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Lista de candidatos sometidos a examen:
1) vocales (*)
(*) Términos presentes en el nuestro glosario de lingüística

1) Candidate: vocales


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1
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt308 - : De acuerdo con González y Salamanca (2001), el rromané de Chile tiene 30 fonemas segmentales. Las vocales son: /a, e, i, o, u/ ; las consonantes son: /p, b, ph, t, d, th, k, g, kh, f, v, s, z, x, č, dž, čh, m, n, ñ, l, r, rr/; y las semiconsonantes son /j, w/. Como se observa, existe una serie de consonantes oclusivas sordas aspiradas (opuestas fonológicamente a las no aspiradas), un fonema labiodental fricativo sonoro (/v/), y uno fricativo dorsoalveolar sonoro (/z/), todos ellos ausentes del inventario fonémico del español.

2
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt225 - : Se seleccionaron 5 enunciados que contenían las 5 vocales del español:

3
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt225 - : 2. Los casos donde se produjeron los porcentajes más altos de respuestas expectables fueron aquellos donde se modificó la dirección de la lengua en las vocales /a/ y le. Esto es interesante porque estas vocales son las más frecuentes en nuestra lengua, por lo que podríamos suponer que si éstas están presentes en el decurso teñirán la percepción del habla de un sujeto en su totalidad .

4
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt225 - : Así, por ejemplo, aunque no sea posible posteriorizar signrñcativa-mene una vocal como la luí (o la /o/) en un enunciado aislado y, en consecuencia, no se evalúe por el 100% de los sujetos como una vocal característica de un habla "cuica"en un experimento como el nuestro, la ocurrencia en el habla "real" de las vocales "a" y "e" posteriorizadas -junto con rasgos de entonación y léxico- hacen que la percepción sea de un habla "cuica" o "flaite" como una totalidad, es decir, sin distingos específicos para el caso de cada fonema vocálico .

5
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt444 - : La primera descripción fonológica especializada del mapuche hablado en Chile, preparada directamente con materiales vivos, fue realizada por Echeverría (1964). De su análisis, resulta un inventario de 26 fonemas, de los cuales 6 son vocales: /i, e, a, ü, o, u/ y 20 son consonantes: / [art14-1 .jpg] /. Según Salas, la descripción de Echeverría es "un trabajo académicamente sólido y realista, confirmado -salvo en detalles menores de la realización alofónica y en la interpretación fonémica de algunos segmentos de estatus dudoso- por todos los estudios fonológicos posteriores" (1992b: 507).

6
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt444 - : Con respecto al mapuche de Tirúa, zona relevante para los propósitos de este estudio, destacamos el trabajo de Salamanca y Quintrileo (2009), quienes publican una descripción fonológica del mapuche hablado en la Provincia de Arauco; específicamente, en la comuna de Tirúa. Los informantes que colaboraron en esta investigación fueron cuatro hablantes adultos bilingües residentes en la Comuna de Tirúa a quienes se les aplicó una lista léxica de 300 ítems. Según el análisis de estos autores, el mapuche hablado en Tirúa tiene 24 fonemas segmentales. De ellos, 6 son vocales: /i, e, a, ü, u, o/ y 18 son consonantes: / [art14-6 .jpg] /

7
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt578 - : En el quinto paso, se crearon las configuraciones durativas, las cuales ascienden a 2.376 debido a que por una tónica y sus adyacentes hay una configuración. Por tanto, el número de vocales tónicas corresponde al número de configuraciones . En el sexto paso se estableció una base de datos en la cual hubo tres factores: la modalidad, los sintagmas y las configuraciones durativas, siendo la variable dependiente la media de producción de cada configuración, razón por la cual el valor de la producción de una configuración solo podía ser uno o cero. En el séptimo paso se usó análisis multivariado de medidas repetidas de los tres factores.

8
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt321 - : De acuerdo con González y Salamanca (2001), los fonemas del rromané hablado en Chile son treinta. De éstos, cinco son vocales: /a, e, i, o, u/ ; veintitrés son consonantes: oclusivas /p, p^h, t, t^h, k, k^h, b, d, g/, fricativas /f, v, s, z, x/, africadas /tʃ, d[3], tʃ^h/, nasales /m, n, ɲ/, lateral /l/ y vibrantes /r, r/; y dos son semiconsonantes: /j, w/.

9
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt321 - : Presentamos ejemplos para cada uno de ellos. Vocales: /a/: /tʃar/ 'pasto' ; /e/: /tʃer/ 'casa'; /i/: /tʃir/ 'hormiga'; /o/: /tʃor/ 'barba'; /u/: /tʃu'ri/ 'cuchillo'. Consonantes: /p/: /paj/ 'agua'; /p^h/: /p^ha'baj/ 'manzana'; /b/^I /baj/ 'manga'; /t/: /ta/ 'y'; /th/: /thaw/ 'hilo'; /d/: /dad/ 'padre'; /k/: /kat/ 'tijeras'; /kh/: /kham/ 'sol'; /g/: /gat/ 'camisa'; /f/: /'fala/ 'gracias'; /v/: /va/ 'mano'; /s/: /sa/ 'todo'; /z/ /'zaɲo/ 'dividir en partes iguales'; /x/: /'xarkuma/ 'cobre'; /tʃ/: /tʃar/ 'pasto'; /d[3]/: /d3al/ '(él) va'; /tʃ^h/: /'tʃ^hadaw/ '(yo) estoy vomitando'; /m/: /mak/ 'mosca'; /n/: /nak/ 'nariz'; /ɲ/: /'ɲaɲo/ (un nombre propio); /l/: /la'tʃo/ 'bueno'; /r/: /raj/ 'jefe'; /r/: /ra/ 'pedo'. Semiconsonantes: /j/: /jag/ 'fuego'; /w/: /wa/ 'ese'.

10
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt334 - : Calvo (2008). Como hemos señalado, esta autora costarricense publica en 2008 su trabajo "Las semiconsonantes y las semivocales en los diptongos del español: propuesta de análisis fonológico" . En él, junto con resumir las posiciones más prominentes con respecto al estatus de las glides en español, realiza una investigación que le permite afirmar que en el español de Costa Rica sólo las vocales / i/ y / u/ pueden ser consideradas fonemas, ya que pueden formar núcleo silábico con la vocal del diptongo. Además, confirma que en los diptongos en posición inicial de sílaba las deslizadas presentan realizaciones consonánticas, debido al refuerzo de ataque en posición inicial de palabra.

11
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt26 - : 7.1. Así, la generalidad de los hablantes chilenos conjuga parcialmente en -iar un verbo en -ear, en la mayor parte de sus formas personales y no personales, que son todas menos las nueve con tema fuerte. De este modo pasear y vaciar sólo se distinguen por sus vocales temáticas respectivas /e/, /i/ en las tres primeras personas del singular y en las terceras del plural de los presentes indicativos y subjuntivo y en la 2ª persona del singular imperativo, correspondiente: paseo/vacio ; paseas/vacias; pasea/vacia; pasean/vacian; pasee/vacie; pasees/vacies: pasee/vacie; paseen/vacien; pasea tú (o vos)/vacia tú (o vos). En las demás formas, esto es, las con "tema débil" ambas formaciones verbales se conjugan con vocal temática /i/, esto es, como si pertenecieran al mismo paradigma: pasiar/vaciar; pasiamos/vaciamos; pasiando/vaciando; pasiaremos/vaciaremos ; pasiaría/vaciaría; pasiaba/vaciaba; pasié/vacié; pasiara/vaciara; pasiábamos/vaciábamos; pasiarían/vaciarían; etcétera.

12
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt491 - : El mapudungún posee seis vocales: /a, e, i, o, u, ɨ/ (^[46]Salas, 1992 ), pero en la escritura de Necul tan solo aparecen . En aquellos términos en que es esperable la sexta vocal <ü>, aparecen en su lugar , como en gneman (=ngüman, llorar)^[47]^2 o mel-llrreimí (=müleymi, estás); , como en aldi (=alhü, mucho) o anti (=anhtü, día), , como en pudú (=püdu, pudú) o lllepun (=lepün, patio); o nada, como en ant (=anhtü, día) o tu-guymn (=tuwimün, ustedes salen).

13
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt491 - : Otro indicio de la distinción de seis vocales podría ser el uso de una consonante doble antes de , pues la combinación aparece en tres palabras que en otras variedades poseen la sílaba /pj'/: ppénhon (=pü-non, pisadaj, ppel llomeñ (=püllomeñ, moscón azul ) y ppeñeñ (=püñeñ, hijo de una mujer) (Villena et al., 2016).

14
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt491 - : Las interacciones que aparecen en los collag son de los dos tipos, si se asume que hay un sufijo -e oculto por procesos de fusión de vocales:

15
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt140 - : En el caso de las vocales -a, e, o, u- en nuestros autores, cuando van tildadas, corresponde siempre a una marca fonética, siendo más regulares en las dos primeras, ya que la á se emplea, principalmente, como preposición, terminación de futuro, tercera persona del pretérito de haber y en la de presente de ser. Por su parte, la é se usa en nuestro corpus, fundamentalmente, en monosílabos -incluyendo algunos casos de conjunciones copulativas seguidas de i- y en la primera persona de los pretéritos perfectos. En tanto las restantes vocales, ó y ú, presentan muy pocos casos de acentuación: [s . XVI] mudó, [s. XVII] povevión, ejecucíón, partición, administración y Cristóbal, junto con los de sú (s.XVI), dispúse (s. XVII), según (s. XVIII) y Perú (s. XVIII).

16
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt531 - : En el poema “Silabario para maestros”, encontramos esta relación enseñada a través de la educación primaria. Es la lengua de Perico, “moviéndose al compás / de vocales, consonantes / que dan forma a su pensar” (23), la que es cuestionada desde la rebeldía del personaje: “Perico decide escapar de la escuela / imaginando una gran lista / de cosas afuera” (23 ). Esta larga lista de “cosas” que se hallan fuera de la escuela se compone de frases del Silabario Hispanoamericano (33) que pierden sentido en este nuevo escenario (el afuera del espacio escolar) cuando evidencian una suerte de deriva en que las oraciones utilizadas en el aprendizaje de la lengua ya no significan nada, puesto que han perdido su contexto original, al tiempo que han ganado otros sentidos en la posibilidad poética de significar más allá del contenido semántico-gramatical de las oraciones.

17
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt419 - : a) Aproximantes abiertas: "aquellas que poseen una estructura de formantes transicionales entre las vocales adyacentes y que, como tales, se manifiestan con pulsos glotales débiles y que poseen una breve duración si se compara con las vocales vecinas y una menor intensidad" (Martínez Celdrán, 2013: 17 ).

18
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt385 - : Una situación similar ocurre con el fonema fricativo labiodental, donde además de la variante labiodental sonora, en ocasiones se presentan los alófonos [f] y [ß], cuyos porcentajes de aparición se muestran en 4.2.7. Según nuestros datos, el fono fricativo plano labiodental sordo [f] ocurre sólo en coda silábica. Así, palabras como ‘viento’ y ‘pan’ se pronuncian en su mayoría [k [16.jpg] .' [14.jpg] [16.jpg] v] y ['kov.kje], respectivamente, sin embargo, en algunos casos, alternan con ['k [16.jpg] . [14.jpg] [16.jpg] f] y ['kof.k^je]. Por su parte, [ß] alterna libremente con [v] en el premargen silábico y entre vocales, como es el caso en ['vu . [14.jpg] i] ~ ['ßu. [14.jpg] i]. Es preciso destacar que [f] y [ß] ocurren con una frecuencia significativamente menor que [v]. Los siguientes gráficos muestran los porcentajes de realizaciones sonoras y áfonas para cada fonema.

