejemplos nombrados en el párrafo anterior se encuentra la preposición acompañada de un artículo y seguida de un nombre o un adjetivo. A la orden, de la hostia, hasta la bandera, por un tubo, de los diablos. Es de resaltar el fenómeno gramatical y, por tanto, fonológico de la supresión de un elemento lingüístico, en este caso la vocal con que acaba una palabra cuando la que le precede comienza por otra vocal, cabe aclarar que esto se da únicamente con el artículo en singular y para el género masculino: de el > del oeste, de el día > del día, a el vacío > al vacío, etc . Es evidente señalar que dicha elisión sólo se da con la preposición "de".

25
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt159 - : Este fenómeno de repetición, si lo podemos llamar así, nos llevó a plantearnos cómo, por qué, cuándo, en qué condiciones se produce, si es propio del español, entre otros interrogantes. Así, empezamos a indagar, primero sobre el sufijo -ón y encontramos una citación que nos dio una pista; el lingüista Friedrich ^[31]Hanssen (1913), citando al filólogo Julio Cejador y Fracua, escribe en su Gramática Histórica: "La vocal o es aumentativa en -ón y -ote" (p. 122). Buscamos si las formas con -ote también sufrían el mismo fenómeno de reduplicación y hallamos ciertos ejemplos que lo confirman. Entonces nos preguntamos lo siguiente: ¿Puesto que la vocal /o/ posee un valor aumentativo en estos dos sufijos, es ella quien motiva la reduplicación en español ?

26
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt159 - : Ya se indicó que este fenómeno lingüístico es un procedimiento de derivación lexical que permite crear variantes de una palabra con un cierto grado de intensidad. Si adaptamos la teoría de ^[90]McCarthy (1981) y ^[91]Marantz (1982) al sistema español, la reduplicación se puede representar a través de un esqueleto con los elementos siguientes: R^[92]^3 es el reduplicante compuesto por VC, donde Vcorresponde a la vocal y C a la consonante del sufijo S: BASE+R[VC]+S[VC(V )].

27
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt83 - : Según la descripción de ^[34]Mansen y Captain (2000), el sistema fonológico del wayúu-naiki consta de 22 fonemas que han sido representados por 22 letras. En el sistema propuesto, buscaron equivalencias con la lengua castellana. Consta de una vocal más que en castellano, la ü (pronunciada entre la u y la i), como en: anasü 'bueno', aürütsü 'flaca' . Tienen dos fonemas consonánticos propios: la sh pronunciada como la sh inglesa, en palabras como: shupe 'jején', shiol o jo 'sombra'; la w una consonante, como la u castellana antes de otra vocal como en hueso (muchas veces pronunciada como queso), en palabras como waya 'nosotros', wopü 'camino'. En cuanto al aspecto morfo-sintáctico, a esta lengua la clasifican como aglutinante.

28
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt79 - : Empecemos por las vocales. El latín clásico contaba con diez vocales, cinco largas y cinco breves: ã ã, ë ë, ï ï, õ õ, ü ü, y con tres diptongos: ae (breve ), oe (larga), au (larga), que respectivamente se leían como 'e', 'e', 'o'. La brevedad o el alargamiento afectaban el significado de la palabra; no es lo que ocurre comúnmente en español. Solo los hablantes del latín sabían distinguir una vocal breve de una larga, de la misma manera que un francés distingue una 'e' abierta de una cerrada o de una muda.

29
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt79 - : T+I+ VOCAL en latín se pronuncian /si/ y en español corresponde a la grafía Ci . Así tenemos: otium > ocio, traditionis > tradición, negotium, palpitatio, oratio.

30
paper CO_FormayFuncióntxt236 - : De este tratamiento gráfico del fonema /y/, surge la proliferación de grafías en las que aparecen secuencias {ai}, {ui}, extrañas en realidad a la fonología inga. Para permanecer fieles a esta, en la que no se admiten diptongos propiamente dichos, consideramos preferible utilizar las formas gráficas {ay}, {uy}, que expresan mejor la naturaleza del esquema silábico /-CVCv-/ (consonante, vocal, semiconsonante), es decir, la existencia de «diptongoides» en el inga, no de diptongos . Podría escribirse, entonces, de esta manera:

31
paper CO_FormayFuncióntxt236 - : ^4He llegado a escuchar este verbo vocalizando una i larga /kriingapa/, donde cada una de las [e] originales es cambiada por una /i/, pero por economía y fácil reconocimiento de la palabra, por la nucleación de la raíz que es una sola sílaba alrededor de la vocal [e], podría graficarse como {kriy, kringapa}, aunque la secuencia consonántica de ccv en /kri-/ es ajena al inga .

32
paper CO_FormayFuncióntxt54 - : Como es conocido, los alcances de la difusión, ante todo, de dos fenómenos fonéticos como son el seseo y el ceceo, sirven de base para trazar la frontera del dialecto andaluz. A. Y. Pánchenko relaciona esto también con el cambio en el sistema del vocalismo en la parte oriental de la provincia, y así, demarca la variedad oriental y occidental del dialecto andaluz. Según la opinión de la citada científica, su esencia consiste en la aparición de diferencias de las características de timbre (apertura/ cierre) de las vocales (en el idioma español codificado no existen diferencias de las vocales según timbre), en la función de los diferenciantes del singular y plural por la oposición de cierre (indicador del singular)/apertura (indicador del plural) de la última vocal: [kápå] capa [n21a16f6 .gif] [kápa] capas [n21a16f7.gif] . A estas dos diferencias, ella también agrega una más, el propiamente dicho "rasgo andaluz", esto es, la aspiración de las consonantes /p/, /t/, /k/ y la articulación esp

33
paper CO_FormayFuncióntxt177 - : Forma a. con pérdida de la vocal final:

34
paper CO_FormayFuncióntxt204 - : ^[44]1 Ortografía: Según la propuesta en uso en la ribera colombiana, adaptada de la propuesta peruana del ILV, se representan 6 vocales orales: "a, e, i, o, ü, ", y 6 vocales nasales, "ã, ẽ, ĩ, õ, ũ, [v29n1a01u .jpg] ". La vocal "ü" es posterior, cerrada, deslabializada. El dígrafo "ch" corresponde a la africada palatal sorda. La consonante "y" representa una oclusiva o africada palatal sonora. La nasalidad es silábica y se marca sobre la vocal (ã) o en la consonante: "m, n, ñ, ng" (labial, alveolar, platal y velar respectivamente, alófonos de oclusivas sonoras). Hay 4 tonos fonémicos, 2 simples y 2 complejos. Tono alto ('), tono bajo (`), tono descendente (ˆ) y tono ascendente (ˇ). La longitud vocálica es un rasgo prosódico (de dialectos de "tierra firme") asociado a los tonos complejos. Se da solo en morfemas léxicos.

35
paper CO_FormayFuncióntxt48 - : Tal triple partición es consistente con una concepción de los sonidos del habla como constituidos por tres componentes, a saber: la iniciación de una corriente de aire (en inglés, airstream mechanism), por lo común, a cargo de los pulmones, una fonación (por lo menos, algún valor para ella), a cargo de la laringe, y una articulación -así sea esta glotal (como en el caso de la oclusiva glotal [?] y la correspondiente fricativa [h]) o neutra (como en el caso de sevá, inglés y alemán schwa^[37]11, [e])-, a cargo de la región supraglotal^[38]12. En este último sentido estrecho (y no en el de la primera oración del párrafo anterior), el término 'articulación', usado para denotar el gesto que modifica una corriente de aire (fonada o no) que ingresa a las cavidades supraglotales del tracto vocal confiriéndole una determinada cualidad acústica (o timbre), encuentra su justificación precisa en este hecho: la articulación es la fabricación del timbre acústico final, de la identidad o cualidad a

36
paper CO_FormayFuncióntxt272 - : No artigo «O aparelho formal da enunciação», publicado em 1970, ^[32]Benveniste (2006) apresenta três definições de enunciação. Na primeira, aquela que norteará este trabalho, a enunciação é apresentada como a ação individual de colocar a língua em funcionamento e dela fazer uso. A segunda definição é a realização vocal de língua e a terceira o próprio aparelho formal de enunciação: as situações em que ele se realiza e os instrumentos de sua realização .

37
paper CO_FormayFuncióntxt103 - : El vocalismo presenta casos de cierre del timbre de vocales palatales átonas e > i: volitín 'boletín' (7f ) y sigún 'según' (7f), esta última se mantiene en la actualidad entre gente de escasa escolaridad. Con tres registros, figura la conjunción adversativa poro 'pero' (6a, 7a, 7e); la aparición de la vocal o no se explica por trueque vocálico asociado a la historia de este término, sino que es deformación forzada e intencionada de la conjunción para dar un tinte más rústico.

38
paper CO_FormayFuncióntxt176 - : En contra del planteamiento tradicional, que ha sido sistematizado en las [36]tablas 1-[37]3, también corresponde aducir la absoluta ausencia de motivación lingüística para la monoptongación de la secuencia [-ei-] en dos vocales distintas: [-a-, -e-]^[38]3 . Al respecto surgen las siguientes preguntas: ¿cómo se podría explicar fonológica-mente, por ejemplo, que de una vocal media seguida de una vocal alta el resultado sea una vocal baja? ¿Cómo explicar que una misma secuencia fonológica pueda monoptongar de dos maneras distintas, sin que ello sea producto del simple azar? En la ausencia de motivación fonológica que justifique las reglas de monoptongación (4), (5) y (6), ninguna de estas preguntas tiene repuesta posible. Peor aún, si se tiene en cuenta que en algunas regiones del Río de la Plata y en otras ocurre un voseo pronominal acompañado de tuteo verbal (v. g., Espero que vos vengas temprano), la hipótesis que hace derivar estas formas de la segunda persona plural no honorífica encont

39
paper CO_FormayFuncióntxt176 - : En vista de las consideraciones de la sección anterior, proponemos alternativamente que las formas del VRP y del VCL no derivan de la segunda persona plural, sino que comparten la misma representación subyacente con las formas del tuteo. De esta suerte, por ejemplo, tanto las formas [(tú) báilas] como [(vos) bailás] y [(tú) bailái] derivan de la representación subyacente /bailas/. Para la derivación de las formas voseantes se requiere primero una regla de acentuación^[64]22, la cual cuenta con suficiente evidencia independiente y permite una generalización lingüística interesante que explicaremos más adelante. La regla en cuestión la formulamos en (22) y tiene por efecto asignar acento a la vocal que sigue inmediatamente al radical verbal:

40
paper CO_FormayFuncióntxt176 - : (v. g., bailaré, bailaría, etc.), no la vocal que sigue al radical propiamente dicho (v. g., *bailáre, *bailária, etc.). Sin embargo, cabe observar que tanto el radical como el infinitivo son las bases a las cuales se agregan la vocal temática o las desinencias de modo, tiempo, persona y número (una generalización que nos permite reformular la regla (22) bajo los términos de (23)):

41
paper CO_FormayFuncióntxt176 - : La regla de paravocalización, que es la única propia del VCL, convierte un sonido sibilante alveolar sordo en una paravocal cuando está en posición final de palabra, antecedido por una vocal [+posterior]:

42
paper CO_FormayFuncióntxt176 - : La regla de elevación vocálica, por su parte, convierte una vocal marcada [-alta, -baja, -posterior] en una vocal [+alta] cuando está acentuada:

43
paper CO_FormayFuncióntxt176 - : De manera similar, la coexistencia de las formas habís/hai y erih/soi del presente de indicativo puede explicarse a partir de representaciones subyacentes distintas, que coexistieron en algún momento (haber) o coexisten hoy (ser). Las dos formas para haber, por ejemplo, provienen de las representaciones subyacentes /habes/ y /has/. En virtud de nuestra regla de acentuación, de elevación de la vocal anterior media y de paravocalización, convierten la [é] en [í] y la [s] en yod:

44
paper CO_FormayFuncióntxt166 - : La lengua española tiene cinco fonemas vocálicos cuyos símbolos son /a/, /e/, /i/, /o/ y /u/. Dentro de las características más importantes de dichas vocales están, primero, el hecho de que, por lo general, son muy estables y la variación en su pronunciación no es significativa; segundo, al articularlas y producirlas, la boca se mantiene en una posición tensa; tercero, no existe una variación significativa entre ellas en cuanto a la duración. Además, la vocal tónica de una palabra en español es por lo general más larga que sus contrapartes átonas; sin embargo, dicha duración sigue siendo corta, en contraste con las vocales largas que existen en otras lenguas (Barrutia & Schwegler, 1994, p . 46).

45
paper CO_FormayFuncióntxt166 - : El fonema vocálico del inglés /ə/, llamado Schwa, tiene los rasgos central, medio y corto; igualmente, se clasifica como una vocal laxa, es decir, que no se articula con mucha energía (Roach, 2009, p . 65). En inglés, la Schwa puede representar la forma reducida de cualquiera de las vocales o diptongos, en cualquier posición átona, fenómeno fonológico al que se le conoce como reducción vocálica. Gimson (2001, p. 127) afirma que dicha reducción de vocales átonas ha sido una característica del sistema de sonidos desde hace más de mil años; por tal motivo, y como también lo expresó Roach (2009, p. 65), los aprendices del inglés necesitan entender cuándo es apropiado producir una Schwa y cuándo no. Por último, en la descripción acústica, Ladefoged (2006, p. 182) explica que los valores del Formante 1 (F1) y el Formante 2 (F2) esperados para la vocal Schwa son de 500 Hz y 1500 Hz, respectivamente.

46
paper CO_FormayFuncióntxt166 - : Entre los hablantes, existen dos casos que merecen ser destacados, ya que muestran la mayor oposición dentro del grupo. En primer lugar, el hablante 2A muestra la tendencia más alta a producir Schwas semejantes a las vocales españolas: todas las producciones de Schwa (excepto las escritas con < u > ) se localizaron en la misma zona de las vocales españolas de dicho informante. Por el contrario, el informante 10A produjo todos los tipos de Schwas muy lejos de cualquiera de sus vocales españolas; y, asimismo, todas las Schwas se localizaron, muy cercanas entre ellas, en la zona central del espacio vocal. Esto sugiere que el hablante 10A ha creado una nueva categoría fonética para la vocal Schwa de su L2.