19
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt486 - : ^9Nombre que ha sufrido una ligera variación respecto al original en su transcripción en caracteres “roma-ji” (Ryunosuke) –aunque es cierto que, a veces, las vocales dobles japonesas se simplifican, como en este caso– para crear, acaso, confusión en el lector, jugando con su probable conocimiento previo de que “rino-” corresponde al prefjo de origen griego que significa “nariz”, hecho que puede desorientar a algunos lectores y hacerlos dudar sobre la existencia de autor de tan oportuno nombre .

20
paper CL_LiteraturayLingüísticatxt209 - : El sufijo "-e" se puede explicar por un proceso morfofonémico de supresión. En efecto, la forma básica de ese alomorfo es el sufijo "-éa", pero se pierde la vocal final para evitar una secuencia de tres vocales, donde la vocal tónica es la vocal alta "i" . En consecuencia, (-éa ~ -é) °o -len.

21
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt94 - : Los siguientes son algunos rasgos sobresalientes de la lengua tucana: pertenece a la familia lingüística tucano oriental; posee seis vocales "orales": a,e,i,o,u,tt, y seis vocales nasales: ã,ê,T,õ,ü,õ ; cuenta con diecinueve consonantes que se representan con los siguientes grafemas: b,c,cj,d,g,j,m,n,ñ,p ,pj,q,r.s,t,tj,w,y,' (oclusiva glotal); emplea dos tonos, uno alto y uno bajo, ortográficamente solo se marca el tono alto. Otro elemento llamativo es el uso de un tiempo pasado "reportativo" y uno evidencial, este último se emplea cuando quien "cuenta" lo sucedido realmente lo vio o participó en él. En palabras de los propios tucanos, su lengua es una "lengua de nariz", es decir, con rasgos nasales muy marcados (^[32]West & Welch, 2004).

22
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt12 - : Hay tendencia en la asociación entre cualidad vocálica y frecuencia acústica y tamaño de la especie nombrada; se trata de un patrón translingüístico de simbolismo sonoro en el léxico etnozoológico. En mapudungun se manifiesta una frecuencia alta de las vocales [i], [u] en nombres de insectos, moluscos, mariscos y pájaros (en este último caso, el simbolismo sonoro no se apoya en la onomatopeya): es un patrón de simbolismo sonoro asociado al tamaño, propuesto por Berlin .

23
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt3 - : El método de la cartilla Charry se basa en la enseñanza por fonemas; cada lección presenta la letra en forma manuscrila e imprenta. Las palabras se van formando con la ayuda de las vocales y finalmente se crea una frase constituida por un artículo definido o indefinido y un sustantivo, que es el núcleo del cual se compone o descompone la escritura y la lectura . Cada lección está acompañada de un vocabulario ilustrado. Las planas eran utilizadas para desarrollar las destrezas requeridas para la escritura.

24
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt78 - : Después del análisis de las políticas educativas, las diferentes características del lenguaje musical, en conjunción con las bondades del estudio de las artes y el considerar la necesidad de incluir criterios claros y adecuados para la educación musical en Colombia, se concluyó que es necesario diseñar las competencias específicas para lectura y escritura en música, para los niveles de la educación Básica y Media. Este planteamiento permitirá estructurar un proceso educativo en la música, con contenidos que posibiliten un conocimiento real, desde las prácticas instrumentales, vocales y teóricas, atendiendo a la comprensión del arte musical como un lenguaje que permite, al igual que la lengua materna, la asimilación de un mensaje que es universalmente entendido .

25
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt79 - : Empecemos por las vocales. El latín clásico contaba con diez vocales, cinco largas y cinco breves: ã ã, ë ë, ï ï, õ õ, ü ü, y con tres diptongos: ae (breve ), oe (larga), au (larga), que respectivamente se leían como 'e', 'e', 'o'. La brevedad o el alargamiento afectaban el significado de la palabra; no es lo que ocurre comúnmente en español. Solo los hablantes del latín sabían distinguir una vocal breve de una larga, de la misma manera que un francés distingue una 'e' abierta de una cerrada o de una muda.

26
paper CO_CuadernosdeLingüísticaHispánicatxt79 - : ^10 En la transformación del latín clásico al español, las vocales y consonantes se vieron afectadas en la oralidad, no en la escritura, por varias razones: el analfabetismo, que llevaba a los hablantes a repetir lo que oían como creían haber oído (afectados por ruidos, por desatención, por pronunciación deficiente, por no ver la palabra escrita o no saberla leer ); la ausencia de medios de comunicación que obligaba a los individuos y a las comunidades a estar alejados y, en consecuencia, a darle nuevos matices fonéticos y semánticos a las expresiones; las vivencias dadas por el clima, la orografía; las condiciones políticas, sociales y culturales, etc. Cuando el español dejó de ser dialecto y se convirtió en lengua, las formas vulgares entraron a ser parte de la gramática de la lengua y a hacer parte de la estructura de la lengua al lado de los cultismos que no logramos diferenciar cuando desconocemos su etimología.

27
paper CO_FormayFuncióntxt236 - : En el caso (25) la eufonía en la transpolación del castellano al inga se hace por la fusión de las vocales en una sola, la propia del sistema fonológico adoptante: la /i/ . En el caso (26), el diptongo original se rompe con la inserción de una semiconsonante, en este caso la /w/, lo que resulta en una forma eufónica, reconocible para el oído inga. Incluso en el hiato del caso (27)^[49]^11, se inserta una /y/ para lograr el efecto de eufonía. Fenómeno similar se aprecia en la adopción de la palabra castellana hora a manera de sufijo, que expresa simultaneidad temporal en verbos subordinados (o en elementos funcionales de la frase verbal) y que se pronuncia en Yunguillo /-gura/. Son las mismas razones de eufonía: se busca evitar la pronunciación de una secuencia vocálica ante la imposibilidad o extrañeza de esta estructura en inga.

28
paper CO_FormayFuncióntxt54 - : Como es conocido, los alcances de la difusión, ante todo, de dos fenómenos fonéticos como son el seseo y el ceceo, sirven de base para trazar la frontera del dialecto andaluz. A. Y. Pánchenko relaciona esto también con el cambio en el sistema del vocalismo en la parte oriental de la provincia, y así, demarca la variedad oriental y occidental del dialecto andaluz. Según la opinión de la citada científica, su esencia consiste en la aparición de diferencias de las características de timbre (apertura/ cierre) de las vocales (en el idioma español codificado no existen diferencias de las vocales según timbre), en la función de los diferenciantes del singular y plural por la oposición de cierre (indicador del singular)/apertura (indicador del plural) de la última vocal: [kápå] capa [n21a16f6 .gif] [kápa] capas [n21a16f7.gif] . A estas dos diferencias, ella también agrega una más, el propiamente dicho "rasgo andaluz", esto es, la aspiración de las consonantes /p/, /t/, /k/ y la articulación esp

29
paper CO_FormayFuncióntxt267 - : La lateral palatal, que solo aparece en Granada y Olleros, posee características acústicas similares a las vocales y glides: principalmente, columnas de formantes, típicas de sonidos armónicos, aunque menos intensas que las de las vocales adyacentes . La ausencia de ruido señala que es de tipo aproximante. Esto puede observarse en las [63]Figuras 2 y 3, donde presentamos los espectrogramas de las palabras [λuλa] ('mentira') y [λanu] ('delgado, suave, fino'). Debajo de cada espectrograma, se encuentran dos hileras con transcripciones AFI. La del nivel inferior corresponde a la transcripción fonológica; y la superior, a la transcripción fonética. Este mismo formato se mantendrá para todos los espectrogramas presentados en este estudio. La realización fonética de la lateral palatal siempre aparece en negritas para hacer su identificación más fácil.

30
paper CO_FormayFuncióntxt177 - : Se presentan en vocales : Ataquesuj∼Atequesuj∼Atequesuy, Foscatoua∼Foscatuua, Chebcagaj∼Chibcagaj, Cochaqueb∼Cuchaqueb, Coyancho∼ Coyoncho∼Coyanchi, Cuchetaca∼Cucheteque∼Cuchetique, entre otros ; y en consonantes: Cochaqueb∼Cochaqueg, Cumne∼Cunne, Cupatahuy ȧ∼Cupataguya, Fuanem∼Fuanen, Gabtanuchagui∼Gatanuchagui, Nembsaba∼Nemsaba, Pacasubu͘m∼Pacasubun, Piranebga ∼Piramebga, Quenchubta∼Quenchuta, Tebchagaj∼Tejchagaj, Tibacasne∼Tibacasme, Yocchosne∼Yoq[ue]chosne, Yucazan∼Yucasan.

31
paper CO_FormayFuncióntxt204 - : ^[44]1 Ortografía: Según la propuesta en uso en la ribera colombiana, adaptada de la propuesta peruana del ILV, se representan 6 vocales orales: "a, e, i, o, ü, ", y 6 vocales nasales, "ã, ẽ, ĩ, õ, ũ, [v29n1a01u .jpg] ". La vocal "ü" es posterior, cerrada, deslabializada. El dígrafo "ch" corresponde a la africada palatal sorda. La consonante "y" representa una oclusiva o africada palatal sonora. La nasalidad es silábica y se marca sobre la vocal (ã) o en la consonante: "m, n, ñ, ng" (labial, alveolar, platal y velar respectivamente, alófonos de oclusivas sonoras). Hay 4 tonos fonémicos, 2 simples y 2 complejos. Tono alto ('), tono bajo (`), tono descendente (ˆ) y tono ascendente (ˇ). La longitud vocálica es un rasgo prosódico (de dialectos de "tierra firme") asociado a los tonos complejos. Se da solo en morfemas léxicos.

32
paper CO_FormayFuncióntxt48 - : , Edmonson & Esling (2006) y Esling & Harris (2005)^[44]18. Allí puede observarse cómo, en la voz espirada, los pliegues vocales están muy próximos, pero no plenamente juntos; sus bordes se ven borrosos porque se encuentran ondulando a una frecuencia fundamental media de 77,4 ondulaciones por segundo. Mediante esta gráfica se facilita intuir en qué grado predomina en la voz espirada lo que se ha denominado onda mucosa de los pliegues vocales, por oposición al predominio del pulso glotal pleno, que corresponde a la voz modal .

33
paper CO_FormayFuncióntxt48 - : ^[63]6 Consultado sobre la posición relativa del cuadrilátero de las vocales, y en particular sobre el hecho de que el extremo que aloja los símbolos de las vocales anteriores cerradas vaya justo debajo de la columna de las consonantes pulmónicas palatales, dado que estas tienen siempre un dejo de [i], Michael MacMahon (2007) responde: " ...[L]as vocales anteriores se sitúan bajo [la zona correspondiente a] el paladar duro y las vocales posteriores bajo [la d]el velo del paladar precisamente por [esa] razón. Este arreglo se remonta a virtualmente el comienzo del afi en la década de 1880".