47
paper CO_FormayFuncióntxt255 - : ^1 Se trata del sitio en castellano Kareol, dedicado en especial a la ópera y a la música vocal en general: [142]http://www .kareol.es/index.htm

48
paper CO_FormayFuncióntxt212 - : Dentro del genérico Murui (Uitoto), nombre que cobija a varias comunidades habitantes en los departamentos de Amazonas, Caquetá y Putumayo, son habladas distintas variantes de la lengua, entre las que podemos distinguir: mɨka, mɨnɨka, bue, nɨpode. El material recolectado pertenece a la variante mɨka reede. En esta transcripción, que es de tipo ortográfica, fue utilizado el siguiente alfabeto: "a, b, ch, d, e, f, g, i, ɨ, j, k, m, n, ñ, o, r, t, u, v, y, z", correspondiendo a este seis vocales: "a, e, i, ɨ, o, u" . Llaman la atención, especialmente, las letras "b, f, z, r, ɨ", siendo la "b" /b/ oclusiva en todas las posiciones; la "f" /ɸ/ fricativa bilabial sorda; la "z" /θ/ fricativa interdental sorda, la "r" /ɾ/ vibrante simple en todas las posiciones; la vocal "ɨ" es la vocal central alta. Por lo general, la acentuación está siempre en la primera sílaba.

49
paper CO_FormayFuncióntxt238 - : El análisis acústico que se presenta en la [56]Figura 2, en primer lugar, hace visible un hecho que contrasta de manera recurrente con la transcripción de ^[57]Schauer y Schauer (1978), en cuanto a la glotal entre dos vocales iguales: por ejemplo, la glotal por ellos transcrita en «a'á» en la raíz 'robar' o en «i'i» en la raíz 'beber' no es visible en los espectrogramas (ver primera vocal en la [58]Figura 2 ), que muestran los segmentos continuos «a» o «i» antes de la oclusiva ([t] en la [59]Figura 2). En segundo lugar, en cuanto al tema prosódico que nos interesa, el pico de mayor intensidad corresponde, efectivamente, a la sílaba «ke» (80;32 dB); pero el segundo pico está en la sílaba inicial de la raíz «a» (79.54 dB), a diferencia de la predicción de ^[60]Schauer y Schauer (1978), según la cual debería estar en «ha», la segunda sílaba del sufijo (acá con 78.92 dB).

50
paper CO_FormayFuncióntxt238 - : Se puede ver que, en cada proferencia, la sílaba y la vocal de mayor duración (resaltadas en negrilla) no coinciden con la mayoría de sílabas o vocales de mayor altura tonal (sílabas 2 y 3, columnas «Tono >»). En uno solo de los 12 casos de tono alto (columnas «Tono >») hay coincidencia de este tono con mayor duración de la sílaba: el primer tono alto en la sílaba «t^hu» en «at^hupakahelohe» coincide con la sílaba de mayor duración; sin embargo, la vocal de dicha sílaba es la más corta . Esta falta de correlación apunta a la no dependencia entre duración y altura tonal de sílabas a nivel de la palabra. Así, a partir del análisis de las [110]Figuras 9, [111]10 y [112]11, y de la [113]Tabla 3, proponemos la hipótesis de que la duración y la prominencia no están correlacionadas, y que el verbo «at^hupa» 'escupir' presenta como característica subyacente una secuencia de prominencia tonal: primera sílaba baja, segunda y tercera altas.

51
paper CO_FormayFuncióntxt238 - : Figura B Ilustración de una vocal [a] parcialmente laringalizada, con una zona de crepitación y en medio una glotalización: verbo « ha̰lo» 'no enterró', «ha̰-lo» lit .: enterrar-negativo

52
paper CO_FormayFuncióntxt292 - : Si bien todos los verbos de la muestra que inician con /ꞌ, h/ más vocal se comportan como «ꞌè̠ntꞌi» ‘arrojar’, es claro que la palatalización mostrada en [84]Tabla 5 no es un proceso fonológico . Por un lado, ocurre con clíticos de TAM/persona con la vocal potencialmente palatalizante /i/, tales como «bi» ‘PFV’, «gi» ‘2.IRR’ y «xkí» ‘2.IRR.PRF’, pero no con los clíticos con esa misma vocal en el subparadigma imperfectivo; por otro lado, la palatalización se observa incluso con clíticos de TAM/persona con vocal /a/, como «gá» ‘2.PFV’ o «xtá» ‘IRR.PRF’.

53
paper CO_FormayFuncióntxt280 - : En la primera reconstrucción del protomataguayo que se propuso (^[89]Najlis, 1984), se postuló una serie de obstruyentes plenas: /*p *t *ts *č *k *q/, una correspondiente de eyectivas: /*p’ *t’ *ʦ’ *č’ *k’/, y una de aspiradas (incompleta): *ph *th *tsh. Asimismo, se propuso una serie de sonorantes plenas: /*m *n *l *w/, y una de aspiradas: /*hm *hn *hl *hw/. Sin embargo, en la serie plena, la glotal no forma parte del protosistema fonológico, como tampoco las sonorantes glotalizadas. Según ^[90]Najlis (1984), la realización de la glotal en estas lenguas es un efecto fonético predecible por el contexto: «una oclusión glotal (ʔ) surge automáticamente en dos contextos: o entre vocales o bien en final libre de palabra aguda, es decir, trabando a la vocal tónica» (p . 12), como lo ilustran los cognados en la [91]Tabla 1 ^[92]^4.

54
paper CO_FormayFuncióntxt280 - : En algunas lenguas de la familia, las obstruyentes eyectivas afectan las vocales del entorno. La laringealización de la vocal que sigue a dicho segmento fue registrada, por el momento, en la variedad bermejeña del wichí/weenhayek (^[161]Nercesian, 2014a). En el habla rápida, la glotalización llega a superponerse por completo con la realización de la vocal ([hap’ṵuq] ~ [hap’ṵ:q] ~ [hap’ṵq] ‘colmena’ ), lo que consecuentemente provoca que el contraste entre la consonante plena y la eyectiva se dé a nivel de la sílaba, p. ej. [pu] (/pu/) y [pṵ] (/p’u/), (^[162]Nercesian, 2014a). Este efecto fonético nos interesa, además, porque en nivaĉle también se registró la serie de consonantes eyectivas con valor fonémico y la presencia de vocales laringealizadas (^[163]Stell, 1987; ^[164]Gutiérrez, 2013, ^[165]2015). Pero, a diferencia del wichí/weenhayek, en nivaĉle las vocales laringealizadas se han encontrado también precedidas de obstruyentes plenas (^[166]Gutiérrez, 2015). Amplia

55
paper CO_FormayFuncióntxt280 - : Por último, para el nivaĉle existen tres posturas: (1) ^[226]Campbell y Grondona (2007, ^[227]2010) asumen seis vocales modales en el inventario fonológico: /i e a ɑ o u/, (2) ^[228]Stell (1972, ^[229]1987) y ^[230]Fabre (2016) postulan doce vocales: seis modales /i e a ɑ o u/ y sus contrapartes glotalizadas /ỉ ẻ ả ɑ̉ ỏ ủ/, y (3) ^[231]Gutiérrez (2013, ^[232]2015, ^[233]2016a, ^[234]2016b, ^[235]2019) sostiene que las vocales glotalizadas no son contrastivas sino que son secuencias subyacentes /Vʔ/: una vocal más una oclusiva glotal moraica (especificada con el rasgo [g .c.]) que tiene diferentes análisis prosódicos. La glotal posvocálica puede analizarse como parte de un núcleo silábico complejo o como coda y da cuenta de las diferentes formas de superficie de las vocales glotalizadas: (1) vocales rearticuladas [VʔV] (en alternancia con vocales rechinadas [V̰] como parte del núcleo silábico complejo) y (2) vocal-glotal en posición de coda [Vʔ]. Dado que la glotal posvocálica e

56
paper CO_FormayFuncióntxt280 - : Otro proceso fonológico asociado a las vocales glotalizadas del nivaĉle es el de disimilación del rasgo [g .c.]. Una vocal glotalizada de una raíz, como en el ejemplo 30a, deglotaliza ante la adición de un sufijo cuya consonante en ataque también está especificada con el rasgo [g.c], ya sea esta una oclusiva glotal (ejemplo 30b), o una eyectiva (ejemplo 30c).

57
paper CO_FormayFuncióntxt280 - : Las vocales glotalizadas con estatus fonético se registraron, como hemos visto, en tres de las cuatro lenguas de la familia: nivaĉle, chorote y wichí . En esta última, emergen por asimilación del gesto glotálico de la consonante eyectiva o de la glotal oclusiva en posición de ataque silábico con la vocal contigua. En chorote, se postula algo similar al wichí, aunque en alguna transcripción fonética se observa la laringealización de la vocal que precede a la glotal oclusiva en coda y seguida de nasal. Pero, en nivaĉle, se observa un solapamiento de la consonante glotal oclusiva en posición de coda silábica con la vocal núcleo de la sílaba, lo que da como resultado un núcleo silábico complejo bimoraico.

58
paper CO_FormayFuncióntxt280 - : La laringealización de sonorantes en nivaĉle y en wichí y chorote difieren en otro sentido. En estas últimas, el contexto fónico que pudo haber dado lugar al desarrollo de las consonantes sonorantes glotalizadas debió haber sido CVʔC[[sonorante]] V ~ CVC[[sonorante]]ʔV. La consonante sonorante habría asumido el rasgo [g.c.] dando lugar a las nasales y aproximantes laringealizadas, las cuales, en algunas variedades, alcanzaron un grado de fonologización todavía algo inestable. En nivaĉle, en cambio, la laringealización de las vocales se da en contextos fónicos similares: CVʔCV ~ CVʔ# . El rasgo [g.c.] de la glotal es asumido por la vocal núcleo de la sílaba, dando como resultado el desarrollo de vocales laringealizadas, las cuales parecieran encontrarse en proceso de fonologización.

59
paper CO_FormayFuncióntxt243 - : De acuerdo con LAPSyD (^[56]Maddieson et al., 2014) el emberá-chamí tiene 18 consonantes y 12 vocales: 6 orales y 6 nasales . Hay discrepancias en cuanto al estatus de algunas consonantes: la oclusiva glotal, las oclusivas sonoras, las implosivas y la distinción entre las aproximantes /w/ y /ʋ/. Algunos investigadores también difieren en la interpretación sobre el estatus de dos de las vocales. ^[57]Gralow (1976) informa sobre la existencia de las vocales posteriores /ɯ, o/. Sin embargo, ^[58]Herrera (2002) asegura que estas corresponden a la vocal central /ʉ/ y la anterior /ø/. Por otra parte, ^[59]Aguirre Licht (1999) describe estas vocales como la anterior /ø/ y la posterior /ɯ/. La complejidad silábica del emberá-chamí es media, y su índice silábico, según LAPSyD, es 3, con una estructura ONC 111, C(C)V(C). En la [60]Tabla 1, presentamos el inventario de fonemas de esta lengua.

60
paper CO_FormayFuncióntxt141 - : Una de las razones para asumir que [j] o [w] son realizaciones de vocales altas está relacionada con el acento, que en rromanés es léxico, es decir, no se puede predecir cuál sílaba es la acentuada, ni se pueden establecer patrones para asignarlo de manera algorítmica . Esto se debe a que la sílaba que lleva el acento está determinada léxicamente y, por tanto, toda vocal alta que no esté acentuada emergerá como glide en la superficie fonética, no importa si es prevocálica o posvocálica. El contraste presentado en los siguientes ejemplos muestra cómo la diferencia vocal/glide se debe precisamente a la posición del acento. En el caso de (56), la palabra es paroxítona. Por lo tanto, la 'i' final aparece como glide. En el caso de (57), la palabra es oxítona, por lo tanto la 'i' aparece como vocal alta.

61
paper CO_Lenguajetxt154 - : ^[63]Hualde, Shosted, y Scarpace (2011) presentaron datos experimentales, acústicos y electropalatográficos para la alofonía de /d̪/ en un corpus de grabaciones a tres hablantes hispanos, nativos de la península ibérica. Segmentaron en Praat (^[64]Boersma y Weenink, 2009) el sonido [d̪] y la vocal adyacente y tomaron dos medidas de la curva de intensidad: la diferencia de intensidad y el cálculo de velocidad MaxVel .

62
paper CO_Lenguajetxt118 - : En el siguiente ejemplo, por el Informante C ([134]Tabla 9), en lugar de una verdadera pregunta retórica, se da una seña muy larga. No se ve el uso de ÍNDEX, pero sí dos QUÉ gestuales, uno vocal y el otro bimanual:

63
paper CO_Lenguajetxt186 - : ^3Esta ambivalencia tiene muy posiblemente su origen en la desaparición, en la conversación cotidiana, del alófono fricativo de la oclusiva dental sonora /d/ y la consiguiente fusión de los dos fonos de la vocal media anterior /e/: debe de haber llegado > debe (d )e haber llegado > debe haber llegado.

64
paper CO_Íkalatxt114 - : El segundo punto problemático del vocalismo español en boca de nuestros alumnos es el de la articulación de los diptongos decrecientes . Según Martínez (1989), ''todo el sistema vocálico castellano puede perder su condición silábica para unirse a otra vocal portadora o no del acento para formar sílaba con ella. Cuando se trata de /i/ o /u/, se habla de diptongo'' (p. 96). En un diptongo es imprescindible tener dos vocales seguidas en una misma sílaba: una cerrada, la otra abierta (independientemente de su orden) y, lo más importante aquí, es que ambas vocales ''se articulan seguidas, en un solo impulso, como si se pronunciasen en el tiempo de una sola'' (Seco, 1989, p. 65). En el caso de que la primera de ambas vocales sea la más cerrada, hablamos de diptongo creciente (como en bueno [b w é. n o], piano [p j á. n o], dieta [d j é. t a]); y cuando el primer sonido vocálico de la sílaba es el abierto, hablamos de diptongo decreciente (como en peine [v18n1a4i02.gif] , aire [v18n1a4i01.gif] ,

65
paper CO_Íkalatxt114 - : El matiz local más llamativo del vocalismo español en boca de los estudiantes de español de nuestra Universidad es la transparencia entre el acento tónico y la cantidad vocálica . Dicho de otro modo, la vocal tónica, núcleo silábico, suele recibir aquí una demora en el tiempo de articulación, lo que repercute en la cantidad o longitud de las mismas, del mismo modo que en el vocalismo del latín clásico[36]^11, del inglés e incluso de las lenguas locales. Nuestros alumnos gastan entre dos y tres veces más tiempo en pronunciar una sílaba tónica que una sílaba átona. Daniel Jones llama cronemas a estos fonemas especiales que distingue claramente de ''los segmentos fonológicamente no acentuados [que] se profieren con varios grados de fuerza fonética siempre contrastadamente menores que los de los segmentos acentuados'' ( Jones citado en Robins, 1976, p. 174).