34
paper CO_FormayFuncióntxt218 - : La ortografía práctica nonuya, propuesta por Echeverri y Landaburu (1995), a partir de un análisis preliminar, está compuesta por 18 unidades consonánticas y 6 vocálicas. Algunos de los aspectos fonéticos que ellos destacan son: la velarización de las consonantes labiales ante «e», «i», « [v29n2a06imgi.jpg] »; la implosión de las oclusivas sonoras labial y alveolar; la presencia de una implosiva palatal que semeja una retrofleja; la reducida presencia de la oclusiva bilabial sorda [p] y la oclusiva velar sonora [g], así como la presencia de la fricativa palatal sonora [∫] como variación morfofonética de la fricativa velar sorda [h] en posición intervocálica y en prefijos pronominales. Landaburu y Echeverri (1995) clasifican las vocales en cortas, largas e interruptas, es decir, entre las cuales se presenta un cierre glotal, al cual no consideran consonántico^[36]5 .

35
paper CO_FormayFuncióntxt103 - : El vocalismo presenta casos de cierre del timbre de vocales palatales átonas e > i: volitín 'boletín' (7f ) y sigún 'según' (7f), esta última se mantiene en la actualidad entre gente de escasa escolaridad. Con tres registros, figura la conjunción adversativa poro 'pero' (6a, 7a, 7e); la aparición de la vocal o no se explica por trueque vocálico asociado a la historia de este término, sino que es deformación forzada e intencionada de la conjunción para dar un tinte más rústico.

36
paper CO_FormayFuncióntxt176 - : En contra del planteamiento tradicional, que ha sido sistematizado en las [36]tablas 1-[37]3, también corresponde aducir la absoluta ausencia de motivación lingüística para la monoptongación de la secuencia [-ei-] en dos vocales distintas: [-a-, -e-]^[38]3 . Al respecto surgen las siguientes preguntas: ¿cómo se podría explicar fonológica-mente, por ejemplo, que de una vocal media seguida de una vocal alta el resultado sea una vocal baja? ¿Cómo explicar que una misma secuencia fonológica pueda monoptongar de dos maneras distintas, sin que ello sea producto del simple azar? En la ausencia de motivación fonológica que justifique las reglas de monoptongación (4), (5) y (6), ninguna de estas preguntas tiene repuesta posible. Peor aún, si se tiene en cuenta que en algunas regiones del Río de la Plata y en otras ocurre un voseo pronominal acompañado de tuteo verbal (v. g., Espero que vos vengas temprano), la hipótesis que hace derivar estas formas de la segunda persona plural no honorífica encont

37
paper CO_FormayFuncióntxt166 - : Entre los hablantes, existen dos casos que merecen ser destacados, ya que muestran la mayor oposición dentro del grupo. En primer lugar, el hablante 2A muestra la tendencia más alta a producir Schwas semejantes a las vocales españolas: todas las producciones de Schwa (excepto las escritas con < u > ) se localizaron en la misma zona de las vocales españolas de dicho informante. Por el contrario, el informante 10A produjo todos los tipos de Schwas muy lejos de cualquiera de sus vocales españolas; y, asimismo, todas las Schwas se localizaron, muy cercanas entre ellas, en la zona central del espacio vocal. Esto sugiere que el hablante 10A ha creado una nueva categoría fonética para la vocal Schwa de su L2.

38
paper CO_FormayFuncióntxt17 - : No había pasado todavía media hora cuando el presidente, inquieto, le sugirió a uno de los vocales que fuera a vigilar a ver si venía alguien, ser oportuno si aparecían electores, pero le dieron en la nariz con la puerta que el viento había cerrado, y luego se fueron de allí a protestar (Saramago, 2004: 14 ).

39
paper CO_FormayFuncióntxt212 - : Dentro del genérico Murui (Uitoto), nombre que cobija a varias comunidades habitantes en los departamentos de Amazonas, Caquetá y Putumayo, son habladas distintas variantes de la lengua, entre las que podemos distinguir: mɨka, mɨnɨka, bue, nɨpode. El material recolectado pertenece a la variante mɨka reede. En esta transcripción, que es de tipo ortográfica, fue utilizado el siguiente alfabeto: "a, b, ch, d, e, f, g, i, ɨ, j, k, m, n, ñ, o, r, t, u, v, y, z", correspondiendo a este seis vocales: "a, e, i, ɨ, o, u" . Llaman la atención, especialmente, las letras "b, f, z, r, ɨ", siendo la "b" /b/ oclusiva en todas las posiciones; la "f" /ɸ/ fricativa bilabial sorda; la "z" /θ/ fricativa interdental sorda, la "r" /ɾ/ vibrante simple en todas las posiciones; la vocal "ɨ" es la vocal central alta. Por lo general, la acentuación está siempre en la primera sílaba.

40
paper CO_FormayFuncióntxt238 - : El análisis acústico que se presenta en la [56]Figura 2, en primer lugar, hace visible un hecho que contrasta de manera recurrente con la transcripción de ^[57]Schauer y Schauer (1978), en cuanto a la glotal entre dos vocales iguales: por ejemplo, la glotal por ellos transcrita en «a'á» en la raíz 'robar' o en «i'i» en la raíz 'beber' no es visible en los espectrogramas (ver primera vocal en la [58]Figura 2 ), que muestran los segmentos continuos «a» o «i» antes de la oclusiva ([t] en la [59]Figura 2). En segundo lugar, en cuanto al tema prosódico que nos interesa, el pico de mayor intensidad corresponde, efectivamente, a la sílaba «ke» (80;32 dB); pero el segundo pico está en la sílaba inicial de la raíz «a» (79.54 dB), a diferencia de la predicción de ^[60]Schauer y Schauer (1978), según la cual debería estar en «ha», la segunda sílaba del sufijo (acá con 78.92 dB).

41
paper CO_FormayFuncióntxt238 - : La [106]Tabla 3 presenta los datos de duración (en ms) de las sílabas y vocales de las palabras en los anteriores ejemplos (5, 6, 7) y las [107]Figuras 9, [108]10 y [109]11:

42
paper CO_FormayFuncióntxt238 - : ^3 Según Elías-Ulloa (2011, p. 189), la medida de la diferencia de tono entre los valores de F[ 0 ]de vocales consecutivas se hace en la escala de semitonos, de acuerdo con la fórmula: Distancia en semitonos (ST ) = 39.863*log (f[o] ^alto/ f[o] ^bajo)

43
paper CO_FormayFuncióntxt238 - : En otros casos, las vocales con crepitación muestran una cadena de pulsos con progresivo alargamiento y en medio de ellos un pulso muy largo que puede asociarse a una oclusión glotal, como en la [195]Figura В:

44
paper CO_FormayFuncióntxt280 - : (2) Ni vocales glotalizadas subyacentes: /V̰/ ([69]Stell, 1987 )

45
paper CO_FormayFuncióntxt280 - : En la primera reconstrucción del protomataguayo que se propuso (^[89]Najlis, 1984), se postuló una serie de obstruyentes plenas: /*p *t *ts *č *k *q/, una correspondiente de eyectivas: /*p’ *t’ *ʦ’ *č’ *k’/, y una de aspiradas (incompleta): *ph *th *tsh. Asimismo, se propuso una serie de sonorantes plenas: /*m *n *l *w/, y una de aspiradas: /*hm *hn *hl *hw/. Sin embargo, en la serie plena, la glotal no forma parte del protosistema fonológico, como tampoco las sonorantes glotalizadas. Según ^[90]Najlis (1984), la realización de la glotal en estas lenguas es un efecto fonético predecible por el contexto: «una oclusión glotal (ʔ) surge automáticamente en dos contextos: o entre vocales o bien en final libre de palabra aguda, es decir, trabando a la vocal tónica» (p . 12), como lo ilustran los cognados en la [91]Tabla 1 ^[92]^4.

46
paper CO_FormayFuncióntxt280 - : Asimismo, al igual que otros segmentos consonánticos, la glotal oclusiva participa de una serie de procesos fonológicos en estas lenguas: por ejemplo, epéntesis en posición de ataque, como lo muestra el ejemplo en 6 (y después de un fono sonoro ante pausa)^[120]^5; elisión en procesos de sufijación, como en los ejemplos en 7 (un fenómeno bastante extendido en las cuatro lenguas); laringealización de vocales, de los ejemplos en 8; armonía vocálica regresiva, como en los ejemplos de 9, y disimilación, como en 10, entre otros. Esto favorece la hipótesis de que la glotal oclusiva es un segmento consonántico independiente y de que, lejos de tener un comportamiento defectivo, muestra un comportamiento regular y predecible en los procesos fonológicos en los que participa. Los procesos de epéntesis y elisión afectan a la glotal, mientras que en los de laringealización de vocales, armonía vocálica regresiva y disimilación es la glotal oclusiva la que afecta a segmentos del entorno .

47
paper CO_FormayFuncióntxt280 - : El ejemplo 13 del nivaĉle muestra la flexión aspectual progresiva «-ʔin» añadida al verbo «ɑk» ‘ir’, produciéndose una fusión k+ʔ y dando como resultado una oclusiva velar eyectiva k’ que, en la resilabificación, ocupa la posición de ataque silábico. El ejemplo 14 del wichí muestra la fusión diacrónica del prefijo de clase verbal intransitiva «t(V)-» con raíces verbales que inician en «ʔV. La reducción silábica mediante la elisión de vocales es un proceso frecuente en la lengua, tal parece haber sido el caso de estos verbos (a la luz de la reducción en otros prefijos en sincronía como variantes de las formas no reducidas ), dando lugar a la fusión de la consonante «t-» del prefijo con la glotal inicial de raíz. Del mismo modo que ocurre en nivaĉle, en la resilabificación, la consonante eyectiva «t’», resultado de la fusión, ocupa la posición inicial de sílaba^[160]^6. El mismo proceso de fusión y de emergencia de una consonante glotalizada ocurre con el prefij

48
paper CO_FormayFuncióntxt280 - : Por último, para el nivaĉle existen tres posturas: (1) ^[226]Campbell y Grondona (2007, ^[227]2010) asumen seis vocales modales en el inventario fonológico: /i e a ɑ o u/, (2) ^[228]Stell (1972, ^[229]1987) y ^[230]Fabre (2016) postulan doce vocales: seis modales /i e a ɑ o u/ y sus contrapartes glotalizadas /ỉ ẻ ả ɑ̉ ỏ ủ/, y (3) ^[231]Gutiérrez (2013, ^[232]2015, ^[233]2016a, ^[234]2016b, ^[235]2019) sostiene que las vocales glotalizadas no son contrastivas sino que son secuencias subyacentes /Vʔ/: una vocal más una oclusiva glotal moraica (especificada con el rasgo [g .c.]) que tiene diferentes análisis prosódicos. La glotal posvocálica puede analizarse como parte de un núcleo silábico complejo o como coda y da cuenta de las diferentes formas de superficie de las vocales glotalizadas: (1) vocales rearticuladas [VʔV] (en alternancia con vocales rechinadas [V̰] como parte del núcleo silábico complejo) y (2) vocal-glotal en posición de coda [Vʔ]. Dado que la glotal posvocálica e

49
paper CO_FormayFuncióntxt280 - : stá asociada a una mora y que ocupa una posición prosódica prominente, es decir, la cabeza del pie, las vocales glotalizadas (en cualquiera de sus formas) están siempre acentuadas. En ese sentido, cabe destacar que, justamente, la duración es una propiedad acústica estadísticamente significativa que diferencia las vocales rearticuladas/rechinadas de las modales: las vocales rearticuladas/rechinadas doblan la duración de las modales . Las vocales glotalizadas deglotalizan en posiciones inacentuadas; al perderse el rasgo [g.c.] asociado a una mora, se pierde la prominencia y, en consecuencia, se acortan en duración^[236]^7.