66
paper CO_Íkalatxt216 - : En la [68]figura 1 se puede observar que para la vocal del español /ä/ hay una vocal del inglés que comparte rasgos de centralidad y altura con ella: /ʌ/ . A su vez, existen otras vocales que comparten el espacio fonético o entorno cercano, a las que se le asignaría un solo sonido en español dependiendo de factores como la variante o el acento de inglés que se hable (por ejemplo, /æ/ norteamericana y /e/ española, /a:/ americana y /a/ española, o /æ/ británica y /a/ española). ^[69]Flege (1995) expuso que hablantes de inglés como L2 avanzados tenían problemas para distinguir contrastes entre /e/ y / æ/ o / ʌ/ y /ɑː /, mas no ocurría lo mismo con otros contrastes, como /ʌ/ y / ʊ/, o con el caso de /ɪ/ e /i:/.

67
paper CO_Íkalatxt216 - : La [104]figura 4 ilustra de mejor manera la cantidad de tipos de respuesta por seudopalabra. El caso de yuts, la cual no presentó ningún grafema ideal por parte de los alumnos, puede deberse al hecho que esta palabra fue expuesta en el audio del poema después del ítem yats, con la que conforman un par mínimo; es muy probable que los alumnos las hayan percibido como el mismo ítem dentro del poema y, por ende, las representaran en la grafía de forma similar, aun cuando fonémicamente se trataba de dos realizaciones diferentes. La vocal de ushed (/ʌ/) es la que tiene el mayor porcentaje de grafías que sugieren transferencia (representada principalmente con ), observándose que un número alto corresponde a la palabra del inglés ash (/æʃ/ ).

68
paper CO_Íkalatxt216 - : En cuanto a la vocal en mub, el 57% de los alumnos escribió el grafema
, por lo que creemos que es un caso de transferencia negativa de la vocal /a/ del español . Pab, aphininning y acks fueron los ítems con más grafías predictivas, superando el 50% de respuestas ideales. En el caso de pab se esperaba una palabra ya común para el nivel de los alumnos en este caso (pub), mas esto no ocurrió así. Tampoco hubo respuestas de alumnos con grafema ; por lo tanto, pab fue la única palabra sin grafemas que sugieran transferencia fonético-fonológica negativa.

69
paper CO_Íkalatxt216 - : El porcentaje en el grupo "Otros casos" para la palabra yuts podría deberse a algo similar a lo ocurrido con las respuestas del primer grupo de estudiantes en la misma prueba: ellos pudieron haber percibido yuts y yats como la misma palabra, pero reproducida dos veces en el audio (uso de en la grafía para representar /ʌ/, como "yets"), hecho que se asemeja en frecuencia a lo ocurrido con las respuestas en la grafía para la seudopalabra yats (situación en la que sí fue considerada como ejemplo de transferencia negativa). En cuanto a ubbed, los alumnos optaron por escribir la vocal utilizando diptongos como y ^[116]^11 (/aʊ/ y /o:/ respectivamente ), lo que justificaría el alto índice de grafías que fueron consideradas como otros casos.

70
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt56 - : Desde un punto de vista morfológico, estos sufijos “anulan la vocal temática del verbo al que se adjuntan”, según explica la gramática académica con ejemplos del tipo engañar > engaño, además de desplazar el acento agudo del infinitivo para eliminarlo de la misma vocal temática: desear (aguda ) > deseo (llana), anomalía que algunos autores, según aclara la propia Academia, justifican al observar que los sufijos vocálicos se forman sobre los temas de presente (pues respetan las pautas vocálicas de estos) y no a partir de los infinitivos ^[42](NGLE, 2009, pp. 371-372). Ambas premisas se cumplen en el vocablo que nos ocupa.

71
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt10 - : De acuerdo con ^[102]Piñeros: “es posible simplificar un diptongo cambiando el rol silábico de una semivocal alta: [i] < [j], [u] < [w]” ^[103]^11 (1998: 196 ). Estoy de acuerdo con la forma propuesta para simplificar el diptongo. Lo que no me parece correcto es considerar que el cambio de deslizada a vocal alta es un cambio de rol porque siguen siendo parte del núcleo. Desde mi perspectiva, se trata de un cambio de sonoridad.^[104]^12 En este caso, podría proponerse una restricción que penalice estos cambios:

72
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt10 - : ^12El cambio de deslizada a vocal implica un cambio de sonoridad en los segmentos silábicos, no en el rol silábico en sí . ^[200]Dineen y Miller (1998: 22) retoman la jerarquía de sonoridad de ^[201]Clemens (1990): obstruents>nasals>liquids>glides>vowels En dicha jerarquía se observa que deslizadas y vocales poseen una sonoridad diferente. Por lo que cualquier cambio de una a otra conlleva una variación de sonoridad. Esta también puede darse en el cambio consonántico, que se verá un poco más adelante.

73
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt46 - : vocal, una porción de este segmento adyacente se produce con voz glotalizada .^[115]^20

74
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt8 - : ‘rezaren’ (h 1r. 27) y varios ejemplos de diero ‘dieron’ en el texto (h 1r. 20, 23)^[84]^17 que quizá sean reflejo, en realidad, del empleo del alófono velarizado en tal posición y de la posterior nasalización de la vocal, una vez más en coincidencia con la situación que, al respecto, describen para el momento actual tanto Lipski (^[85]1996: 312) como Rosales Solís (^[86]2010: 149-150 ).

75
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt20 - : Manejamos varias fechas para el primer registro escrito de esta voz. En primer lugar, el CORDE ofrece el año de 1936 para la forma saki. Por otro lado, gracias al ^[94]NTLLE, sabemos que la primera obra lexicográfica en inventariar este vocablo fue la de Rodríguez Navas, en 1918, con la forma sak. Desde su primer registro escrito sí hallamos variación de significante, que ha cambiado su patrón acentual y la vocal final: /-i/ > /-e/, aunque no presenta alteración de significado .

76
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt20 - : Por lo que respecta a su integración en el sistema morfológico español, los corpus (CREA y CORPES XXI) y los diccionarios hispánicos (^[145]GDUEA, NDVUA, DClave y DLE, 2014) convienen en describirlo como un sustantivo masculino,^[146]^25 apareciendo en ocasiones junto al artículo masculino, el, y otros adyacentes que indican su género: este, mucho, marinado, cortado, blando, seco, (des)congelado. Con género masculino ha sido adoptado también en francés (DFL y LPR), portugués (DHLP y DPLP) e italiano (—masculino invariable— DOVLI y Zingarelli). Aunque no encontramos muestras de plural, inferimos que, dada su proximidad al referente queso y su significante acabado en vocal, toma el morfema plural /-s/: tofus . Tampoco detectamos preferencia por algún patrón combinatorio.

77
paper PE_Lexistxt54 - : Si comparamos el sistema shuar con el del español, expuesto en la [24]tabla 2, notamos diferencias sustanciales. Los fonemas /i, a, u/ corresponden aproximadamente a sus equivalentes españoles. El fonema /ɨ/ es una vocal central cerrada que no tiene equivalencia en el sistema vocálico español. Su representación gráfica es "e". Las vocales de apertura media [e, o] no están ausentes en shuar, pero no tienen el carácter fonológico. El sonido [e] es alófono de la /a/ según argumenta Turner (1958b: 87-89). Este sonido aparece con frecuencia, por ejemplo, entre la consonante /h/ y la vocal /i/: winiajai [wiɲáhei] (vengo ). El sonido [o] es también alófono de la /a/ que aparece antes o después de la /u/: yajauch [jaxʰóuʧ] (malo). Según Turner (1992: 16-19), el tercer alófono de la /a/ es un sonido abierto [æ] que aparece entre /i/ y /ɾ/: kiárai [kiæɾei] (tarde).

78
paper PE_Lexistxt54 - : Las vocales susurradas, sujeto de este estudio, solo aparecen al final de la palabra/enunciado, suenan como una aspiración y algunos autores (p. ej. Fast Mowitz 1975a, 1975b) las llaman vocales sordas. Gnerre (2010: 47) escribe al respecto: "Una cuarta característica importante de las vocales es la de su ejecución susurrada, de rara presencia en el habla espontánea y, en todo caso, presente solo en la posición final del enunciado" . Si una palabra terminada en una vocal susurrada, por ejemplo [ipják^u] (achiote), aparece en la cadena hablada, esta vocal se pronuncia como una vocal plena: [ipjákuitʲi] (es achiote). Por esta limitación respecto a su posición las vocales susurradas no son de uso frecuente en el habla espontánea. Gnerre (2010: 64) también expone una regla de "desonorización de vocal oral final de palabraen morfemas léxicos tri- o tetravocálicos en nombre o adjetivo", pero admite, que "[e]sta regla solo la aplican algunos hablantes (quizás los más ancianos) siempre en estilo de

79
paper PE_Lexistxt54 - : Otro aspecto que notamos al estudiar las vocales susurradas es su poca relevancia fonológica. Pares de palabras en las cuales las vocales susurradas diferencian el significado, por ejemplo, [ká:p^ɨ] (mosca), [ká:p^i] (bejuco) son muy escasos, de hecho este ejemplo es el único que conseguimos encontrar . Eso también significa que para la /^u/ y la /ª/ susurradas no existen pares donde distinguen significado y, por lo tanto, son fonemas cuestionables. Además, en caso de la vocal /ª/ el diccionario Chicham (Pellizzaro y Náwech 2005) solo recoge dos palabras donde aparece esta vocal: múukª (cabeza) y mutsukª (cerebro). Tampoco encontramos pares mínimos en los que la susurrada distinguiera el significado en confrontación con una vocal oral. Por estas razones, parece que las cuatro vocales susurradas a veces se consideran fonemas más bien por tradición (Turner 1958a, 1992; Gnerre 2010) y para guardar la simetría del sistema, que por razones puramente fonológicas. A pesar de que se trata, en reali

80
paper PE_Lexistxt54 - : La idea original era observar el uso de las vocales susurradas en tres palabras: ipiak^u (achiote), kaap^i (liana), kaap^e (mosca), sin embargo, las vocales susurradas aparecieron también en los numerales: menaint^u (tres ), ujuk^e (seis) y, sorprendentemente, en la palabra chaarip^i (rayo, relámpago). Esta última aparece en el diccionario Chicham (Pellizzaro ‒ Náwech, 2005) sin la vocal susurrada, a pesar de esto algunos hablantes optaron por pronunciarla con la /^i/ susurrada. De estas palabras la mejor representante era la primera: ipiak^u, por representaruna unidad léxica bastante general, y por ser fácilmente identificada por la mayoría de los participantes. En cambio, el par de palabras kaap^e - kaap^i raras veces aportó las respuestas esperadas por las razones arriba mencionadas.

81
paper PE_Lexistxt54 - : er con la metodología de las entrevistas. Como ya hemos mencionado, las personas monolingües eran normalmente muy mayores, algunas ni siquiera sabían cuántos años tenían. Para muchas de estas personas la respuesta a los estímulos en forma de fotos era una tarea demasiado abstracta, o sea, que las respuestas no acertadas eran mucho más frecuentes que en otras categorías observadas. Además, por problemas comunicativos era más difícil explicar a estos participantes que la respuesta deseada comprendía la palabra sin ningún sufijo. Como la gente se expresaba de manera natural, muchas veces recibimos la respuesta en forma: ipiakuiti, que contiene la palabra ipiak + la vocal u pronunciada de manera plena + verbalizador it + sufijo de tercera persona singular i, que en total significa: "es achiote" . En el capítulo 2 explicamos que las vocales susurradas aparecen solo a final de palabra o enunciado y cuando se añade algún sufijo estas vocales se realizan de manera plena. Las respuestas de las

82
paper PE_Lexistxt47 - : El transcriptor también distingue lo que considera sonidos diptongales: "muchas vezes pronuncian las vocales como diftongos: la e como la oe, eso es, como media o y media e [ ...]. En otras palabras usan el diftongo ôu, por ejemplo, pôung ‘fuego’, en cuya pronunciacion ay mucha dificultad" [fol. 1r]. En relación con el anterior ‘diptongo’, él especifica: "asi mesmo como en la lengua alemana la o^e, e.g. mörsl ‘mortero’, Öl ‘aceite’ [fol1. 1r]". El autor transcribe este sonido diptongal por medio del dígrafo , y mediante el símbolo <ö>. Los gráficos , y <ö> se refieren probablemente a una vocal anterior central [œ].^6

83
paper PE_Lexistxt15 - : Requep>), bien en agregarla una vocal de apoyo, que es la opción que prevaleció en nuestro ejemplo (como , del quechua *wiña-q ‘crecedero’ ). En cuanto al segundo ejemplo, interesa ver cómo el segundo elemento del compuesto acusa resilabificación, introduciendo una nueva sílaba, a partir de *willka ‘sol; sagrado’; y es que el castellano no registra secuencias de lateral palatal /ll/ más consonante (de allí por en los primeros contactos de los españoles con los incas). Finalmente, el nombre que perenniza el lugar de la derrota del rebelde Gonzalo Pizarro, que se escribía por entonces acertadamente , sufrió también un reajuste silábico (= epéntesis) en el primer elemento del compuesto , que devino teóricamente en , antes de su evolución final en la forma en que la conocemos.

84
paper PE_Lexistxt9 - : El segundo capítulo inaugura la descripción estructural del afroyungueño que, según criterio tradicional, se inicia con la fonética y fonología. Para ver el contraste con el habla de los afrodescendientes, se hace primero un repaso de los rasgos fonéticos del español de las tierras altas bolivianas (64-69), caracterizado, por ejemplo, por el mantenimiento de /s/ implosiva o la distinción entre [ʎ] y [ʝ]. A estos rasgos se oponen los del afroyungueño, que aspira o elide la s final de sílaba y es yeísta (con posible pérdida de la mediopalatal, a la que incluso se llega desde el reanálisis de li + vocal: familia > juamía ). Como se ha dicho, y queda sobreentendido en este capítulo, los hablantes son capaces de cambiar de un dialecto a otro; con respecto al yeísmo, Lipski explica en un artículo reciente ("Socio-phonological variation in Latin American Spanish". M. Díaz Campos (ed.): The Handbook of Hispanic Sociolinguistics, 2011, 72-97) cómo funciona la alternancia con la solución distingu

85
paper PE_Lexistxt52 - : [E]l búlgaro posee igualmente una vocal cuya naturaleza acústico-articulatoria es casi idéntica a la de la ə rusa. Pero esta vocal búlgara se presenta no solo en sílaba no acentuada, sino también en sílaba acentuada: pət "camino", kəštə̆ "casa", etc . Para los rusos que estudian búlgaro, la pronunciación de la ə búlgara acentuada es terriblemente difícil; en general la reemplazan por a, por ɯ o por una e᷾ media, y solo con grandes esfuerzos y tras una larga ejercitación logran una pronunciación medianamente correcta. El hecho de que el sonido ə exista en su propia lengua materna no facilita sino que, al contrario, dificulta a los ruso-hablantes la correcta pronunciación de la əbúlgara debido a que, aunque la ərusa tiene casi el mismo sonido que la əbúlgara, su función es completamente distinta: en ruso la ə señala la posición relativa de la sílaba tónica y por eso el que nunca lleve el acento no es un hecho casual sino al contrario, esencial; la əbúlgara en cambio, puede

86
paper PE_Lexistxt52 - : ser acentuada. Resulta de este modo que los rusos pueden identificar la ə búlgara acentuada con cualquier vocal de su lengua materna con la sola excepción de ə̆ (Trubetzkoy 1939: 47 ).

87
paper PE_Lexistxt113 - : numerosas ocurrencias del morfema -illo/a (^[91]Marticorena 2010: 73), muchas veces con la transformación de la vocal final del masculino en -u, en particular con sustantivos de origen quechua como huambrillu, ‘niño’ (^[92]Calvo 2012: 90, 212, etc .).

88
paper PE_Lexistxt139 - : Modernamente las expresiones adverbiales numerales distributivas se consideran formadas mediante el elemento -nka, considerado como un sufijo, que se agrega a la raíz numérica o cuantitativa, cuando esta acaba en vocal: así, en tawa-nka ‘a cada uno, cuatro’, o chunka-nka ‘a cada uno, diez’ ; cuando, sin embargo, la base termina en consonante se tiene iskay-ni-nka ‘a cada uno, dos’, o isqun-ni-nka ‘a cada uno, nueve’, etc. En todos estos casos, como se aprecia, no aparece la variante colonial tras consonante, pues en su lugar lo hace el morfema que acabamos de identificar, es decir -nka, con el auxilio del estribo -ni para poder engarzarse a la base. Este elemento, conocido tradicionalmente dentro de la lingüística quechua como "morfo vacío", juega un rol importante en todos los dialectos modernos del quechua, como un linker, socorrido no solo para satisfacer la estructura silábica de la expresión derivada en cuestión sino también por razones puramente eufónicas

89
paper PE_Lexistxt110 - : En el siglo XVIII, la primera Ortografía de la ^[90]Real Academia (1741: 238-244) encomienda la discusión sobre grupos vocálicos a la gramática, pero dedica un apartado a la sinalefa, que describe más como elisión de la primera vocal implicada: “La vocal última de una dicción se consume o se oculta por la primera vocal de la dicción siguiente” ; nota su regularidad en la versificación: “Esta figura la conoce muy bien la poesía española”; y reconoce su carácter común en el habla, aunque insistiendo en los encuentros de vocales idénticas: “En la lengua es tan natural, que el más ignorante la comete, sin conocerlo, ya sea por evitar la cacofonía, ya por la dificultad que naturalmente se encuentra en repetir una misma vocal”. Indica que, a diferencia de otras lenguas romances en las que se emplea apóstrofe, en español la sinalefa no tiene reflejo en la escritura, salvo contracciones que se han regularizado, como es el ejemplo de preposición más artículo al y del.

90
paper PE_Lexistxt110 - : Por el contrario, ^[92]García del Pozo (1825: 62-63, 101) constata que “en castellano no hay vocal que no se pronuncie a veces unida en una sílaba con cualquiera de las otras cuatro vocales”, y, a la manera de los tratadistas del XVI, presenta articulaciones antihiáticas de combinaciones entre las vocales medias y la abierta bajo la denominación de diptongos con los siguientes ejemplos, entre otros: aa “contraataques” ; ae “recae, tráelo, portaestandarte”; ao “bacalao, esperaos”; ea “espoleadura, vicealmirante”; ee “reedificar”; oa “Joaquín, almohada”; oe “Goicoechea”; oo “decimooctavo”; especifica que sus ejemplos se centran en interior de palabra, pero que entre palabras “se hallan con más frecuencia, especialmente en el verso”, denominando indistintamente sinéresis o sinalefa a los dos casos. En lo que respecta a marcas gráficas para la lectura, siguiendo la línea de De Herrera en sus Anotaciones, estima que, por “frecuentísima”, la sinéresis (o sinal

91
paper PE_Lexistxt110 - : Las Academias (2011: 333, 343) explican la diferencia entre vocal nuclear y marginal desde la perspectiva de su sonoridad: la nuclear constituye la cima sonora de la sílaba, mientras que la marginal consiste en un ascenso de sonoridad previo a la cima o en un descenso posterior, lo que es evidente tanto en el caso de los diptongos como en el de las articulaciones antihiáticas de vocales medias entre sí o con abierta .

92
paper PE_Lexistxt10 - : El sistema tetravocálico proto-kawapana puede ser caracterizado como típicamente amazónico debido, especialmente, a la presencia de la vocal alta/media central no redondeada, bastante frecuente en las lenguas de dicha región (Dixon y Aikhenvald 1999: 8, Michael 2011 ). Entre los proto-fonemas consonánticos encontramos la oclusiva glotal sorda *ʔ, segmento frecuente en las lenguas amazónicas y a la vez ausente en quechua y aimara (Michael 2011).

93
paper PE_Lexistxt10 - : En shiwilu el fonema /ɘ/ requiere de una coda consonántica. Por lo tanto, las consonantes intervocálicas que siguen a esta vocal se geminan, sin importar la posición del acento: /ˈkek .ki/ ‘sol’, /ð̞ ek. ˈka.nan/ ‘majaz’, /wan.ˈket.tʃek/ ‘pez boquichico’, /ˈsen.nan/ ‘lago’, /ˈeʎ.ʎek/ ‘serpiente afaninga’ (Valenzuela y Gussenhoven 2013).

94
paper PE_Lexistxt115 - : ^5El cronista agustino refiere, al discurrir sobre las lenguas de la Costa Norte, que “los demás valles de los llanos [del obispado de Trujillo] ablavan la lengua Muchic, que oy conservan hasta Motupe, i otra que llaman Sec” (cf. Calancha ([1638] 1977: 1235). Notemos, de paso, que el mismo cronista, al hablar de los ríos de la región, señala que “Nec” es el nombre “con que generalmente estos Indios [los de la costa trujillana] nonbran a sus ríos” (cf. Calancha ([1638] 1977: 128). Identificable como (con vocal paragógica castellana) en la toponimia de la zona, el nombre aparece registrado también, esta vez como tanto en la gramática de Fernando de la Carrera (1644: 2, 94) como en la lista de voces mochicas de Martínez Compañón ([1790] 1985: tomo II, lámina IV )]. Siguiendo con nuestra propuesta, también deberíamos postular en estos casos el empleo de con valor de velar en tales notaciones, pues la posibilidad de que estemos ante un caso de palatalización, resulta

95
paper UY_ALFALtxt236 - : Las oraciones se segmentaron en función del sintagma (SN, SV y SP) y de la modalidad (declarativa e interrogativa). Luego, cada vocal silábica se rotuló como pretónica, tónica o postónica (o pos-postónica), sea esta última por fonética normal o por fonética sintáctica (por ejemplo, en la secuencia “el bandolín se toca” la “e” de la sílaba “se” es la postónica de la tónica “lín” ). A continuación, se asignaron los valores de cada parámetro acústico: la F0 del medio (en Hz); la duración (en ms) y la intensidad (en dB) de cada uno de los segmentos vocálicos. Los valores absolutos obtenidos se relativizaron para eliminar diferencias intrasujeto e intersujeto generando una medida objetiva para determinar patrones entre hablantes o tipologías oracionales diferentes. Los datos se analizan teniendo en cuenta dos perspectivas: las diferencias mínimas perceptivas y un contraste de medias (ANOVA).

96
paper UY_ALFALtxt236 - : En comparación con los dos parámetros analizados anteriormente, en la intensidad ([86]figura 5 y [87]cuadro 3) se observa un número menor de DMP. Además, mientras que estas diferencias se ubicaban claramente en una vocal específica, esto es, la frecuencia máxima en las átonas y la duración máxima en las tónicas, en la intensidad no se da un comportamiento regular .

97
paper UY_ALFALtxt129 - : Nesse sentido, sugerimos aqui que a ausência do contraste [-Bx,+Alto, +ATR] versus [-Bx,-Alto, +ATR] observada tanto na série das vogais [coronal] quanto na série das vogais [dorsal] possa ser explicada/justificada pela macroglossia, isso porque as camadas de traços [-Bx,+Alto, +ATR] e [-Bx,-Alto, +ATR] dão conta de expressar contrastes entre segmentos produzidos em regiões muito próximas do trato vocal: /i/ x /e/ ; /u/ x /o/.

98
paper UY_ALFALtxt196 - : Esse episódio, em que a criança problematiza o fato de uma [78]bolsa falar, emerge como um efeito de sua presença na enunciação e, portanto, na língua-discurso. Trata-se da condição de interpretante da língua e da condição do falante como intérprete/analista/comentador na e pela língua. Ao falar da língua por meio da língua inscrita no discurso, o falante situa-se em um segundo nível de enunciação, em que sustenta propósitos significantes sobre a significância (^[79]Benveniste 1989). Quando se situa nesse lugar, de comentar a língua por meio da língua, o locutor cria um segundo nível de enunciação, em que a percepção e a emissão parecem colocar em foco os avessos^[80]^5 do ato enunciativo ligado ao aspecto vocal: o próprio discurso torna-se o lugar de comentário dele próprio e da língua nele atualizada, assim como também o discurso possibilita a criação de novos discursos .

99
paper UY_ALFALtxt237 - : El grupo bermejeño abajeño es innovador en otros rasgos de la lengua. Uno de ellos es el adelantamiento del punto de articulación de /x^w/ a /f^w/, haciendo predominar el rasgo labial por sobre el velar. Otro, es el adelantamiento de la velar palatalizada /k^j/, que se encuentra en el resto de las variedades, hacia una palatal plena /č/. La palatalización es, además, un proceso fonológico que se da en límites morfológicos en este grupo. En contextos en los que la oclusiva y fricativa velar se encuentra precedida por una vocal anterior, se adelanta al punto velar, pero además, si esta está seguida por otra vocal (o hV), la velar se palataliza: k → č, x → ʃ . En el resto de las variedades, este tipo de palatización no se registra: en un contexto fónico como el siguiente: [j ɪk]+[hen] ‘ir’+’PL’, los bermejeños abajeños producen [j ɪč^hen], mientras que el resto [j ɪk^hen][153]7.

100
paper UY_ALFALtxt134 - : Mientras que en el léxico los símbolos preferidos son el círculo y el cuadrado, en la fonética y en la morfosintaxis se usan rectángulos («torres»), esto por lo general en duplas complementarias. La coloración corresponde a cinco intervalos cuantitativos (por ejemplo realización del fenómeno entre 1-25%). Si, por ejemplo, como en el mapa F01 V 1, la vocal media anterior en posición pretónica se realiza com [e] en un intervalo de 76-99% en Cuiabá / Mato Grosso, y como [ԑ] en un 1-25%, el resultado se expresa dos veces: en una torre rellenada de rojo en cuatro de sus cinco secciones, quedando la última sección en blanco, y en una torre paralela rellenada por la quinta parte en amarillo dejando el resto en blanco . ¿No bastaría dar la información una sola vez? Este lujo de símbolos dobles podría convertirse en serio problema de sobrecarga visual cuando se representan en los volúmenes futuros todos los 250 puntos del ALiB.

101
paper UY_ALFALtxt41 - : As médias fechadas da tônica e da pretônica, como as médias abertas, harmonizam-se independentemente do ponto de articulação das mesmas. Em (2) a e b, as vogais da tônica e pretônica possuem a mesma posição da língua na área sagital do trato vocal, respectivamente, a saber: anterior e posterior . Em (2) c e d temos exemplos de harmonia vocálica entre vogais cujos pontos de articulação são diferentes.

102
paper UY_ALFALtxt182 - : ^11F[1] e F[2] são rótulos de primeiro e segundo formantes, respectivamente. Formantes são as frequências de ressonância do trato vocal, rotuladas F[1], F[2], F[3], etc, a partir da frequência de ressonância mais baixa ^[254](Johnson 2012: 44 ). Com a medida em Hertz (Hz) de F[1], verifica-se a altura de uma vogal; com a medida de F[2], sua anterioridade/posterioridade.

103
paper UY_ALFALtxt8 - : ¿Elementos como tele- y -cida son radicales o afijos? La respuesta a esta pregunta intrigante, sin duda, depende de la característica que se desea enfocar. Si se considera la primera – y la más básica – propiedad de los afijos, considerando los criterios (a) y (b), tele- y -cida deberían ser reconocidos, en ese orden, como un prefijo y un sufijo, porque, además de que están atados, ocupan una posición fija en la estructura de las palabras. Por otro lado, tele- y -cida no se comportan del mismo modo respecto a la formación de los dominios prosódicos, en el portugués, ya que sólo el primero proyecta una palabra prosódica propia, como muestra la representación de abajo[62](9). En ambos casos, se debe considerar la realización de la vocal media anterior en los dos casos:

104
paper UY_ALFALtxt224 - : La estructura básica de la lengua amazónica de estos manuscritos, en cuanto a raíces y también a morfemas, se corresponde con la descrita para el prototucano, de tipo monomoraica CV (^[49]Chacon 2014: 279), por lo que es poco probable que una sílaba termine en consonante, con la excepción de que la segunda vocal pueda sustituirse por un sonido glotal oclusivo CV(ʔ) o fricativo CV(H). Existe también la posibilidad de una variante de la sílaba CVV, con la segunda vocal sorda del mismo timbre. La mayoría de las veces la secuencia vocálica es resultado de la confluencia de un radical y un sufijo: CV+[(suf)]V -> CVV. En la mayoría de las ocasiones, en esos contextos morfonológicos el Ms-RAH y el Ms-BNC ponen las grafías de la secuencia vocálica. Desde el punto de vista comparativo de las lenguas amazónicas, es significativo que en siona dos vocales iguales seguidas se reducen fonéticamente a una sola (^[50]Wheeler 2000: 184 ), mientras que en koreguaje se mantiene la vocal doble como señal de su

105
paper UY_ALFALtxt224 - : Una última observación sobre la distribución de dos grafemas nasales en ambos manuscritos es que el grafema consonántico elegido en el Ms-RAH es el nasal palatal <ñ>, mientras que en el Ms-BNC es el grafema nasal alveolar >. La solución con mayor nivel de ocurrencia en el Ms-RAH se aproxima a la lengua koreguaje, ya que en el subgrupo tucano occidental, en un entorno de vocal nasal la consonante nasal sonora palatal /ŋ/ tiene valor fonológico solo en la lengua koreguaje, mientras que en siona, secoya y orejón es una variante fonética de /y/ (^[60]Wheeler 1992: 22 ).