50
paper CO_FormayFuncióntxt280 - : Otro proceso fonológico asociado a las vocales glotalizadas del nivaĉle es el de disimilación del rasgo [g .c.]. Una vocal glotalizada de una raíz, como en el ejemplo 30a, deglotaliza ante la adición de un sufijo cuya consonante en ataque también está especificada con el rasgo [g.c], ya sea esta una oclusiva glotal (ejemplo 30b), o una eyectiva (ejemplo 30c).

51
paper CO_FormayFuncióntxt280 - : En suma, las vocales glotalizadas presentan, al igual que las consonantes sonorantes, una distribución y un tratamiento más disímil del que observamos para la glotal oclusiva y eyectivas en las lenguas mataguayas . Cabe destacar, entonces, que la presencia extendida de las vocales glotalizadas en nivaĉle, ya sean estas interpretadas a nivel fonémico o fonético en los distintos estudios aquí presentados, estaría indicando una innovación de esta lengua dentro de la familia mataguaya, muy probablemente, en proceso de fonologización por los contrastes que pueden encontrarse.

52
paper CO_FormayFuncióntxt280 - : Las vocales glotalizadas con estatus fonético se registraron, como hemos visto, en tres de las cuatro lenguas de la familia: nivaĉle, chorote y wichí . En esta última, emergen por asimilación del gesto glotálico de la consonante eyectiva o de la glotal oclusiva en posición de ataque silábico con la vocal contigua. En chorote, se postula algo similar al wichí, aunque en alguna transcripción fonética se observa la laringealización de la vocal que precede a la glotal oclusiva en coda y seguida de nasal. Pero, en nivaĉle, se observa un solapamiento de la consonante glotal oclusiva en posición de coda silábica con la vocal núcleo de la sílaba, lo que da como resultado un núcleo silábico complejo bimoraico.

53
paper CO_FormayFuncióntxt280 - : Este tipo de laringealización de vocales que se encuentra en nivaĉle no se observó en otras lenguas de la familia, ni fue reconstruido para el protomataguayo, por lo que especulamos que es un proceso que debió ocurrir al interior de la lengua . Ahora bien, este análisis también supone la existencia de un fonema glotal oclusivo previo a la laringealización de las vocales al interior de la lengua, el cual, como dijimos, ya habría de encontrarse en el protomataguayo. Esta es otra razón que explica la necesidad de reconstrucción del fonema /*ʔ/. Inversamente, la reconstrucción del fonema glotal oclusivo en el inventario fonológico protomataguayo permite explicar el desarrollo de sonorantes (consonantes y vocales) glotalizadas que encontramos actualmente en las lenguas.

54
paper CO_FormayFuncióntxt280 - : La laringealización de sonorantes en nivaĉle y en wichí y chorote difieren en otro sentido. En estas últimas, el contexto fónico que pudo haber dado lugar al desarrollo de las consonantes sonorantes glotalizadas debió haber sido CVʔC[[sonorante]] V ~ CVC[[sonorante]]ʔV. La consonante sonorante habría asumido el rasgo [g.c.] dando lugar a las nasales y aproximantes laringealizadas, las cuales, en algunas variedades, alcanzaron un grado de fonologización todavía algo inestable. En nivaĉle, en cambio, la laringealización de las vocales se da en contextos fónicos similares: CVʔCV ~ CVʔ# . El rasgo [g.c.] de la glotal es asumido por la vocal núcleo de la sílaba, dando como resultado el desarrollo de vocales laringealizadas, las cuales parecieran encontrarse en proceso de fonologización.

55
paper CO_FormayFuncióntxt280 - : En este estudio, hemos visto que la glotal y las consonantes y vocales con rasgo de glotis constricta presentan diferencias en los periodos de desarrollo, en los estadios de fonologización y en los recorridos evolutivos en las cuatro lenguas que componen la familia mataguaya: (1 ) maká y nivaĉle, (2) chorote y wichí/weenhayek.

56
paper CO_FormayFuncióntxt243 - : Para validar estas nociones y proveer un correlato fonético para el ritmo, ^[33]Ramus, Nespor y Mehler (1999) propusieron calcularlo utilizando la desviación estándar de la duración de los intervalos consonánticos y los intervalos vocálicos (también conocidos como Deltas: Δc y Δv, respectivamente). Además, se observó el porcentaje de vocales (%v), es decir, la proporción de vocales encontradas en el fragmento de habla analizada .

57
paper CO_FormayFuncióntxt243 - : De acuerdo con LAPSyD (^[56]Maddieson et al., 2014) el emberá-chamí tiene 18 consonantes y 12 vocales: 6 orales y 6 nasales . Hay discrepancias en cuanto al estatus de algunas consonantes: la oclusiva glotal, las oclusivas sonoras, las implosivas y la distinción entre las aproximantes /w/ y /ʋ/. Algunos investigadores también difieren en la interpretación sobre el estatus de dos de las vocales. ^[57]Gralow (1976) informa sobre la existencia de las vocales posteriores /ɯ, o/. Sin embargo, ^[58]Herrera (2002) asegura que estas corresponden a la vocal central /ʉ/ y la anterior /ø/. Por otra parte, ^[59]Aguirre Licht (1999) describe estas vocales como la anterior /ø/ y la posterior /ɯ/. La complejidad silábica del emberá-chamí es media, y su índice silábico, según LAPSyD, es 3, con una estructura ONC 111, C(C)V(C). En la [60]Tabla 1, presentamos el inventario de fonemas de esta lengua.

58
paper CO_FormayFuncióntxt243 - : Por lo tanto, los intervalos vocálicos y consonánticos pueden ser una secuencia de [V], [V.VV] o [VV#V]; y [C], [C#C] o [C.C] respectivamente. La delimitación entre vocales y consonantes siguió el criterio jerárquico que mencionamos a continuación:

59
paper CO_FormayFuncióntxt141 - : Una de las razones para asumir que [j] o [w] son realizaciones de vocales altas está relacionada con el acento, que en rromanés es léxico, es decir, no se puede predecir cuál sílaba es la acentuada, ni se pueden establecer patrones para asignarlo de manera algorítmica . Esto se debe a que la sílaba que lleva el acento está determinada léxicamente y, por tanto, toda vocal alta que no esté acentuada emergerá como glide en la superficie fonética, no importa si es prevocálica o posvocálica. El contraste presentado en los siguientes ejemplos muestra cómo la diferencia vocal/glide se debe precisamente a la posición del acento. En el caso de (56), la palabra es paroxítona. Por lo tanto, la 'i' final aparece como glide. En el caso de (57), la palabra es oxítona, por lo tanto la 'i' aparece como vocal alta.

60
paper CO_FormayFuncióntxt251 - : Las africadas son oclusivas cuya constricción se modifica de tal manera que produce un periodo prolongado de fricación después de la liberación del flujo de aire, lo que implica un ligero ensanchamiento de la constricción articulatoria de las oclusivas. Esto explica que las africadas se articulen en los mismos puntos que las oclusivas y las fricativas. Estos segmentos son, a menudo, el resultado de un proceso de palatalización de segmentos velares en el contexto de segmentos palatales (consonantes o vocales); es decir, surgen como variantes alofónicas que, eventualmente, se fonematizan . Según ^[128]Ladefoged y Maddieson (1995), las africadas sordas son las más comunes y, entre ellas, la africada alveopalatal [tf] ocurre en aproximadamente 45 % de las LM. La africada dental o alveolar [ts] es también bastante frecuente. La palatalización de [k] ([k] - [tʃ]) es más frecuente que la palatalización de [g] ([g] - [dʒ]), lo que explica la mayor frecuencia de [tʃ] que de [dʒ] en los sistemas

61
paper CO_FormayFuncióntxt251 - : Con el fin de evaluar la hipótesis según la cual la región Guaporé-Mamoré (GM) constituye un área lingüística, en este trabajo se han descrito rasgos fonéticos y fonológicos, a partir de los cuales se identifican, por un lado, rasgos específicos de la región GM y rasgos compartidos con lenguas de otras regiones de América del Sur (AS). Entre los rasgos compartidos con lenguas de otras regiones del subcontinente, observamos la existencia de una proporción inversa entre el número de consonantes y vocales: inventarios consonánticos amplios (con rasgos acústicamente menos robustos ) se combinan con inventarios vocálicos pequeños, e, inversamente, inventarios consonánticos pequeños (con rasgos acústicamente robustos) se combinan con inventarios vocálicos amplios. En consonancia con esta tendencia, los inventarios consonánticos más pequeños que la media se combinan con inventarios vocálicos medios y, tal como se observa translingüísticamente, están conformados por articulaciones

62
paper CO_Lenguajetxt4 - : En ambas narrativas el niño A. prolonga las vocales, pero en el relato de la lastimadura además prolonga algunas consonantes como por ejemplo la fricativa labiodental [f] en "el agua es re refffalosa” y en “porque refffba:la”[32]^3 . Podríamos inferir que la prolongación de vocales es un recurso que el niño utiliza en forma productiva: se ha generalizado; en cambio, la prolongación de consonantes es un recurso restringido y con funciones pragmáticas específicas: convocar la atención del auditorio pues la prolongación consonántica da relevancia a esa palabra en el relato y le proporciona dramatismo.

63
paper CO_Íkalatxt114 - : El segundo punto problemático del vocalismo español en boca de nuestros alumnos es el de la articulación de los diptongos decrecientes. Según Martínez (1989), ''todo el sistema vocálico castellano puede perder su condición silábica para unirse a otra vocal portadora o no del acento para formar sílaba con ella. Cuando se trata de /i/ o /u/, se habla de diptongo'' (p. 96). En un diptongo es imprescindible tener dos vocales seguidas en una misma sílaba: una cerrada, la otra abierta (independientemente de su orden ) y, lo más importante aquí, es que ambas vocales ''se articulan seguidas, en un solo impulso, como si se pronunciasen en el tiempo de una sola'' (Seco, 1989, p. 65). En el caso de que la primera de ambas vocales sea la más cerrada, hablamos de diptongo creciente (como en bueno [b w é. n o], piano [p j á. n o], dieta [d j é. t a]); y cuando el primer sonido vocálico de la sílaba es el abierto, hablamos de diptongo decreciente (como en peine [v18n1a4i02.gif] , aire [v18n1a4i01.gif] ,

64
paper CO_Íkalatxt114 - : [51]11 En el contexto que nos ocupa, la longitud o cantidad vocálica solo se manifiesta en posición tónica mientras que en latín clásico, las cinco vocales a, e, i, o, u tienen cada una dos cantidades: larga y breve .

65
paper CO_Íkalatxt216 - : En la [68]figura 1 se puede observar que para la vocal del español /ä/ hay una vocal del inglés que comparte rasgos de centralidad y altura con ella: /ʌ/. A su vez, existen otras vocales que comparten el espacio fonético o entorno cercano, a las que se le asignaría un solo sonido en español dependiendo de factores como la variante o el acento de inglés que se hable (por ejemplo, /æ/ norteamericana y /e/ española, /a:/ americana y /a/ española, o /æ/ británica y /a/ española ). ^[69]Flege (1995) expuso que hablantes de inglés como L2 avanzados tenían problemas para distinguir contrastes entre /e/ y / æ/ o / ʌ/ y /ɑː /, mas no ocurría lo mismo con otros contrastes, como /ʌ/ y / ʊ/, o con el caso de /ɪ/ e /i:/.