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paper UY_ALFALtxt224 - : En el Vocabulario, los vocablos que tienen el dígrafo como inicial se alfabetizan bajo la letra “S” más la vocal correspondiente:
por ej . en Szanquin - `mascar´ e por ej. en Szia - `el huevo´. La colocación de estas entradas en el Vocabulario encuentra explicación desde la reconstrucción fonológica de las consonantes de la serie coronal *s, *c, *tj y *j, que, según ^[62]Chacon (2014: 301), conduce en las lenguas tucanas a un complejo sistema de realizaciones alofónicas de las sibilantes, las alveopalatales y las palatales, resultado de la fusión entre ellas. Las posiciones más afectadas por el cambio son la semivocal *j inicial y la alveolar *s inicial y los cambios más relevantes históricamente en la lengua siona son la fusión de *tj con *s y el paso de la ejectiva *tj'' a la correspondiente s'', mientras que en koreguaje *tj'' se fusionó con *j. Esa divergencia en el resultado de las fusiones es importante a la hora de dilucidar las consonantes que se pueden

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paper UY_ALFALtxt224 - : La secuencia grafémica ante vocal
aparece en alternancia con , tal como se recoge en una entrada léxica: (Ms-RAH ) Huacarà - ave / (Ms-BNC) Guacharaca. El contexto grafémico / es descrito, desde el método reconstructivo, en conexión con cambios en el nivel fonológico que afectan a la semivocal labial *w, o mejor dicho, a “la coarticulación de la protosecuencia *wu” (^[82]Chacon 2014: 308). Un ejemplo significativo es la distinta solución adoptada en cada manuscrito en la secuencia grafémica y en el sufijo sustantivador -huatí / -guatí, un sufijo que alterna, en cuanto a la semasia, con -pempe/-penpe.

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt68 - : [2]vol.20 número30 [3]Cualidad Vocal y Hendidura Labiopalatina Corregida: Análisis Acústico y Audio-Perceptivo [4]El Español de la Catira [5] índice de autores [6]índice de materia [7]búsqueda de artículos [8]Home Page [9]lista alfabética de revistas

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt64 - : attokoonümpo /atto-kon-mpo/ ‘las casas que fueron’, o mediante el sufijo de plural de agente -nan en los nombres derivados: apoonanümpuo /apo-nan-mpo/ ‘los que tocaron, los ex-tocadores. Como puede observarse, en ambos casos los sufijos pluralizadores terminan en una consonante (-nan, -kon) y cuando se agrega el sufijo -mpo se origina una secuencia de dos consonantes *nm que debe ser resuelta mediante la vocal epentética ü (véase también Hoff 1968: 222 ). La presencia de esta vocal a su vez desencadena la aparición del reflejo vocálico en el sufijo de pasado, con lo que se crea un alomorfo de este sufijo de pasado -ümpuo. La pregunta que queda por responder es: ¿de dónde viene la n extra que aparece en -nümpuo usado en las oraciones condicionales? Si comparamos el kari’ña venezolano con el de Guayana Francesa y Surinam, nos daremos cuenta de que en estas últimas variedades la forma de la tercera persona del presente de vañño no es ma, sino man. De hecho, esta forma aún persiste en

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt66 - : [2]vol.20 número30 [3]La Noción de Referencia en Searle y El Sustrato Semántico-Pragmático de Los Actos de Habla [4]Cualidad Vocal y Hendidura Labiopalatina Corregida: Análisis Acústico y Audio-Perceptivo [5] índice de autores [6]índice de materia [7]búsqueda de artículos [8]Home Page [9]lista alfabética de revistas

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt96 - : Basado en el criterio fonológico anteriormente expuesto, Ramus (1999) y Ramus et al. (1999) proponen la clasificación de las diferentes lenguas según la señal acústica. En la fonética acústica de cada lengua deberían quedar reflejados la diferenciación fonológica y el fundamento de su clase rítmica. Para ello, Ramus (1999) y Ramus et al. (1999) someten las emisiones lingüísticas a una segmentación rigurosa: elige intervalos vocálicos e intervalos consonánticos conectados en la cadena sintagmática. Un intervalo vocálico (IV) es una vocal o grupo de vocales unidas en diptongo, en hiato o por resilabación, sin consideración de pausas . La única restricción es que en los diptongos crecientes (/mi/e/l/), la semiconsonante prenuclear del diptongo se une al intervalo consonántico anterior y la vocal nuclear constituye un intervalo vocálico propio. En los diptongos decrecientes el criterio es el opuesto: el diptongo, la vocal nuclear y la semivocal posnuclear es un intervalo vocálico (p/ei

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt96 - : Se segmentan los discursos en intervalos vocálicos y consonánticos. Todo intervalo vocálico abarca una o varias vocales adyacentes. Desde el inicio hasta el final de la sonoridad, es decir, la trayectoria de los formantes constituye un intervalo vocálico. Los diptongos crecientes y decrecientes constituyen un intervalo vocálico. Según Massone y Borzone de Manrique (1985: 102-103) el elemento cerrado del diptongo es una vocal, tanto en posición prenuclear como en posición posnuclear (ver también Borzone de Manrique 1976 y la posición opuesta, arriba: 1 .7). De manera similar, todo intervalo consonántico ocupa el tiempo de una o varias consonantes también adyacentes. En las oclusivas sordas, el momento de implosión, esto es, el momento en que los articuladores se mueven para lograr el punto de articulación, puede incluirse en la duración de la consonante cuando el percepto es sordo (ver el momento implosivo en obstruyentes, en Martínez Celdrán y Fernández Planas 2007: 31). En caso de que el

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt67 - : CUALIDAD VOCAL Y HENDIDURA LABIOPALATINA CORREGIDA: ANÁLISIS ACÚSTICO Y AUDIO-PERCEPTIVO

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt67 - : La voz posee características propias que varían de acuerdo con el sexo, la persona y la edad, además de reflejar el estado y comportamiento laríngeos, caracterizando lo que se llama CUALIDAD VOCAL. A través de la voz se pueden inferir o conocer las condiciones anátomo-fisiológicas de las estructuras laríngeas. Desde el punto de vista de la percepción del habla, la cualidad vocal corresponde a los atributos acústicos-auditivos que varían de manera gradual en un continuum .

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt67 - : Para Laver (1980), el término cualidad vocal abarca tanto el nivel laríngeo como el supraglótico. Según el autor, las diversas manifestaciones de las cualidades de la voz son el resultado de ajustes fonatorios o laríngeos y articulatorios o supraglóticos producidos por el hablante y que caracterizan parcial o globalmente su habla, lo cual confiere colorido a su voz. Así, la cualidad vocal es el principal vehículo de información sobre las características físicas, psicológicas y sociales del hablante, y tiene un papel semiótico vital en la interpretación del habla . La cualidad de la voz entonces se refiere a aquellos aspectos del habla que se encuentran presentes durante todo el proceso de fonación de un individuo, y junto con los rasgos segmentales y la prosodia (el ritmo, el registro, la intensidad, el tempo) constituye el componente fonético del medio oral del lenguaje (Roldán 1998). Mucho de lo que distingue una voz de otra resulta de los efectos de las cavidades resonadoras y estructuras

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt67 - : En la bibliografía actual se han realizado varios intentos por darle un grado mayor de objetividad a la medición de la calidad de voz por medio de medidas clínicas multidimensionales basadas en métodos auditivos. Existen ejemplos bien conocidos como son: la escala GRABS de Japón (Hirano 1981) y su formulario extendido, desarrollado y aplicado en Europa (Dejonckere et al. 1996), o el utilizado en Suecia, donde se ha trabajado en otro juego de descriptores clínicos de la voz referentes a la percepción (Hammarberg y Gauffin 1995), o como aquel en el que se introduce un juego de características fonéticas que intentan agregar información de la excitación del tracto vocal en la medida de la calidad de la voz y que utilizaremos aquí: el VPAS (Laver y Beck 2007 ). Estos procedimientos de medida audio-perceptiva de la calidad de la voz pretenden alcanzar una medida objetiva a partir de una valoración subjetiva.

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt67 - : Las cualidades vocales en este estudio fueron evaluadas desde el punto de vista fonético siguiendo una adaptación nuestra al español del Voice Profile Análisis Scheme (VPAS) desarrollado por Laver y Beck (2007). Este protocolo se basa en la obra The phonetic description of voice quality de Laver (1980), en la que se propone un sistema fonético para la descripción de las cualidades vocales fundamentado en datos de análisis articulatorios, acústicos y auditivos. Este modelo fonético de descripción de la cualidad vocal representa una importante contribución en el sentido de que enfoca la cualidad vocal como una característica individual del hablante, como el producto de dos tipos de factores: intrínsecos y extrínsecos . Los primeros derivan de las características de la anatomía propia del aparato fonador del hablante; los segundos, de los ajustes musculares de largo término del aparato fonador intrínseco. Tales ajustes extrínsecos de largo término son conocidos como settings y constituyen la

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt67 - : Los datos referentes al perfil de la cualidad vocal de los cinco sujetos se presentan en el cuadro 2:

119
paper VE_BoletindeLinguisticatxt67 - : La cualidad vocal viene dada por la acción conjunta de la laringe y del tracto vocal supralaríngeo. La cualidad vocal es el producto de la combinación de ajustes laríngeos y supralaríngeos que ocurren, de manera casi permanente, a lo largo del tiempo en el que el sujeto habla . Por tanto, las modificaciones en las estructuras del aparato fonador implican modificaciones en la cualidad vocal, lo que trae consigo una mala percepción de los sonidos lingüísticos por parte de los interlocutores: la anterior presencia de las HLP conlleva una producción defectuosa de los sonidos del habla.

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt67 - : A partir de los datos obtenidos de la evaluación audio-perceptiva, se ha podido observar que las cualidades vocales descritas por los evaluadores para las voces de los cinco sujetos con historia de HLP corregida fueron las siguientes: voz tensa, con excesivo escape de aire nasal, con vestigios de susurro y aspereza vocal y con un grado alto de constricción faríngea y laríngea . Así mismo, se pudo percibir que el cuerpo de la lengua está retraído y el tracto orofaríngeo aumentado, lo que contribuye a una cavidad de resonancia posterior mayor. A partir de estas apreciaciones se puede notar la dificultad para mantener el posicionamiento de los órganos articuladores. Además, se constató, a través de la evaluación audio-perceptiva, que la voz de los cinco sujetos presenta resonancia con foco nasal, pitch agudo e irregularidad vibratoria de las cuerdas vocales. Se sugiere que todos los ajustes vocales percibidos por los evaluadores encuentran su justificación en el hecho de que los cinco sujetos

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt26 - : En el segundo capítulo, "Variantes", se ofrece un exhaustivo análisis acústico de las cuatro realizaciones de /-s/ implosiva: sibilante, aspirada, asimilada y elidida. Se describe el método utilizado para conseguir las muestras de las cuatro variantes y para el procesamiento de los datos y, con base en los resultados, se caracteriza cada una de esas variantes. Uno de los hallazgos más interesantes de este estudio acústico es la mayor duración del VOT (voice onset time) que experimentaron las consonantes que seguían al alófono aspirado de /-s/, pues constituiría un apoyo a la propuesta teórica planteada que explica la asociación de la variante aspirada al ataque de la sílaba siguiente. Otro aporte importante es el hallazgo de que la representación subyacente de la vocal anterior a la variante elidida de /-s/ es más breve que la vocal que antecede a otro fonema, "dato contrario a la idea tradicional de que el debilitamiento de /-s/ supone un alargamiento de la vocal anterior…" (p .83).

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt3 - : 2.6. Inestabilidad vocálica Aún para la época en la que el escribano redacta el documento se puede observar cierta inestabilidad en el sistema vocálico, particularmente entre las vocales anteriores /e/ - /i/ y las posteriores /o/ - /u/ en posición inacentuada: ligitimo (28v ), sorea ‘Soria’ (30r), rresebi (32v), pertenesi ‘pertenece’ (33v). Un caso más bien raro es el de lebras ‘libras’ (33r, varias veces) dado que por ser tónica la primera vocal no debería pasar a /e/. En el caso de las vocales posteriores, la alternancia en nuestro documento aparece con una frecuencia menor; tenemos sepoltura (29r) (forma, por lo demás, bien común desde el siglo XVI), y el caso de la conjunción disyuntiva, que se presenta bajo las formas u y o (34v). ¿Se trata, en este último punto, de vulgarismo, de rusticismo (cf. Frago 2002:98, n. 69), o de una cierta norma (distinta a la actual) según la cual u “se empleaba también tras vocablo en o final, según hace sistemáticamente Aut. y se observa en muchos a

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt3 - : utores clásicos; pero en estos se advierte también el empleo tras a u otra vocal, y aun entre consonantes”? (Corominas y Pascual 1981, s.v. o). En nuestro testamento aparece la conjunción en su forma u tras la vocal o y tras las consonantes r y s: al fiado v de contado (34v ), el poder v que (32v), mobientes v en ottra (34v). 2.7. Formas apocopadas o contraídas Es muy frecuente encontrar en el manuscrito que venimos analizando formas contractas resultantes de ciertas combinaciones fonéticas. Como en tantos otros escritos de la época, la grafía correspondiente a combinaciones de dos elementos gramaticales distintos refleja la pronunciación real resultante de sinalefas. Por ejemplo: despana (28v) ‘de España’, dondestaba (30r) ‘donde estaba’, quentren (34v) ‘que entren’, mentrego (32r) ‘me entregó’, esuya (32v) ‘es suya’, dellos e menbio (32v) ‘de ellos se me envió’, etc.

124
paper VE_BoletindeLinguisticatxt78 - : iii. Fácil manejo de la “s” y de la “j”: tanto Iriarte como Arnao reconocen que en el castellano existen consonantes como la “s” que producen un “silbido de desagradable sensación” (Arnao 1873: 32). Ello se hace más inconveniente debido a la frecuencia con que este ruido aparece en nuestro idioma, sobre todo en la formación de los plurales.11 Ante esta dificultad el académico recomienda evitar el uso de los plurales innecesarios o hacer seguir esta consonante de una palabra que empiece en vocal “para que pierda hasta cierto punto su carácter de final” (Arnao 1873: 32 ). Respecto a la “j”, y algunas veces también a la “g” y a la “x”, ambos autores reconocen su aptitud poco apropiada al buen cantar; pero siendo una consonante menos frecuente que la “s”, su uso puede limitarse haciendo uso de las riquezas terminológicas del idioma. Por otro lado, y en esto también coinciden ambos autores, la ruda sonoridad de la “j” puede ser más bien aprovechada dándole un uso dramático en cierta

125
paper VE_BoletindeLinguisticatxt14 - : En cuanto a la vocal que acompaña a la consonante oclusiva obtenemos los resultados que apuntamos en el cuadro siguiente:

126
paper VE_BoletindeLinguisticatxt14 - : Aunque no se advierten diferencias notables de VOT según la vocal con la que la consonante oclusiva forma la sílaba (la más importante corresponde al VOT de [k] que aumenta 1,8 ms con respecto al VOT de [k], del análisis de las medias que se recogen en el cuadro 14 se desprende que el inicio de la sonoridad tiende a retrasarse cuando la consonante oclusiva va acompañada de una vocal posterior o de una vocal cerrada . Concretamente, la [u] (vocal cerrada y posterior) es la vocal con la que las consonantes oclusivas presentan una mayor duración de VOT. Frente a esto, la barra de explosión se sitúa más próxima al inicio de la vibración laríngea cuando la oclusiva se combina con [a].

127
paper VE_BoletindeLinguisticatxt14 - : En el trabajo sobre el VOT de las oclusivas españolas, Castañeda (1986) también observa que cuanto más se retrasa la zona de articulación de la vocal que acompaña a la consonante oclusiva más elevado es el VOT ; los ; valores más altos corresponden a los casos de oclusiva ante [u]. Asimismo, el gráfico que obtiene a partir de las medias correspondientes al VOT de las oclusivas sordas y sonoras ante cada vocal le permite afirmar que "es posible que haya cierta relación entre el VOT y las vocales que van a continuación de las oclusivas, ya que la figura se ajusta a la del tono intrínseco de las vocales" (Castañeda 1986: 104). En los gráficos siguientes se representan los perfiles que resultan de las medias halladas en Las Palmas de Gran Canaria para cada oclusiva.

128
paper VE_Letrastxt183 - : En el espectrograma de la [56]figura 2, /R/ también se realiza como una vibrante simple; puede verse una breve oclusión sonora luego de la vocal abierta [a] que corresponde a la fase en la que los articuladores entran en contacto ; después de la fase de cierre de la vibrante (c), se puede observar un segmento (ev) con estructura formántica que no corresponde al sonido consonántico oclusivo velar sordo ([k]) siguiente y que supone una especie de vocal breve entre dos sonidos consonánticos. Se trata de una realización vibrante simple con dos fases: la fase de cierre y la fase de abertura con elemento vocálico. En la representación acústica, se observa que el elemento vocálico de la vibrante tiene una mayor intensidad que la fase de cierre, pero menor que la vocal con la que forma sílaba ([a]).

129
paper VE_Letrastxt134 - : ADJ + ADJ = claroscuro, y N + ADJ = boquiabierto este caso exige necesariamente la presencia de una vocal de ajuste: (i ), p.e. – pelo + rojo = pelirojo, pata + tieso = patitieso. La estructura ADJ + ADJ, bien sea separada mediante guión o unida gráficamente, abunda en el registro culto, especialmente en el lenguaje periodístico, así como en registros especializados del lenguaje científico o comercial.

130
paper VE_Letrastxt178 - : Pero ¿cómo se realiza la comunicación en las distintas versiones de chat, bien sea por MSM, facebook, pin, whatssap, etc? La comunicación electrónica escrita o ciberlengua, es prácticamente icónica y fonética, ello se puede constatar en los diferentes textos que observamos en las redes, y en la telefonía celular, existe una convención sociolingüística en la que los participantes de la conversación, están de acuerdo en que, por ejemplo, la "q", se sustituya por la "k", la "c", cuando le sigue vocal cerrada independientemente, de que la palabra original se escriba con "s" o "z", se podrá escribir con "c", la preposición "por" es sustituida por la letra "x", ejemplo: "xq" Significa "¿por qué ?", también se pueden observar repeticiones para expresar estados de ánimo, por ejemplo: jajajajaj, jijiji, zzzzz (sueño), o expresiones deformadas que indican una emoción grande como por ejemplo: Deeeooooxxx, para significar " Dios!" "Dios mio! Aaaauuwww, para significar que se está sensible, "muak",

131
paper VE_Letrastxt139 - : En cuanto a las variedades llamadas radicales del español de América, por lo general, la nasal posnuclear se velariza en posición final absoluta y final de palabra, cuando el segmento que inicia la siguiente palabra es una vocal. Algunos investigadores, entre ellos, Cedergren (1973), D’Introno & Sosa (1988) y Fontanella (1993) reportan evidencia de que, al igual que en Andalucía, en algunas variedades hispanoamericanas "La articulación velar alterna […] con la omisión de la consonante final y su sustitución por nasalización de la vocal previa: [pã], [balkõ]" (Fontanella 1993:142 ).

132
paper VE_Letrastxt121 - : 1, amplían las consecuencias teóricas de Catford op.cit.). Dicha activación producirá un acercamiento de las cuerdas vocales, el ascenso de la lengua a una altura media y el del velo para cerrar la entrada al resonador nasal y el aire saldrá a una mayor velocidad. Estas dos primeras configuraciones son universales e inevitables. La tercera configuración es la que toman los órganos del habla en situaciones de pausa o reposo vocal: la lengua en inglés, por ejemplo, queda en contacto con los molares superiores y en español y francés la pala de la lengua baja al piso de la boca . Esta configuración específica de cada lengua responde a las características de sus inventarios fonémico y fonético.

133
paper VE_Letrastxt99 - : En algunos dialectos hispanoamericanos, especialmente en los caribeños, la nasal postnuclear se velariza en posición final absoluta y a final de palabra, seguida por una palabra que comience en vocal. En este último caso también puede haber, en menor grado, resilabificación de la alveolar n con la vocal. En la mayoría de los reportes (y transcripciones) revisadas, la vocal anterior a la ŋ es nasalizada. Adicionalmente, otros investigadores (Fontanella 1993, entre otros) sostienen que al igual que en el andaluz, en algunas variantes hispanoamericanas, "la articulación velar alterna en muchas de estas zonas con la omisión de la consonante final y su sustitución por nasalización de la vocal previa: [pã], [balkõ]" (P .142). Cedergren (1973) y D’Introno y Sosa (1988) reportan haber encontrado apoyo empírico a esta afirmación. Estos experimentos revelaron un porcentaje de casos en los cuales la consonante nasal es elidida sin nasalización de la vocal.

134
paper VE_Letrastxt99 - : En Panamá, según Quillis y Grael (1992), las nasales se velarizantambién antes de pausa con la nasalización de la vocal precedente: otros hablantes eliden la nasal pero pronuncian la vocal precedente con resonancia nasal . Sin embargo, a diferencia de los dialectos referidos anteriormente, los autores no encontraron ni siquiera una ocurrencia de [ŋ] cuando una palabra terminaba en nasal y la siguiente comenzaba en vocal, en cuyo caso la nasal era siempre alveolar ([n]), Ej.: e[n]oho ‘en ojo’. Aun cuando ellos no lo mencionan, la conservación de la nasal alveolar podría deberse a la resilabificación de la nasal final con la vocal inicial de la palabra siguiente.

135
paper VE_Letrastxt14 - : vocal no frontal>:à : à ; à

136
paper VE_Letrastxt14 - : 22), ya que la articulación fricativa central es la que mejor aprovecha el mecanismo de iniciación pulmonar. Este hecho se evidencia en la tabla de la AFI, en la cual esa categoría es la más abundante. Además, las obstruyentes tienen un componente de ruido , fácilmente perceptible y el hablante tiene la retroalimentación quinésica más firme. Por lo tanto, a pesar de la naturaleza más armoniosa de las sonorantes, parece que en lo más fundamental y profundo de la conducta verbal, las obstruyentes son elementos preferidos por el hablante-oyente para la comunicación de cargas semánticas. Esta hipótesis debe ser parte de una explicación que incluya los siguientes factores: (i) en español la /e/ es la vocal epentética, es decir, la menos marcada fonológicamente ; (ii) quizás por esta razón, también más fácilmente elidible (nótense ejemplos como [ŋtónseh] ‘entonces’; [ta βaráto] ‘está barato’, etc.); (iii) es la segunda vocal más frecuente en español después de la /a/ (ver Navarro

137
paper VE_Núcleotxt1 - : 10 Opera en kari’ña un proceso fonológico que llamaremos Copia de Glide por el cual una vocal alta final de tema es copiada como las semiconsonantes wau o yod después del ataque de la primera sílaba del morfema siguiente. Hace casi un siglo este proceso fue parcialmente descrito por De Goeje (1909) con el nombre de l’infection vocalique, según la cual "le i peut dégager un autre i (y) dans la syllabe suivante" (79, citado en Rénault-Lescure 1981: 65 ). Más recientemente, Mosonyi ha descrito también este proceso que él denominó reflejo vocálico: "consistente en la repetición de la vocal alta de una sílaba, con carácter semivocálico, en la sílaba siguiente, cuando esta última constituye un morfema aparte que en su forma pura no contiene dicha vocal" (Mosonyi, 1982: 5). (Véase también Álvarez, 2004).

138
paper corpusLogostxt54 - : En español, tenemos tres grupos de conjugación verbal. De acuerdo con la RAE (2009), el orden de los constituyentes de los verbos es: raíz + vocal temática (VT) + sufijo y, justamente, los tipos de conjugación se organizan en torno a la VT, quedando de la siguiente manera: 1ª conjugación -a-, como en cant-a-r (Clase I ); 2ª conjugación -e-, como en com-e-r (Clase II), y 3ª conjugación -i-, como en viv-i-r (Clase III). La conjugación Clase I forma el paradigma más amplio y es la opción por defecto para la construcción de verbos neológicos (RAE, 2009; ^[43]Wood et al., 2010), aun cuando los morfemas utilizados para construir estas nuevas formas sean diversos: -ar, -ear, -ificar e -izar (^[44]Lang, 1990).

139
paper corpusLogostxt3 - : Tatarkiewicz señala que primero "la poesía y la música tendrían que incorporarse al arte" (2001: 81) para que éste adquiriera su nueva fisonomía. Tal es el gran triunfo del arte moderno: la domesticación racional de ambas manifestaciones acústicas, que hoy "artificialmente" identificamos por separado, pero que originalmente constituyeron una sola experiencia vocal, de ocasionalidad mistérica, cuya enajenación característica trascendía el conocimiento y la serena corrección artística:

140
paper corpusLogostxt3 - : Desde esta perspectiva "arquetípico-naturalista", la preeminencia vocal de Calíope ("Bella Voz"), madre del vate y a quien Hesíodo llama "la más excelsa de las Musas" (Ver Otto, 2005: 45), coincide íntegramente con la de la madre biológica, en cuya voz radicará la identidad misma de lo materno, adecuándose toda su estructura física en favor del canto y la determinante audición intrauterina:

141
paper corpusRLAtxt22 - : -El llamado 'fundamental intrínseco' de las vocales, que depende del grado de abertura de las mismas, de forma que cuanto más cerrada es la vocal, más alto es el valor de F[0 ](Peterson y Barney, 1952, entre otros ; Mateo, 1988, para el español).

142
paper corpusRLAtxt22 - : Teniendo en cuenta que los segmentos vocálicos son las partes que se ven menos afectadas por las variaciones micromelódicas, los valores de F[0 ]se pueden tomar en algún (o algunos) punto(s) de la curva melódica coincidentes con las vocales del enunciado analizado. Varios sistemas manuales aplicaron esta idea, con variantes en cuanto al número de puntos y la posición dentro de la vocal en la que éstos se tomaban:

143
paper corpusRLAtxt183 - : Una segunda diferencia entre los dos sistemas es el grado de dispersión de los fonemas. En español las realizaciones de las vocales pueden variar bastante, llegando en algunos casos a un cierto solapamiento entre las unidades (v., p. ej., ^[39]Quilis, 1981: 158; Quilis y Esgueva, 1983; ^[40]Martínez Celdrán, 1996: 206; Martínez Celdrán y Fernández, 2007; RAE-ASALE, 2011: 88). Sin embargo, el grado de variación en las vocales del español no es equiparable al que presentan algunas vocales del chino como /ǝ/ y, en menor medida, /a/. Así, la primera vocal tiene hasta cinco variantes contextuales diferentes, que aparecen en distribución complementaria (^[41]Xu, 1980: 184, apud^[42]Duanmu, 2007^2: 37): [o], [E], [ɤ], [e] y [ǝ] (v . [43]Tabla III). La variante [o] aparece en sílabas abiertas tras consonante labial: p. ej., [wo], mientras que [e] aparece ante la (semi)vocal palatal [i]: p. ej., [fei]; estos dos alófonos son similares a las vocales /o/ y /e/ del español, respectivamente^[44]^1. El

144
paper corpusRLAtxt183 - : La vocal baja /a/ también presenta un sistema de alófonos claramente diferenciados (^[47]Xu, 1980: 183, apud^[48]Duanmu, 2007^2: 38-39 ), aunque, como veremos después, con un área de dispersión menor que la de /ǝ/. En este caso, encontramos tres variantes bajas (v. [49]Tabla IV): la central [A] (en sílabas abiertas), la posterior [α] (en sílabas cerradas ante la (semi)vocal [u] o [ŋ]) y la anterior [a] (en sílabas cerradas ante [n] o la (semi)vocal [i], excepto tras palatal); una variante central media baja [æ] (en sílabas cerradas ante [n], precedida por [j] o [C^j]), y una vocal anterior [ɐ], realizada entre [a] y el espacio que correspondería a una [ɛ] abierta (en sílabas cerradas ante [n], precedida por [ɥ] o [Cɥ]).