66
paper CO_Íkalatxt216 - : ^1Artículo basado en la tesis de magíster "Transferencia fonético-fonológica negativa del español en las vocales /ʌ/ y /æ/ del inglés: de la percepción auditiva a la producción escrita", presentada en octubre del 2015 al Programa de Magíster en Lingüística Aplicada, de la Universidad de Concepción, Chile . El trabajo de investigación fue realizado bajo la supervisión y guía de la Dra. Gabriela Kotz y el Dr. Carlos Contreras, de la misma universidad, a quienes quiero expresar mis agradecimientos por su ayuda en la realización de este estudio.

67
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt31 - : 4.2.1. En el apartado de las fricativas apicoalveolares sordas y sonoras no he hallado casos en los que la <-s-> correspondiente a la antigua fricativa apicoalveolar sonora sustituya a la <-ss-> fricativa apicoalveolar sorda etimológica. Los ejemplos hallados muestran el dígrafo <-ss-> entre vocales: 5r abadessa, 5r amassar, 5v apriessa, 5v assentarse, 5v assador, 5v assí, 5v assomar, 5v assar, 7r gruesso, 7r passado, 7r huesso, 7v massa, 8r missa, 8r neçessaria, 8v passa, 8v passar, 8v passo, 9r siesso, etcétera . El hecho resulta llamativo en cierta medida, ya que la traducción castellana de los refranes recogidos en la obra Refranes y sentencias de 1596^[104]^22 muestra varios ejemplos de <-s-> pro <-ss->: 32 pasado, 99 vasura, 173 pasito, 409 dieseys (apud Hualde, 2010: 102); sin embargo, parece que Micoleta se adhirió a un uso gráfico más conservador: 7r passado, 8v passar, 8v passo, etcétera.

68
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt31 - : 4.2.2. La antigua fricativa apicoalveolar sonora es generalmente expresada mediante <-s-> entre vocales; es decir, mantiene la grafía tradicional o antigua: 5r cosa, 6r casamiento, 7r hermosa, 7r huso, 7r husada, 7v losa, 7v mensagero, 7v mentiroso, 8r meson, 8r posada, 8r mesonero, 8v pesada, 8v pisar, 9v raposo, 9v seso, 9r trasera . Sin embargo, junto a la serie expuesta hay ejemplos en los que el dígrafo <-ss-> aparece en lugar de <-s->: 6r cassarse, 8v pesso, 12v pessa, etcétera. Además, existen palabras que muestran ambas variantes: 6r casa, pero 12v & 13r & 13v -dos veces- & 14r cassa; 6r casamiento, pero 6r cassarse; 7v mesa, pero 13v messa; 11r camisa, pero 6r camissa.

69
paper MX_ElAnuariodeLetrastxt8 - : De este modo, la presencia de las amalgamas destos, desta (h 1r. 28; h 1v. 2) parece evidenciar -siempre y cuando no sea una mera cuestión gráfica, habida cuenta de su larga tradición en la escritura- “la connivencia entre lo fónico y lo grafémico manifestada a propósito de pronunciaciones bastante corrientes” (^[66]Frago, 1999: 209-210) en español, en esta ocasión en forma de simplificaciones de vocales en contacto que, si bien presentan carácter general y por tanto escaso interés dialectal, sirven en todo caso para demostrar la aparición de los “rasgos cercanos a la oralidad” señalados por ^[67]Isasi Martínez y Enríquez Fernández (2011: 422 ) y avalan, al mismo tiempo, la pertinencia del método de análisis que se está utilizando en este estudio.

70
paper PE_Lexistxt54 - : El objetivo del siguiente artículo es presentar un estudio sobre las vocales susurradas, y su gradual desaparición, en la lengua shuar. El estudio parte de la premisa de que las vocales susurradas desaparecen de la lengua shuar por la acomodación al sistema vocálico del español. Este estudio se fundamenta en la investigación realizada en 21 comunidades a lo largo del territorio shuar. Se examinan tres factores extralingüísticos: edad, localidad y grado del bilingüismo. La conclusión confirma que el contacto con el español juega un papel importante en la desaparición de las vocales susurradas porque la intensidad del contacto es el factor que más influye en su desuso gradual .

71
paper PE_Lexistxt54 - : Según Turner (1992: 14), los cuatro fonemas shuar básicos /i, ɨ, a, u/ están complementados por juegos iguales de fonemas nasales: / ĩ, ɨ᷉, ã, ũ/ y, además, por cuatro fonemas susurrados, a veces denominados sordos: /^i, ^ɨ, ^a, ^u/. Sin embargo, nuestro estudio no confirma esta premisa, ya que no encontramos razones suficientes para incluir las vocales susurradas entre los fonemas. En otro estudio del autor (Valeš, in review) se discute también el carácter fonémico cuestionable de las vocales nasales. En shuar existen, además, las vocales largas, por ejemplo, en las palabras heencham (murciélago), uunt (grande), paat (caña), etcétera: pero a diferencia de las susurradas y las nasales, las vocales largas nunca han sido consideradas fonemas .

72
paper PE_Lexistxt54 - : Las vocales susurradas, sujeto de este estudio, solo aparecen al final de la palabra/enunciado, suenan como una aspiración y algunos autores (p. ej. Fast Mowitz 1975a, 1975b) las llaman vocales sordas. Gnerre (2010: 47) escribe al respecto: "Una cuarta característica importante de las vocales es la de su ejecución susurrada, de rara presencia en el habla espontánea y, en todo caso, presente solo en la posición final del enunciado" . Si una palabra terminada en una vocal susurrada, por ejemplo [ipják^u] (achiote), aparece en la cadena hablada, esta vocal se pronuncia como una vocal plena: [ipjákuitʲi] (es achiote). Por esta limitación respecto a su posición las vocales susurradas no son de uso frecuente en el habla espontánea. Gnerre (2010: 64) también expone una regla de "desonorización de vocal oral final de palabraen morfemas léxicos tri- o tetravocálicos en nombre o adjetivo", pero admite, que "[e]sta regla solo la aplican algunos hablantes (quizás los más ancianos) siempre en estilo de

73
paper PE_Lexistxt54 - : Otro aspecto que notamos al estudiar las vocales susurradas es su poca relevancia fonológica. Pares de palabras en las cuales las vocales susurradas diferencian el significado, por ejemplo, [ká:p^ɨ] (mosca), [ká:p^i] (bejuco) son muy escasos, de hecho este ejemplo es el único que conseguimos encontrar . Eso también significa que para la /^u/ y la /ª/ susurradas no existen pares donde distinguen significado y, por lo tanto, son fonemas cuestionables. Además, en caso de la vocal /ª/ el diccionario Chicham (Pellizzaro y Náwech 2005) solo recoge dos palabras donde aparece esta vocal: múukª (cabeza) y mutsukª (cerebro). Tampoco encontramos pares mínimos en los que la susurrada distinguiera el significado en confrontación con una vocal oral. Por estas razones, parece que las cuatro vocales susurradas a veces se consideran fonemas más bien por tradición (Turner 1958a, 1992; Gnerre 2010) y para guardar la simetría del sistema, que por razones puramente fonológicas. A pesar de que se trata, en reali

74
paper PE_Lexistxt54 - : La idea original era observar el uso de las vocales susurradas en tres palabras: ipiak^u (achiote), kaap^i (liana), kaap^e (mosca), sin embargo, las vocales susurradas aparecieron también en los numerales: menaint^u (tres ), ujuk^e (seis) y, sorprendentemente, en la palabra chaarip^i (rayo, relámpago). Esta última aparece en el diccionario Chicham (Pellizzaro ‒ Náwech, 2005) sin la vocal susurrada, a pesar de esto algunos hablantes optaron por pronunciarla con la /^i/ susurrada. De estas palabras la mejor representante era la primera: ipiak^u, por representaruna unidad léxica bastante general, y por ser fácilmente identificada por la mayoría de los participantes. En cambio, el par de palabras kaap^e - kaap^i raras veces aportó las respuestas esperadas por las razones arriba mencionadas.

75
paper PE_Lexistxt54 - : 4. Vocales susurradas: análisis de datos y resultados

76
paper PE_Lexistxt54 - : Según la hipótesis, la variable edad, debería ser el factor decisivo en el uso de las vocales susurradas. La información accesible (Gnerre 2010, Fast Mowitz 1975b) que se refería a las vocales susurradas, normalmente, hace referencia a la edad del hablante junto con el gradual desuso de estas vocales .

77
paper PE_Lexistxt54 - : Como se menciona en la parte metodológica, la recogida de datos incluía también narración libre, sin embargo, en esta parte de la entrevista no solían aparecer las vocales susurradas, ya que estas solo se realizan al final del enunciado. En cambio, la observación participante en las comunidades descubrió el uso de las vocales susurradas, ya que los hablantes las usaban cuando pronunciaban palabras sueltas . Estas observaciones, sin embargo, son difíciles de cuantificar con respecto a las tres variables estudiadas. La impresión del investigador adscribe su mayor ocurrencia a las comunidades de la localidad Macuma, no obstante, se trata de una observación subjetiva que puede ser influida por muchos factores.

78
paper PE_Lexistxt54 - : ^1 Otra de las lenguas que tiene vocales susurradas en su inventario es awapit, lengua hablada por la etnia Awa en el noroeste de Ecuador (Henriksen y Obando 1985: viii ).

79
paper PE_Lexistxt47 - : La edición, por otro lado, no contiene mucho en términos de análisis. Esto, sin embargo, se compensa con análisis complementarios de la propia editora en otro artículo (Alexander-Bakkerus 2013) y en un libro (Alexander-Bakkerus 2016). En cuanto al análisis fonológico de las vocales, llama mucho la atención el sistema vocálico del xebero del siglo XVIII, que habría sido el siguiente:

80
paper PE_Lexistxt47 - : El transcriptor también distingue lo que considera sonidos diptongales: "muchas vezes pronuncian las vocales como diftongos: la e como la oe, eso es, como media o y media e [ ...]. En otras palabras usan el diftongo ôu, por ejemplo, pôung ‘fuego’, en cuya pronunciacion ay mucha dificultad" [fol. 1r]. En relación con el anterior ‘diptongo’, él especifica: "asi mesmo como en la lengua alemana la o^e, e.g. mörsl ‘mortero’, Öl ‘aceite’ [fol1. 1r]". El autor transcribe este sonido diptongal por medio del dígrafo , y mediante el símbolo <ö>. Los gráficos , y <ö> se refieren probablemente a una vocal anterior central [œ].^6

81
paper PE_Lexistxt38 - : 6.4.1. Fenómenos fonéticos. Dejando de lado el tratamiento de las vocales átonas, que mostraban variación tradicional hasta entonces, y que por consiguiente no constituyen elementos diagnósticos (asunto pasado por alto por Calvo), los ejemplos listados solo involucran el motoseo de las tónicas: (a) confusión /e ~ i/: (3r, 4r ), (7v), (9v), por camisetas (10v), por remito (14r), por si condicional (14r), (14v), por diste (14v), (15v), (23v), (31r), por de preposición (13v); (b) confusión /o ~ u/: (17r), (24v), etc.