145
paper corpusRLAtxt183 - : Por otra parte, las sílabas fuertes del chino tienen una duración similar tanto si son abiertas ([kɤ], p. ej.) como si son cerradas ([kəu], p. ej.). Para que esto suceda, las vocales de las sílabas abiertas deben ser más largas que las que se encuentran en sílaba cerrada (^[60]Lin y Wang, 1992: 45 ; ^[61]Duanmu, 20072: 40-41). Así, la realización de la vocal /ə/ en [kɤ] es bastante más larga que en [kəu]; de hecho, como veremos más adelante, la diferencia puede llegar hasta un 50% adicional en las sílabas abiertas. En este aspecto el español se separa también del chino puesto que, en posición tónica, la duración de las vocales es aproximadamente la misma tanto en sílabas abiertas como en cerradas. En esta línea, aunque en el trabajo pionero de ^[62]Navarro Tomás (1916) la ratio entre las vocales en sílaba cerrada y abierta fuera de 0,75:1, estudios posteriores han mostrado que, en la posición llana prepausal analizada aquí, o bien no hay diferencias (^[63]Marín, 1994-5: 224), o bien

146
paper corpusRLAtxt183 - : Las grabaciones se realizaron en un entorno silencioso, utilizando un micrófono cardiode y de condensador (AKG C520L) y una grabadora digital (Zoom H4), con una frecuencia de muestreo de 48 kHz y una calidad de 24 bits. En la grabación de las vocales del español, pronunciadas por los dos grupos de participantes, se presentó a los sujetos una frase marco que contenía la vocal objeto de estudio (cada una de las vocales /i, e, a, o, u/) dentro de la palabra t_ta y se les pidió que la repitieran siete veces a un ritmo normal. La frase elegida, Digo t_ta para ti, nos permitió obtener muestras de las vocales en un entorno segmental y métrico equivalente: siempre una vocal tónica, rodeada por dos consonantes coronales /t/, precedida la primera por una /o/ átona y seguida la segunda por una /a/ átona .

147
paper corpusRLAtxt183 - : En la grabación del sistema vocálico básico del chino (esto es, las vocales /i, y, u, ǝ, a/), se siguió el mismo procedimiento: las vocales se presentaron dentro de la frase marco wǒ shuō t_tā yí cì ‘yo digo t_ta una vez’ . El entorno segmental de las vocales objeto era idéntico en todos los casos, y prácticamente igual que el del español: la única diferencia reseñable es que la oclusiva correspondiente al símbolo pinyin t presenta una fase de aspiración pronunciada tras la oclusión; esta variable no afectaba ni al timbre de las vocales ni a su duración (que depende del tipo de sílaba en chino), y presentaba la ventaja de que nos permitía saber con certeza si las hablantes estaban pronunciando realmente las palabras en la lengua deseada. En la frase marco también se controló que el tono de la vocal estudiada y de las vocales adyacentes fuera siempre el mismo: en ambos casos, se optó por un tono 1 (alto)^[68]^2. Conviene advertir que en la secuencia tē tā, el alófono de /ə/ espe

148
paper corpusRLAtxt183 - : rado es la vocal media no redondeada [ɤ]. Por otra parte, la secuencia tǖ tā /thy tha/ propuesta no se da de manera espontánea en chino, porque /y/ solo aparece en sílaba cerrada delante de la (semi)vocal i: p . ej., tüī ‘empujar’; con el objeto de mantener la uniformidad silábica del experimento, instruimos a las participantes para que pronunciaran tǖ en las grabaciones.

149
paper corpusRLAtxt183 - : El análisis acústico de las vocales se realizó con el programa Praat (^[69]Boersma & Weenink, 2016). Las vocales se segmentaron y se etiquetaron manualmente a partir del oscilograma y del espectrograma. Una vez localizadas todas las vocales, se utilizó un script de Praat para extraer los siguientes parámetros: la duración de todo el segmento (en ms ) y el valor de los dos primeros formantes (F1 i F2, en Hz), medidos en el centro de la vocal.

150
paper corpusRLAtxt183 - : Por lo que respecta a la duración, aunque las diferencias no son muy grandes, el test Anova revela que son significativas (F[(4, 205)] = 4,216, p = 0,002),con las vo cales /a/ e /i/ en subconjuntos distintos y el resto de vocales agrupadas o bien con /a/ o bien con /i/. La mayor duración de la vocal /a/ concuerda con la tendencia ya apuntada en la bibliografía según la cual, en igualdad de circunstancias, las vocales más abiertas -con un primer formante más alto- son más largas (^[77]Navarro Tomás, 1916: 403 ; Monroy, 1980; ^[78]Marín, 1994-5: 217-8; ^[79]Cuenca, 1996-7: 297 8; RAE-ASALE, 2011: 112). En el resto de vocales, en cambio, las diferencias no siguen la gradación basada en la abertura observada previamente en la bibliografía (v. Navarro Tomás, 1916: 403; Marín, 1994-5: 217-8; Cuenca, 1996-7: 297-8; RAE-ASALE, 2011: 112)^[80]^3.

151
paper corpusRLAtxt183 - : En el sistema vocálico básico del chino los test establecen también 5 vocales bien diferenciadas a partir de los dos primeros formantes. En F1 se encontró nuevamente una triple distinción, con una vocal baja /a/, una vocal media /o/ y las tres vocales altas /i, y, u/ (F[(4 205 )] = 283,647, p < 0,001; v. [81]Tabla VIII). En el segundo formante los valores muestran una gradación desde /i/ hasta /u/, con cada vocal en un grupo diferente (F[(4, 205)] =977,863, p < 0,001). La distinción entre las vocales /i/ e /y/ se ve reforzada por las diferencias en el tercer formante ([i]: F3, 3544 Hz, DE 190 Hz; [y]: F3, 2897 Hz, DE 149 Hz), que se caracteriza por presentar un descenso de frecuencia en sonidos labializados como /y/ respecto de los no labializados como /i/ (v., en general, ^[82]Quilis, 1981: 148-152, y para el chino, Lin y Wang,

152
paper corpusRLAtxt183 - : duración de las vocales, hemos demostrado que la mayor abertura de las vocales medias y de la vocal /a/ en español como L2 no depende de ese factor, sino que es una propiedad que las aprendices transfieren directamente de la lengua china . Finalmente, algunas vocales, particularmente /a/, /e/ y /o/, muestran más variabilidad que en el sistema nativo. En este sentido, hemos corroborado las previsiones de ^[112]Poch e Igarreta (2014) e Igarreta (2015) respecto de la mayor variabilidad de /a/ y de la tendencia de /o/ a presentar alófonos en el campo de dispersión de /u/; no hemos encontrado pruebas, en cambio, de que /e/ tienda a ocupar el espacio de la vocal central [ə]. Por lo que respecta a la distinta procedencia de las informantes chinas, hemos observado que afecta a sus vocales chinas, pero no se refleja completamente en sus vocales españolas. En definitiva, hemos comprobado que, aunque los aprendices chinos no tienen grandes dificultades para adquirir el sistema de vocales del español,

153
paper corpusRLAtxt178 - : La vocal al igual que la consonante en posición final no presentó casos de omisión. Las vocales que más se confunden en más de un 50% de los casos en que apare cen dentro de la combinación consonante + vocal + consonante son: la "e" que se confunde con la "a", sin rasgos comunes entre sí ; la "i" que se confunde con la "e", anteriores; la "o" que se confunde con la "u", posteriores; y la "a" que se confunde con la "o", sin rasgos comunes, en ese orden. En el extremo opuesto, los pares de vocales que presentan menos de un 10% de confusión entre sí son: la "e" con la "i", anteriores; la "u" con la "e", sin rasgos comunes; la "u" con la "a", sin rasgos comunes; la "o" con la "i", sin rasgos comunes; la "o" con la "e", medias; la "a" con la "i", sin rasgos comunes; la "e" con la "u", sin rasgos comunes; la "e" con la "o", medias.

154
paper corpusRLAtxt2 - : Además de la omisión de una de las consonantes, los grupos consonánticos del inglés también se simplifican en el discurso hablado, enlazando la última consonante del grupo consonántico posnuclear con la primera vocal de la palabra que le sigue, por ejemplo, I asked him ® / aI æs tIm /, it consists of ® / It k [cuadrado.jpg] nsIs s [cuadrado.jpg] v /. Este proceso del llamado 'resilabeo' de consonante prevocoidal se realiza también en español, pero en este sistema fonético toda consonante prevocoidal tiene que ser prenuclear, por ejemplo la pronunciación de la frase por él es [por. él], es decir, la vibrante se ha 'resilabeado', ya que ahora es prenuclear en vez de posnuclear (Guitart, 2004:222). En inglés, por el contrario, no existe el principio de que una consonante prevocoidal tenga que ser prenuclear; Guitart (2004:231) nos da como ejemplo la pronunciación de la palabra animal: en inglés la /n/ se pronunciará como posnuclear i.mal> porque una vocal laxa como lo es la /æ / como pr

155
paper corpusRLAtxt2 - : Los errores detectados en nuestra data que tienen que ver con los márgenes silábicos posnucleares del inglés responden a dos fenómenos considerados universales en la literatura: procesos de refuerzo y procesos de debilitamiento. Los primeros refuerzan un segmento o agrupación de segmentos. Major (1987:107) da un ejemplo de errores de pronunciación que involucran procesos de refuerzo, describiendo la articulación de consonantes posnucleares del inglés en el habla de portugueses aprendices del idioma; el refuerzo en este grupo de estudiantes se realiza con un fenómeno llamado 'svarabhakti' (la vocal esvarabática), es decir, la inserción de un sonido vocálico débil (similar al schwa [ [cuadrado .jpg] ] ) después de una consonante o agrupación de consonantes: por ejemplo, en la palabra roasts se inserta la vocal esvarabática entre la /ts/ final para asegurar que la consonante final se percibe *[roust [cuadrado.jpg] s].

156
paper corpusRLAtxt2 - : Sin embargo, el refuerzo que encontramos entre nuestros estudiantes de inglés venezolanos, en las consonantes finales y agrupaciones de consonantes, no fue a través de la inserción de la vocal esvarabática, sino más bien a través de la inserción de una consonante, como se ilustra en las siguientes muestras:

157
paper corpusRLAtxt99 - : mayoritaria (67% / 63%); en posición interior de palabra y delante de consonante la realización más frecuente es la aspirada (81%). Finalmente, en un estudio llevado a cabo en Montevideo sobre hablantes de distintos niveles culturales (Barrios, 2002), se verifica que delante de vocal la retención es lo más frecuente (76%) y que la aspiración es la realización mayoritaria (81% ) cuando I si aparece en posición preconsonántica.

158
paper corpusRLAtxt99 - : En general, los estudios mencionados parecen coincidir en que, en el español rioplatense, la aspiración de I si es predominante delante de consonante y muy rara delante de vocal, y que en este último contexto lo que predomina es la retención . Esto difiere sustancialmente de lo que ocurre en las llamadas "variedades radicales" del español (Lipski, 2011), como las habladas en el Caribe, las Islas Canarias y una parte de Andalucía, en las cuales la aspiración y la elisión de I si suelen aparecer también de modo muy frecuente delante de vocal.

159
paper corpusRLAtxt26 - : La tabla y el gráfico de la [25]Figura 2 que ilustran la manifestación de la vocal anterior lil inacentuada muestran la misma tendencia observada en la vocal l'il acentuada, es decir, la cavidad bucal se cierra mucho más en los hablantes rurales y tiende a abrirse en los hablantes urbanos, sobre todo en los hablantes urbanos de nivel sociocultural y educacional bajo .

160
paper corpusRLAtxt26 - : Los resultados presentados en la tabla y el gráfico de la [27]Figura 4 muestran que la vocal /e/ inacentuada se manifiesta de manera bastante similar en los tres grupos de hablantes a la forma en que se manifestaba si la vocal era una /'e/ acentuada, es decir, los hablantes urbanos de nivel sociocultural bajo presentan un grado de abertura vocálica bastante menor que los hablantes rurales y éstos levemente menor que los hablantes urbanos de nivel sociocultural bajo .

161
paper corpusRLAtxt26 - : En el caso de la vocal /o/ inacentuada, la situación que se muestra en la tabla y el gráfico de la[31] Figura 8 es muy similar a la que se manifestó en la vocal /'o/ acentuada: grado de abertura vocálica mayor en los hablantes urbanos de situación sociocultural alta, le siguen los hablantes urbanos de nivel sociocultural bajo y, por último, los hablantes rurales de condición sociocultural baja .

162
paper corpusRLAtxt26 - : Los resultados presentados en la tabla y el gráfico de la [34]Figura 11 permiten apreciar con claridad que las vocales posteriores muestran la misma tendencia, esto es, los hablantes rurales de nivel sociocultural bajo, cuando articulan las vocales /o/ y /u/ tienen tendencia a cerrar más la cavidad bucal que los hablantes urbanos ; una situación similar ocurre con la otra vocal extrema del sistema lingüístico, es decir, /i/ ; aunque, en este caso, los hablantes urbanos de nivel sociocultural alto tienden a cerrar un poco más la cavidad oral que los hablantes urbanos de nivel sociocultural bajo, pero no con respecto a los hablantes rurales. Los resultados relacionados con la vocal /o/ y la vocal /u/ podrían, en parte, tener su explicación en una escasa labialización, por parte de los hablantes cultos de este país, cuando articulan las vocales posteriores y podría también ser un indicio de una mayor labialización por parte de los hablantes rurales.

163
paper corpusRLAtxt26 - : Los resultados que se muestran en la tabla y el gráfico de la [36]Figura 13, y que corresponden a la vocal anterior, alta /il inacentuada, indican la misma situación descrita para la vocal /'il acentuada, esto es, los hablantes urbanos de nivel socio-cultural alto tienden a realizar este tipo de vocales ubicando la lengua hacia el centro de la boca, le siguen los hablantes urbanos de nivel sociocultural bajo y los hablantes rurales de nivel sociocultural bajo tienden a pronunciar estos sonidos llevando la lengua hacia la zona palatal de la cavidad bucal .

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paper corpusRLAtxt26 - : Los resultados que corresponden a la vocal anterior media/e/inacentuada, presentados en la tabla y el gráfico de la [38]Figura 15, son similares a los de la misma vocal acentuada, es decir, los hablantes urbanos y rurales de nivel sociocultural bajo articulan esta vocal inacentuada ubicando la lengua en una zona más anterior que los hablantes urbanos de nivel sociocultural alto, quienes tienden a producir /e/ colocando la lengua más cerca del centro de la cavidad oral .

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paper corpusRLAtxt26 - : Los resultados presentados en la tabla y el gráfico de la [40]Figura 17, que corresponden a la vocal central abierta /a/ inacentuada, permiten comprobar que la situación es similar a lo descrito para la vocal /'a/ acentuada, es decir, los hablantes urbanos de nivel sociocultural alto tienden a colocar la lengua en el centro de la cavidad oral, pero no ocurre lo mismo con los hablantes urbanos y rurales de nivel sociocultural bajo, quienes tienden a articular esta vocal inacentuada llevando la lengua hacia la zona posterior del pabellón bucal .

166
paper corpusRLAtxt26 - : Los resultados presentados en la tabla y el gráfico de la [42]Figura 19, que corresponden a la vocal posterior media lol inacentuada, permiten comprobar que la situación es similar a lo descrito para la vocal /'o/ acentuada, esto es, los hablantes urbanos de nivel sociocultural alto tienden a llevar la lengua hacia el centro de la cavidad oral, mientras que los hablantes urbanos y rurales de nivel sociocultural bajo articulan lol ubicando la lengua en la zona posterior de la cavidad oral .

167
paper corpusRLAtxt26 - : Los resultados presentados en la tabla y el gráfico de la [43]Figura 20 muestran la misma tendencia observada en la vocal posterior lol, esto es, frecuencias más altas en los hablantes de nivel sociocultural alto, luego le siguen los hablantes urbanos de nivel sociocultural bajo y presentan frecuencias más bajas los hablantes rurales de condición sociocultural baja . Esta situación descrita para las dos vocales posteriores lol y /u/ refuerza la idea de que existiría una mayor labialización por parte de los hablantes rurales, en contraste con los hablantes urbanos, entre los cuales los de nivel sociocultural alto son quienes menos labializan.

168
paper corpusRLAtxt26 - : Los resultados presentados en la tabla y el gráfico de la [44]Figura 21 confirman la tendencia observada en prácticamente todas las vocales en relación con el F1 y el F2, es decir, se mantiene la situación descrita para la vocal acentuada y los valores que representan las frecuencias disminuyen en cada grupo definido . En otras palabras, los hablantes de cada grupo ubican la lengua de manera similar a como lo hacían cuando la vocal era acentuada.

169
paper corpusRLAtxt26 - : El mismo fenómeno se manifiesta también con las vocales posteriores, pues, en estos casos, la vocal /o/ y la vocal /u/ presentan frecuencias más altas en los hablantes urbanos de condición sociocultural alta, es decir, nuevamente se evidencia una tendencia a llevar la lengua hacia el centro del pabellón bucal . En contraste, los hablantes rurales y urbanos, de baja condición sociocultural, presentan frecuencias más bajas, o sea, ubican la lengua hacia la zona posterior de la cavidad oral.

170
paper corpusRLAtxt26 - : En cuanto al grado de abertura vocálica (F1), los hablantes rurales de nivel sociocultural bajo son quienes articulan las vocales con una abertura bucal más cerrada si las vocales son /i/ y /u/ y más abierta si la vocal es /a/; en este caso, le siguen los hablantes urbanos de nivel sociocultural bajo y son los hablantes urbanos de nivel sociocultural alto quienes más tienden a abrir la cavidad bucal al articular estas vocales. Con las vocales medias /e/ y /o/ la situación es un tanto distinta, sobre todo con la vocal /o/, pues la situación descrita se invierte, es decir, son los hablantes urbanos de nivel sociocultural alto quienes muestran tendencia a cerrar la cavidad bucal al articular la vocal /o/, le siguen los hablantes urbanos de nivel sociocultural bajo y son los hablantes rurales los que tienden a cerrar más la boca al pronunciar esta vocal .

171
paper corpusRLAtxt116 - : En los ejemplos que se ilustran en ([34]5b) la s es elidida en los output de la niña a diferencia de los ejemplos en ([35]5a). Lo anterior se relaciona con el grado de sonancia: si la s es menos sonante que la siguiente consonante, será mantenida en el output como en ([36]6a). Si, por el contrario, en el mismo contexto la s es más sonante será elidida como en los casos mostrados en ([37]5b). El fenómeno anterior supone que las estructuras que produce la niña no sólo optimizan la forma de la sílaba en relación con el número de segmentos, sino también en relación con los requerimientos de la sonancia: la sílaba óptima, por lo tanto, es aquella que comienza con un ataque de baja sonancia seguido por una vocal (Gnanadesikan, 1994: 9 ).

172
paper corpusRLAtxt156 - : El fonema fricativo velar sonoro /ɣ/presenta un alófono fricativo velar sonoro [ɣ] y un alófono, con menor frecuencia de aparición, oclusivo velar sonoro [g]. El alófono oclusivo ocurre después de lateral [l] en el ítem léxico 33 [art06_f67.jpg] siete en los hablantes de Lanco y Aleucapi. El hablante de Maihue produce el alófono fricativo en el mismo ítem por consecuencia de una metátesis [art06_f68.jpg] siete. El ítem 88 constituye una excepción ya que el hablante intensifica el apoyo de la fricativa [ɣ] en posición inicial ante vocal [ɯ]: [art06_f69 .jpg] lo muerdo.

173
paper corpusRLAtxt169 - : En la [75]Tabla III se presentan los datos de la intensidad. En el contraste Pr-T, las DMP de la modalidad interrogativa (22.73%) muestran un porcentaje levemente superior a la modalidad declarativa (20.21%) siendo la vocal tónica (D: 11 .18%; I: 13.35%) en la que recae una proporción mayor de DMP. El mayor porcentaje de DMP recae en el SN (D: 12.27%; I: 15.88%), sin embargo, en las oraciones declarativas la mayor proporción recae en la pretónica (6.50%) mientras que en las interrogativas recae en la tónica (9.39%).

174
paper corpusSignostxt219 - : Los datos obtenidos en otras entrevistas del trabajo experimental revelan dificultades con la selección de la forma de la base verbal (“*colga-cosas”; “*cuelgador”). Como se ha expresado al inicio, una de las diferencias entre derivados y compuestos es que la base verbal de estos últimos es morfológicamente idéntica a la forma correspondiente a la tercera persona singular del presente y podría entonces estar conjugada. Para testear este aspecto y las posibles dificultades que puede ocasionar en la adquisición, se diseñaron dos experimentos diferentes para la producción de derivados y compuestos para designar instrumentos no existentes. Uno de ellos se centró en las bases de la tercera conjugación en las que la vocal temática /i/ cambia por /e/ en la forma conjugada: abrir – abre . El otro se focalizó en las bases que requieren el diptongo /we/ para la forma conjugada: mover – mueve.

175
paper corpusSignostxt275 - : La omisión de consonante trabante implica la eliminación de la coda y la reducción de grupo consonántico requiere de la simplificación de un ataque complejo. Mediante dichos subprocesos el niño emite una sílaba básica que posee consonante (ataque simple) + vocal (núcleo) (D'Introno, Del Teso & Weston, 1995) que es la más común en español (Navarro Tomás, 1966 ) y que es considerada como la más fácil de producir (Clemente, 1996). En consecuencia, la utilización de estos subprocesos sugiere que el menor para emitir la palabra necesita simplificar la estructura silábica con el fin de producir sílabas básicas.

176
paper corpusSignostxt447 - : Finalmente, en una sexta línea se ha codificado la vocalización del niño (vocalization). Entendemos por vocalizaciones aquellas “producciones tempranas interpretables por los padres, con o sin contenido segmental, en las que el niño produce grupos prosódicos de duración variable” (López Ornat & Karousou, 2005: 1 ). No se trata aún, pues, de una unidad léxica definida con contenido fonológico convencional sino, más bien, de un juego vocal o sonoro[44]^[6].

177
paper corpusSignostxt447 - : Shore, C., Bates, E., Bretherton, I., Beeghly, M. & O’Connell, B. (1990). Vocal and gestural symbols: Similarities and differences from 13 to 28 months . En V. Volterra & C. J. Erting (Eds.), From Gesture to Language in Hearing and Deaf Children (pp. 211-236). Nueva York: Springer-Verlag. [ [130]Links ]

178
paper corpusSignostxt141 - : Gesto y palabra son, sin embargo, fundamentalmente diferentes, y esto por varias razones. En primer lugar, el gesto usa el modo manual (los gestos estudiados aquí son esencialmente movimientos de las manos y también de los brazos) mientras que la palabra usa el modo vocal, por lo cual los canales de percepción difieren también: visual para el gesto, auditivo para la palabra . En segundo lugar, gesto y palabra no comparten las mismas propiedades: el gesto no es articulado, no posee niveles formales y por lo tanto no está dotado de capacidades combinatorias; cada gesto es un hecho global que no puede ser segmentado en unidades más pequeñas^3 y que no puede tampoco asociarse con otros para formar unidades más grandes. No hay entonces ni fonología ni sintaxis gestual^4. En tercer lugar, el gesto co-verbal, es decir, el gesto sincronizado a la palabra, es espontáneo y no obedece a convenciones, a no ser aquéllas que determinan que tal o cual gesto sea socialmente aceptable en un determinado

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paper corpusSignostxt141 - : el alargamiento de la vocal (e:: ) corresponde exactamente al movimiento curvo antes de completar el círculo, y que la última sílaba de la palabra coincide con el momento en que los dos extremos del círculo se tocan. Inmediatamente después, en (ii), la mano ejecuta un corto movimiento en dos tiempos, retirándose hacia atrás y volviendo en seguida al punto de partida. El movimiento hacia atrás coincide con <>, el movimiento de regreso coincide con <>. Estos dos movimientos están entonces rítmicamente sincronizados con la palabra. Ahora bien, el enunciado <> está introducido por un marcador de discurso de referencia,<>, y efectivamente encontramos el enunciado original en el discurso de Damián un minuto antes, de la manera siguiente:

180
paper corpusSignostxt141 - : esparcidos a lo largo de una porción de discurso de Damián mucho más extensa que la suya propia. Vale decir que el refraseo no es una repetición textual sino una perífrasis sintética del original: Cecilia usa efectivamente palabras que Damián también usó (gustar, viajar, Sudamérica) pero disponiéndolas de manera diferente y, simultáneamente, usa elementos característicos del gesto de Damián, pero reinterpretados en una nueva configuración. Así, Cecilia mantiene el tipo de movimiento (circular) y el punto de contacto del articulador (la pierna), pero modifica el articulador mismo (solamente el índice en lugar de todos los dedos) y, por lo tanto, la configuración de base también (el índice que dibuja en lugar de cuatro dedos). En el caso de <>, tanto el enunciado original de Damián como el refraseo de Cecilia se caracterizan por una sincronización perfecta entre el alargamiento de la vocal y el trazado del círculo y es la reproducción de este rasgo esencial del grupo gest

Evaluando al candidato vocal:


1) hablantes: 55
2) sílaba: 46 (*)
3) consonante: 43 (*)
8) sociocultural: 28
13) urbanos: 25
15) tabla: 22
19) duración: 21

vocal
Lengua: spa
Frec: 951
Docs: 268
Nombre propio: 3 / 951 = 0%
Coocurrencias con glosario: 2
Puntaje: 2.818 = (2 + (1+7.91288933622996) / (1+9.89481776330794)));
Rechazado: muy disperso;

Referencias bibliográficas encontradas sobre cada término

(Que existan referencias dedicadas a un término es también indicio de terminologicidad.)
vocal
: Alcántara Antonio (2006: 887) explicó que ha habido cambios o sustituciones. La e en español se ha cambiado a la vocal a, por ejemplo: ahora dice detalya [detályah], en vez de detalye. (F2-M.T.).
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: 14.Laver, John y Janet Beck. 2007. Vocal profile analysis scheme – VPAS. Edinburgh: Queen Margareth University College-QMUC, Speech Science Research Centre.
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: 25.Van Lierde, Kristiane; Sofie Claeys; Marc De Bodt y Paul van Cauwenberge. 2004. Vocal quality characteristics in children with cleft palate: A multiparameter approach. Journal of Voice 18. 354-362.
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: En español, la pérdida de tonicidad y el carácter proclítico (delante del sustantivo) de ILLE provocaron la elisión de la vocal inicial a veces, y otras, de la vocal final, con la consecuente reducción de -LL- > -l-(Núñez, 2012).
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: La vocal /e/ se desnucleariza en contacto con vocales que no son palatales, lo que hace que surja un diptongo creciente (^[52]Flórez, 1963). Expresiones como leopardo y ¿qué hubo? se suelen pronunciar como [lio.'par.öo] y ['kiußp] respectivamente.
: López Morales (1980) reporta que en Puerto Rico, la mayoría de los hablantes producen [ŋ] antes de pausa y, ocasionalmente, [n]. En San Juan siempre se pronuncia velar antes de pausa, nasalizando la vocal precedente, aunque la mayoría de los jóvenes tiende a omitir la nasal.
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: Por su parte, Alvar (1972) afirma que en la ciudad de Las Palmas, capital de Gran Canaria, la velarización de la nasal es predominante en el contexto prepausal, pero que, a final de palabra, ante vocal, la nasal se produce como alveolar, por efecto del resilabeo.
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: Tabla III Variantes de la vocal /ǝ/ en chino, adaptado de ^[45]Duanmu (2007^2: 37).
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: [89]Rockwell, Patricia. 2000. Lower, slower, louder: Vocal cues of sarcasm, Journal of Psycholinguistic Research, 29 (5): 483- 490.
: ^1El VOT se caracteriza como una propiedad acústica definida como el intervalo de tiempo entre la explosión de la consonante oclusiva y el inicio del voceo de la vocal siguiente (Lisker & Abramson, 1964).