82
paper PE_Lexistxt88 - : Respecto del estudio de la formación de palabras compuestas en el aimara, este ha sido desatendido dentro de las gramáticas escritas de la lengua y sus compendios gramaticales (Cf. Coler 2014a; Deza 1992; Hardman, Vásquez y Yapita, 1988; Ross, 1953): no se sabe cómo es o cómo opera en esta lengua. Hardman, Vásquez y Yapita (1988) hacen la siguiente alusión sobre la composición nominal: "Las vocales finales se eliminan por una regla fonológica que opera en los nominales compuestos que sirven como modificadores en frases" (1988: 260 ). Y en el acápite sobre la formación del tiempo indican lo siguiente: "Estas raíces [las raíces temporales plenas] aparecen libremente solas, pero también ocurren como núcleos de frases o de formas compuestas modificadas por la raíz temporal jich’’a ‘ahora’ (que puede reducirse a ch’’a-), o como modificadores en frases o formas compuestas cuyo núcleo es la raíz temporal uru ‘día’. Estas dos raíces ocurren juntas en la forma compuesta

83
paper PE_Lexistxt52 - : En contraste con el quechua, el castellano distingue fonológicamente cinco vocales: /i, e, a, o, u/ . En esta lengua, encontramos un fonema vocálico [+bajo], /a/, y cuatro [–bajo] subdivididos por la oposición [+/–posterior]: /u, o/ versus /i, e/. La diferencia crucial con respecto al quechua es que el castellano practica, mediante la oposición [+/–alto], una subdivisión más para distinguir dos fonemas [+posterior] —/u/ y /o/— y dos fonemas [–posterior] —/i/ y /e/—, ahí donde el quechua solo distingue los fonemas /ɪ/ y /ʊ/. La [25]figura 5 muestra la jerarquía contrastiva de rasgos que organiza el inventario vocálico del castellano:

84
paper PE_Lexistxt52 - : Efectivamente, como muestran Pérez Silva, Acurio y Bendezú (2008), la producción de los castellanohablantes que aprenden quechua como segunda lengua revela que estos aplican las oposiciones de su lengua materna al hablar su segunda lengua. Esto se puede observar en la [27]figura 7, correspondiente a una castellanohablante que tiene el quechua como segunda lengua; aquí se nota con claridad la manera discontinua en que realizan las vocales [–bajo] del quechua: las que se encuentran en contexto de una consonante uvular corresponden grosso modo a los fonemas /e, o/ del castellano y las que aparecen en los demás contextos, a los fonemas /i, u/ de esta lengua .^6

85
paper PE_Lexistxt52 - : En un estudio transversal, Napurí (2012) estudia cómo los quechuahablantes van desarrollando su percepción de las vocales anteriores del castellano, es decir, cómo van adquiriendo poco a poco una oposición que no está activa en su lengua materna . El estudio de Napurí reporta cómo distintos hablantes categorizan de modo diferente los siguientes estímulos acústicos al escucharlos de manera aleatoria como se muestra en la [34]figura 9.^7

86
paper PE_Lexistxt52 - : ibidas por los castellanohablantes monolingües a través del filtro de su sistema fonológico de manera categórica como vocales medias o altas. En consecuencia, estos hablantes perciben como medias (/e, o/) vocales que esperan percibir como altas (/i, u/) y como altas (/i, u/) vocales que esperan percibir como medias (/e, o/). El hablante bilingüe es llamado, entonces, "motoso" (derivado de "mote" comida típicamente andina) y acusado de pronunciar las vocales al revés: "en lugar de decir misa dicen mesa" . Se trata de un fenómeno que resulta de la manera en que un grupo de personas pronuncia las vocales y de la manera en que un grupo las percibe; sin embargo, la estructura social determina que la "culpa" recaiga solo en el grupo oprimido: son los bilingües los acusados de hablar "mal" y no los monolingües de oír "mal". Por otro lado, los hablantes de castellano que aprenden el quechua no son discriminados por su manera de pronunciar las vocales en tanto sus realizaciones, como muestra la

87
paper PE_Lexistxt113 - : El caso contrario es la creación de diptongos crecientes a partir de vocales simples (^[66]Marticorena 2010: 51-52), fenómeno que ocurre regularmente antecedido por sonidos consonánticos: la asimilación y el intercambio de la fricativa velar /x/ con la fricativa labiodental /f/ y viceversa, que en la forma oral se neutralizan en una fricativa bilabial sorda /ɸ/ .

88
paper PE_Lexistxt113 - : La pérdida de vocales átonas en contexto intervocálico ocurre, también, al interior de palabras. El ejemplo más llamativo propuesto por Paiche es el nombre de la capital de la región Loreto, Iquitos, que se vuelve Iquitss (^[79]Calvo 2012: 38, 116, 222, etc.) en la forma de hablar de los personajes. Sin embargo, las vocales no son los únicos sonidos que suelen desaparecer en las palabras de los hablantes (^[80]Marticorena 2010: 65 ). De manera puntual, el adverbio ‘también’ es pronunciado (y trascrito) como tamién y, sobre todo, a ser suprimida es la -d- final en palabras agudas: mitá, usté, berdá o barbaridá (^[81]Calvo 2012: 128, 139, 189, etc.) son algunos ejemplos que lo atestiguan.

89
paper PE_Lexistxt110 - : A lo largo del Medievo, sin embargo, probablemente debido a la influencia de las interpretaciones gramaticales generadas desde la Escuela de York y extendidas por la reforma carolingia (^[35]Quilis Merín 1991: 797-798), se aprecia una tendencia a evitar la concurrencia de vocales en la composición de versos en latín (^[36]Lozano 2006: 226), para impedir vacilaciones entre hiato y sinalefa, estrategia ya constatada en los versos del mismo Alcuino de York, quien, en casos de contigüidad de vocales, optaba por escandir como hiatos combinaciones que constituían sinalefa en los versos de poetas latinos nativos (^[37]Solana Pujalte 1987: 111, 335, 377-379 ).

90
paper PE_Lexistxt110 - : En el XIV, la convención mantiene la dialefa como precepto, aunque López de Ayala especifica casos en los que prima la sinalefa (^[44]Clarke 1995: 129-130) y, de hecho, se registra una presencia creciente de esta a lo largo del siglo (^[45]Hanssen 1900: 322-324). En el XV, mientras varios autores cultos evitan la concurrencia de vocales en sus versos, Jorge Manrique ya emplea la sinalefa con naturalidad (^[46]Clarke 1995: 131-132 ).

91
paper PE_Lexistxt110 - : En el siglo XVI, la escansión hiante como norma culta cae completamente en el olvido (^[47]Uría Maqua 1986: 12), mientras que la sinalefa característica del sistema autóctono recupera su regularidad. Reflejo de la normalidad de la escansión antihiática en este siglo es el empleo, por parte de Fernando de Herrera, de marca gráfica mediante punto sobre cada una de las vocales implicadas para señalar al lector los casos excepcionales de escansión de esas vocales en sílabas distintas (^[48]Blecua 1977: 20-22, 75-76 ); alude De Herrera a la tradición latina de evitar el hiato “para que el verso no sea hiulco”, a la vez que reconoce la propiedad de la dialefa, que describe como “divisiones hechas artificialmente”, para expresar aspereza, discordia, división, impedimento, oposición, repugnancia, separación (^[49]De Herrera 1580: 139-141). De la descripción de Sánchez de Lima, se desprende que la sinalefa es general en la medida de los versos, aunque alerta de que el oído puede encontrar en o

92
paper PE_Lexistxt110 - : ^[58]Monláu (1842: 252-253) repite las palabras de Gómez Hermosilla respecto de la sinalefa; en cuanto al hiato, lo describe como “desapacible al oído. ^[59]Sinibaldo de Mas (1843: 22, 25) renuncia a explicar los fenómenos métricos, que da por ampliamente conocidos, pero observa que, a diferencia de otros idiomas, en español la sinalefa mantiene los sonidos de las vocales implicadas, aspecto sobre el que también se había pronunciado ^[60]Bello (1835: 54-55 ).

93
paper PE_Lexistxt110 - : lo que se refiere al hiato, al que vuelve a calificar de “desagradable”, como González Portilla, y se alinea con Bello en la consideración de la sinéresis como excepcional, a diferencia de la sinalefa; también ^[67]Marroquín (1893: 34) incluye el hiato como “defecto” que se opone a la melodía. ^[68]Benot (1898: 281-282, 286) se muestra reacio a la sinéresis cuando una de las vocales implicadas es tónica, al mismo tiempo que juzga la diéresis como licencia “indisculpable las más veces” y la articulación en hiato de combinaciones de vocales medias átonas en interior de palabra (caso de la voz teoría articulada en cuatro sílabas: te-o-rí-a ) como “licencia vituperable”.

94
paper PE_Lexistxt110 - : En el siglo XVIII, la primera Ortografía de la ^[90]Real Academia (1741: 238-244) encomienda la discusión sobre grupos vocálicos a la gramática, pero dedica un apartado a la sinalefa, que describe más como elisión de la primera vocal implicada: “La vocal última de una dicción se consume o se oculta por la primera vocal de la dicción siguiente”; nota su regularidad en la versificación: “Esta figura la conoce muy bien la poesía española; y reconoce su carácter común en el habla, aunque insistiendo en los encuentros de vocales idénticas: “En la lengua es tan natural, que el más ignorante la comete, sin conocerlo, ya sea por evitar la cacofonía, ya por la dificultad que naturalmente se encuentra en repetir una misma vocal” . Indica que, a diferencia de otras lenguas romances en las que se emplea apóstrofe, en español la sinalefa no tiene reflejo en la escritura, salvo contracciones que se han regularizado, como es el ejemplo de preposición más artículo al y del.

95
paper PE_Lexistxt110 - : Por el contrario, ^[92]García del Pozo (1825: 62-63, 101) constata que “en castellano no hay vocal que no se pronuncie a veces unida en una sílaba con cualquiera de las otras cuatro vocales”, y, a la manera de los tratadistas del XVI, presenta articulaciones antihiáticas de combinaciones entre las vocales medias y la abierta bajo la denominación de diptongos con los siguientes ejemplos, entre otros: aa “contraataques” ; ae “recae, tráelo, portaestandarte”; ao “bacalao, esperaos”; ea “espoleadura, vicealmirante”; ee “reedificar”; oa “Joaquín, almohada”; oe “Goicoechea”; oo “decimooctavo”; especifica que sus ejemplos se centran en interior de palabra, pero que entre palabras “se hallan con más frecuencia, especialmente en el verso”, denominando indistintamente sinéresis o sinalefa a los dos casos. En lo que respecta a marcas gráficas para la lectura, siguiendo la línea de De Herrera en sus Anotaciones, estima que, por “frecuentísima”, la sinéresis (o sinal

96
paper PE_Lexistxt110 - : Añade De la Barra la observación de que, mientras los diptongos se articulan sin afectar la identidad de las vocales, en las articulaciones mediante sinéresis, por el contrario, las vocales medias se transforman en cerradas: caus por “caos”, puesía por “poesía”, por ejemplo, por lo que establece que ha de articularse hiato en estas voces ; sin embargo, admite la tautosilabación sin alteración de las vocales medias en otras como “beatitud” o “leopardo”; declara que ha de articularse con diéresis, en tres sílabas, “héroe”, pero no “óleo”, donde encuentra dos sílabas y sinéresis (^[106]De la Barra 1894: 51-53, 57, 59-63). No oculta, en cualquier caso, que, ante la duda, opta por el criterio de su preferencia personal (^[107]De la Barra 1894: 94).

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paper PE_Lexistxt110 - : Desde el campo de la fonética, ^[118]Martínez Celdrán (1984: 372) y ^[119]Gili Gaya (1988: 117) hacen referencia a esta tendencia señalada en la gramática de Alcina y Blecua; Gili Gaya destaca su presencia en nuestra lengua “desde antiguo. ^[120]Quilis ([1993] 1999: 65-66, 190) explica dos causas, una estructural y otra fisiológica, de la tendencia antihiática: el hecho de que las vocales, al ser articulaciones abiertas, encuentran dificultad para constituir límite de sílaba, a diferencia de las consonantes, en lo que se refiere a estructura silábica ; y en lo fisiológico, el principio de economía, que favorece la articulación tautosilábica dado que implica menor consumo de aire en la dicción.

98
paper PE_Lexistxt110 - : La Real Academia y la Asociación de Academias de la Lengua Española parecen seguir en su Diccionario panhispánico de dudas (^[121]DPD) (2005) las observaciones de Eduardo de la Barra al describir las combinaciones antihiáticas como alteración de las vocales medias, que se transformarían en cerradas: “[akordión] por acordeón, [kuéte] por cohete”, asociando esta diptongación de hiatos a “hablantes poco instruidos”, aunque afirma que “se da también en el nivel culto” en América, “particularmente en México”, y mantienen la postura, ya presente en la gramática de 1920, de considerar hiato, desde el punto de vista normativo, toda combinación entre vocales medias o abierta (2005: 339 ). Llama nuestra atención que los ejemplos aportados por las Academias en este volumen se corresponden con casos en los que la sinéresis resulta abrupta, dado que se trata de hiatos favorecidos por acento de intensidad, sobre todo en la dicción aislada, fuera del contexto de una frase; extraña no encon

99
paper PE_Lexistxt110 - : En el volumen de fonética y fonología de la Nueva gramática, a diferencia del DPD, las Academias (2011: 339, 353) presentan en sus ejemplos de antihiatismo también la articulación sin transformación de vocales medias en cerradas: [‘te̯a .tɾo], [‘ko̯e.te]; aseveran que “los resultados de esta tendencia antihiática no son generales y presentan diversos grados de aceptación social”, y que dependen de factores diatópicos, diastráticos y diafásicos, que condicionan “el esmero en la pronunciación”.

100
paper PE_Lexistxt110 - : En la estructura de la sílaba, los alófonos de las vocales cerradas /i/ y /u/ implicados en diptongos y triptongos quedan clasificados como marginales, paravocales o satélites, a diferencia de las vocales medias o abierta que constituyen el núcleo silábico (^[129]RAE y ASALE 2011: 25, 333, 345 ). Esta capacidad seminuclear o marginal^[130]^4 de las vocales cerradas también se refleja en las denominaciones de vocoides, sonantes de deslizamiento, vocales con articulación de cierre, deslizadas (^[131]Aguilar Cuevas 2005: 122) o, comúnmente, semivocales y semiconsonantes (^[132]Navarro Tomás 1918: 54).

101
paper PE_Lexistxt110 - : ^[133]Alarcos Llorach ([1950] 1991: 151-160) resolvió las dudas que, acerca de la identidad vocálica o consonántica de estos alófonos, generaba la capacidad de las vocales cerradas para cumplir con función marginal en la sílaba, concluyendo que en efecto son dos fonemas vocálicos los que se combinan en una misma sílaba en el caso de diptongos; esto conduce a considerar que la naturaleza vocálica de los alófonos de vocales medias en combinaciones tautosilábicas entre sí o con abierta no impide que estas también desempeñen función de margen o seminúcleo silábico: el análisis fonético ha mostrado que la articulación de vocales marginales o seminucleares, tanto en diptongos (/i/, /u/) como en sinalefa y sinéresis (/e/, /o/), presenta los mismos rasgos de inestabilidad y transición formántica, como han señalado ^[134]Navarro Tomás ([1918] 1926: 66) o, más recientemente, ^[135]Aguilar Cuevas (2006: 366-367 ). Ello concuerda con las observaciones del Anónimo de Lovaina, Correa y Villar, en

102
paper PE_Lexistxt110 - : Sin embargo, ^[136]Contreras (1969: 60) ha empleado la denominación de deslizadas para las vocales medias en casos de unión silábica, lo que coincide con la descripción dada por la Academia en su Esbozo de “diptongos” para las combinaciones tautosilábicas de medias entre sí o con abierta, así como su descripción, sin llegar a denominarlas marginales, de las medias para constituir tanto núcleo, por sí mismas, como seminúcleo, en combinación con otra más sonora, en la sílaba (^[137]RAE 1973: 13, 27 ).

103
paper UY_ALFALtxt162 - : Desde el punto de vista formal, no hay el más mínimo problema para explicar el paso de waggon a guagua. La /g/ inicial se justifica porque la semiconsonante /w/ de los diptongos /wa/, /we/ y “wo/ desarrollan en español una /g/, cuando aparecen en posición inicial de palabra o entre vocales, como señala Navarro Tomás en las líneas que siguen:

104
paper UY_ALFALtxt25 - : En relación con las consonantes, el quechua mezclado está incorporando varias consonantes presentes en el español, entre ellas, las oclusivas sonoras (/b/, /d/, /g/, /ß/, /z/, /r/). Los préstamos son una de las causas de estas incorporaciones. En general, la integración de estos sonidos está favorecida (como sucede con las vocales incorporadas) porque ellos poseen sus contrapartes sordas en el inventario nativo original: [b] como alófono de /p/, [d] de /t/, [g] de /k/ . Los fonemas oclusivos sonoros del español son a veces reajustados al sistema fonológico quechua. Por ejemplo, waka (por vaca) o comira (por comida), pero a medida que aumenta el grado de bilingüismo del hablante y también en función de la frecuencia del empleo de préstamos que contengan los segmentos nuevos, ellos se hacen más familiares y se introducen en los préstamos. En los casos en que son resistidos, en general, las oclusivas sonoras /b/, /d/ y /g/ son interpretadas como sordas (lo que sucede con frecuencia en contextos

105
paper UY_ALFALtxt92 - : No hay antecedentes en estudios de variación en tapiete y, en general, es un área poco abordado en las lenguas indígenas[57][4]. El tapiete es una lengua documentada recientemente. [58]González (2005) desarrolló el primer estudio descriptivo de la lengua en el que menciona el fenómeno de variación que aquí abordamos. La autora describe la variación en la tercera persona del verbo ‘estar’ desde el punto de vista fonológico como un proceso de fusión de rasgos de las vocales /o/ e /i/ [59](González, 2005: 82 ).

106
paper UY_ALFALtxt247 - : La obra que aquí analizamos no incluye un prólogo o introducción en el que se hable de los destinatarios, como sí hemos visto en otras obras del corpus. Sin embargo, a lo largo de la obra queda claro que los destinatarios eran los estudiantes de enseñanza media. Observamos que cada tema de gramática incluye ejercicios de aplicación y ya en el primero, al hablar de la sílaba, leemos: “Ejercicio 1º- El alumno se ejercitará en las combinaciones de vocales que se hallan en las palabras siguientes: Boato, Roa, voy, proa (… )” (p. 5)^[67]^11.

107
paper UY_ALFALtxt10 - : [56]Anolli et al. (2000) señalan que los rasgos suprasegmentales característicos de la ironía se describen como una subida en el tono y un incremento en su variabilidad, una energía alta y constante, una tasa de articulación amplia y pausas cortas. Y en su estudio de 2002 se confirma la existencia de perfiles suprasegmentales diferentes en los enunciados irónicos y en el habla normal. Los patrones vocales incluían la combinación de un tono alto, una intensidad fuerte y una tasa de articulación más lenta, en el caso de los enunciados irónicos . Por tanto, el tono de voz irónico supone una caricaturización enfática de los rasgos suprasegmentales, lo que confirma la idea de que en la ironía se ''juega con la voz'', es decir, que se emplea un habla ''estudiada'', no natural. La forma enfática, en la que las diferentes características suprasegmentales de la voz se expresan conjuntamente, permite transmitir a lo largo del mensaje la contradicción entre el significado léxico de las palabras y la i

108
paper UY_ALFALtxt224 - : La estructura básica de la lengua amazónica de estos manuscritos, en cuanto a raíces y también a morfemas, se corresponde con la descrita para el prototucano, de tipo monomoraica CV (^[49]Chacon 2014: 279), por lo que es poco probable que una sílaba termine en consonante, con la excepción de que la segunda vocal pueda sustituirse por un sonido glotal oclusivo CV(ʔ) o fricativo CV(H). Existe también la posibilidad de una variante de la sílaba CVV, con la segunda vocal sorda del mismo timbre. La mayoría de las veces la secuencia vocálica es resultado de la confluencia de un radical y un sufijo: CV+[(suf)]V -> CVV. En la mayoría de las ocasiones, en esos contextos morfonológicos el Ms-RAH y el Ms-BNC ponen las grafías de la secuencia vocálica. Desde el punto de vista comparativo de las lenguas amazónicas, es significativo que en siona dos vocales iguales seguidas se reducen fonéticamente a una sola (^[50]Wheeler 2000: 184 ), mientras que en koreguaje se mantiene la vocal doble como señal de su

109
paper UY_ALFALtxt224 - : Los dos símbolos gráficos se relacionan con lo suprasegmental. El acento agudo es el diacrítico empleado en la descripción “grafo-fonémica” para indicar el tono alto dentro del acento tonal característico de estas lenguas (^[52]Cook y Criswell 1993: 2). Y la tilde sobre las vocales es índice de nasalidad, que en las lenguas amazónicas está vinculada a lo suprasegmental (^[53]Epps y Salanova 2013: 6 ). En las lenguas amazónicas la nasalidad no es una propiedad específica de consonantes o vocales, dado que su realización está siempre asociada con el morfema completo o la palabra (u ocasionalmente la sílaba) más que con segmentos particulares (^[54]Barnes 1999: 211, apud Epps y Salanova 2013: 4).

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt64 - : * Una primera versión de este trabajo se presentó como ponencia en el XXVI Encuentro Nacional de Docentes e Investigadores de la Lingüística (ENDIL), Universidad Pedagógica Experimental Libertador e Instituto Pedagógico “Rafael Alberto Escobar Lara” (Maracay, Venezuela), 21-25 de mayo de 2007. Este trabajo se basa primordialmente en datos obtenidos en sesiones de trabajo con Rafael Aray, en Tascabaña (Estado Anzoátegui, Venezuela), en marzo de 2006, así como en la revisión de diversos textos en kari’ña. Usamos la ortografía práctica descrita en los trabajos más importantes sobre el kari’ña venezolano (Mosonyi 1986, 1982, 2002 y E.E. Mosonyi y J. Mosonyi 2000). El inventario sonoro del kari’ña es relativamente simple y lo revela dicha ortografía, con valores muy parecidos a los del español, excepto cuando se indica o resalta entre paréntesis: vocales: a, e, i, o, u, ü (alta central ); consonantes: p, t, k, ’ (oclusiva glotal), j (fricativa glotal), s, sh (fricativa palatal), ch (afric

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt69 - : a. En el nivel fonético-grafemático, por lo que respecta a las vocales, se producen vacilaciones en las átonas (“sepoltura” [LC: 235]) y en la tónica de la forma “mesmo” (LC: 157), así como alteraciones en los diptongos por contracción (“pacencia” [LC: 263] ).

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt96 - : La estructura silábica del japonés, por ejemplo, presenta vocales cortas que se dan en tipos silábicos V, CV y CCV y las vocales largas, dobles, que aparecen en tipos silábicos VV, CVV y CCVV . La coda silábica es /n/, en Vn, CVn y CCVn. Las sílabas con vocales cortas constituyen una mora. Las sílabas con vocales largas o con coda nasal son bimoraicas. No hay sílabas trimoraicas. La mayoría de las sílabas son CV. La palabra japonesa ni-p-po-n tiene cuatro moras: CV + el primer segmento de la consonante geminada + CV + coda nasal. Las lenguas que responden al primer patrón prosódico son las lenguas germánicas, principalmente el inglés. Las lenguas del segundo grupo, de isocronía silábica, son las lenguas romances (entre otras), y el español es una lengua prototípica de esta tendencia. Por último, el japonés, entre otras lenguas, es la que ejemplifica el tercer patrón rítmico (Beckman 1982, Warner y Arai 2001). Para probar estas correlaciones, se realizan estudios experimentales basados

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt96 - : En síntesis: la producción más descuidada ecualiza las duraciones de los intervalos vocálicos. Opuestamente, la producción más cuidada provoca desviaciones estándares de intervalos vocálicos más importantes. Cada segmento presenta su duración intrínseca y su duración influida por razones discursivas y suprasegmentales. Por ejemplo, en la [40]Fig. 8 se puede observar el espectrograma y la forma de onda del fragmento del discurso del Informante de Murcia. Este Informante presenta el valor más alto de desviación estándar de la duración de intervalos vocálicos, normalizados. La pausa está cortada para adaptarla a la Figura. La oclusiva velar sorda está en posición inicial absoluta. Se puede visualizar que los diptongos son muy breves (ue, 64,1 ms.) o sumamente largos, en posición prepausal: io, 192,5 ms. El paroxítono creo también está en posición prepausal, y las vocales que lo integran están alargadas: 283,2 ms . Las vocales en el determinante y en la preposición tienen duraciones me

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt67 - : A partir de los datos obtenidos de la evaluación audio-perceptiva, se ha podido observar que las cualidades vocales descritas por los evaluadores para las voces de los cinco sujetos con historia de HLP corregida fueron las siguientes: voz tensa, con excesivo escape de aire nasal, con vestigios de susurro y aspereza vocal y con un grado alto de constricción faríngea y laríngea . Así mismo, se pudo percibir que el cuerpo de la lengua está retraído y el tracto orofaríngeo aumentado, lo que contribuye a una cavidad de resonancia posterior mayor. A partir de estas apreciaciones se puede notar la dificultad para mantener el posicionamiento de los órganos articuladores. Además, se constató, a través de la evaluación audio-perceptiva, que la voz de los cinco sujetos presenta resonancia con foco nasal, pitch agudo e irregularidad vibratoria de las cuerdas vocales. Se sugiere que todos los ajustes vocales percibidos por los evaluadores encuentran su justificación en el hecho de que los cinco sujetos

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt3 - : 2.6. Inestabilidad vocálica Aún para la época en la que el escribano redacta el documento se puede observar cierta inestabilidad en el sistema vocálico, particularmente entre las vocales anteriores /e/ - /i/ y las posteriores /o/ - /u/ en posición inacentuada: ligitimo (28v ), sorea ‘Soria’ (30r), rresebi (32v), pertenesi ‘pertenece’ (33v). Un caso más bien raro es el de lebras ‘libras’ (33r, varias veces) dado que por ser tónica la primera vocal no debería pasar a /e/. En el caso de las vocales posteriores, la alternancia en nuestro documento aparece con una frecuencia menor; tenemos sepoltura (29r) (forma, por lo demás, bien común desde el siglo XVI), y el caso de la conjunción disyuntiva, que se presenta bajo las formas u y o (34v). ¿Se trata, en este último punto, de vulgarismo, de rusticismo (cf. Frago 2002:98, n. 69), o de una cierta norma (distinta a la actual) según la cual u “se empleaba también tras vocablo en o final, según hace sistemáticamente Aut. y se observa en muchos a

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt78 - : i. Claridad y definición sonora de las vocales: estas dos cualidades, exceptuando la “i” y la “u” que son menos eufónicas, vienen “muy a propósito para lo que técnicamente se llama emisión de la voz y vocalización, bases fundamentales de la buena escuela de canto” (Arnao 1873: 30 ).

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paper VE_BoletindeLinguisticatxt78 - : ii. Conveniente alternancia entre las vocales y las consonantes: al unirse las vocales con las consonantes para formar sílabas, aparecen, en la inmensa mayoría de casos, discretamente alternadas con aquellas, de modo que pueden sin mayor trabajo formularse las palabras ; “pues si bien es cierto que hay sílabas de difícil pronunciación, como abs, cons, ins, trans, y algunas otras semejantes, también lo es que son pocas y que pueden insensiblemente evitarse, atendido por el cuantioso caudal del idioma” (Arnao 1873: 30).10

118
paper VE_BoletindeLinguisticatxt106 - : Ejemplificar sería fácil, pero tenemos poco espacio. Hemos visto propuestas que en el mejor estilo telegráfico suprimen las vocales largas o la oclusiva glotal acertadamente llamada “saltillo”, en la esperanza de que todos o la mayoría de los hablantes las reconstruirán sin mayor problema (Renault-Lescure et al . 1987). El Padre Capuchino Cesáreo de Armellada, estudioso comprometido y de grata recordación, redujo drásticamente el sistema vocálico del idioma caribe pemón a las dimensiones de las cinco vocales del castellano (Gutiérrez 2001). Es decir, aparte de eliminar las vocales largas, también suprime las centrales media y alta, perfectamente fonémicas en pemón y muchas lenguas caribe, con la excusa de tratarse, según su criterio, de simples desviaciones ocasionales a partir de un patrón articulatorio considerado como normal. Con todas las críticas que se merecen particularmente por sus procedimientos de evangelización compulsiva, los misioneros protestantes de las Nuevas Tribus,

119
paper VE_BoletindeLinguisticatxt14 - : En el trabajo sobre el VOT de las oclusivas españolas, Castañeda (1986) también observa que cuanto más se retrasa la zona de articulación de la vocal que acompaña a la consonante oclusiva más elevado es el VOT; los ; valores más altos corresponden a los casos de oclusiva ante [u]. Asimismo, el gráfico que obtiene a partir de las medias correspondientes al VOT de las oclusivas sordas y sonoras ante cada vocal le permite afirmar que "es posible que haya cierta relación entre el VOT y las vocales que van a continuación de las oclusivas, ya que la figura se ajusta a la del tono intrínseco de las vocales" (Castañeda 1986: 104 ). En los gráficos siguientes se representan los perfiles que resultan de las medias halladas en Las Palmas de Gran Canaria para cada oclusiva.

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paper VE_Letrastxt46 - : El discurso de este libro, en un primer momento, se inicia con la presentación de una secuencia de imágenes referidas a textos de orden narrativo. Seguidamente, se detallan las vocales, las consonantes y las sílabas, como se observa en los siguientes ejemplos: (Ver [27]ejemplo 2 )

121
paper VE_Letrastxt111 - : Aún para la fecha en que los dos escribanos redactaron los documentos en cuestión se puede observar cierta inestabilidad en el sistema vocálico del español, específicamente entre vocales posteriores como /o/ - /u/. Valga decir que el reflejo de tal vacilación en el timbre se observa ya con poca frecuencia en ambos documentos. Para el documento A, por ejemplo, sólo se observa inestabilidad de vocales posteriores en: mucochis – mocochis (275 v ) – mucuchis (276 r). En relación al documento B, no se observaron casos de inestabilidad ni de vocales posteriores ni anteriores, mas sí hubo ciertas instancias que reflejan casos de mera cacografía, por ejemplo en la preposición de, la cual se escribe di (148 v) y luego aparece escrita como de (148 r).

122
paper VE_Núcleotxt29 - : 1.- Omisión de vocales. El contexto y la combinación de consonantes sencillas y dobles hacen que un mensaje sin vocales sea inteligible: pls, snd rsrch txt nxt wknd!

123
paper VE_Núcleotxt1 - : 2 Usamos la ortografía práctica desarrollada para el kari’ña, descrita en los trabajos más importantes sobre el kari’ña ve n ezolano (Mosonyi, 1978, 1982, 2002 y Mosonyi & Mosonyi, 2000). El inventario sonoro del kari’ña es relativamente simple y lo re vela dicha ortografía, con va l o res muy parecidos a los del español, excepto cuando se indica o resalta entre paréntesis: VOCALES: a, e, i, o, u, ü (alta central ); CONSONANTES: p, t, k, ’ (oclusiva glotal), j (fricativa glotal), s, sh (fricativa palatal), ch (africada palatal), m, n, ñ (nasal palatal), r (flap lateral), w, v (bilabial fricativa sonora; otros autores han usado b para este sonido), y, d (dental sonora). Las vocales dobles re p resentan vocales geminadas. Para las otras lenguas, excepto el pemón, se ha respetado la escritura de las fuentes.

124
paper corpusLogostxt3 - : La palabra griega está conformada por Mousa y por el sufijo Ikós. Mousikós, así como su femenino Mousiké, indican expresamente lo relativo a la Musa, y por consiguiente, a su Mito. Isidoro refrenda esta arcaica etimología poniendo de relevancia lo remoto de la tradición, sus implicaciones vocales y su conexión con la memoria:

125
paper corpusRLAtxt160 - : El novelista White (2010: 168) recuerda una conversación con Peggy Guggenheim, coleccionista de arte de Nueva York, a la que había preguntado dónde había adquirido su extraño acento con vocales estridentes y una monótona entonación que contrastaba tanto con un vocabulario anticuado de adolescente que empleaba cuando estaba nerviosa:

126
paper corpusRLAtxt55 - : 7. Se respetará el uso de i ey, ya sea como vocales o consonantes según el texto original: myll, maior, vyo .

127
paper corpusRLAtxt22 - : -El llamado 'fundamental intrínseco' de las vocales, que depende del grado de abertura de las mismas, de forma que cuanto más cerrada es la vocal, más alto es el valor de F[0 ](Peterson y Barney, 1952, entre otros ; Mateo, 1988, para el español).

128
paper corpusRLAtxt100 - : La convergencia fonética propiamente tal es una coordinación que se da a nivel fonético-acústico y que se puede observar en rasgos ya sea segmentales, como por ejemplo a nivel de unidades léxicas (Pardo, 2006) o VOT (Fowler, Brown, Sabadiniy Weihing, 2003) o suprasegmentales (Brazil, 1985). Desde el punto de vista suprasegmental, se la ha estudiado principalmente en relación con los tres parámetros que determinan la prosodia: pitch, o tono, intensidad percibida y velocidad de habla. Es precisamente uno de estos parámetros, el pitch, el que será objeto de análisis en este trabajo, pues se sabe que influye de manera determinante en las cualidades melódicas de las emisiones, transmite información respecto estados emocionales, género y sobre la personalidad del hablante (Kramer, 1964). Desde el punto de vista de la producción del habla, este parámetro se relaciona directamente con la velocidad de vibración de las cuerdas vocales: a mayor número de vibraciones de las cuerdas vocales por segundo,

129
paper corpusRLAtxt183 - : El español presenta un sistema de cinco vocales: /i, e, a, o, u/ . Dentro de los sistemas de cinco vocales tiene una distribución eficiente, con todas las vocales situadas en una posición periférica, maximizando así, con el mínimo esfuerzo, la distancia perceptiva entre las diferentes unidades (v. ^[26]Flemming, 1995; ^[27]Vaux y Samuels, 2015: 576, entre otros). Debido a esta propiedad, los sistemas con tres vocales extremas y dos vocales medias de abertura variable son los más frecuentes entre las lenguas del mundo (^[28]Crothers, 1978: 104; ^[29]Disner, 1984: 136; ^[30]Maddieson, 1984: 16). En la [31]Tabla I se muestra la caracterización de las vocales según los rasgos referidos a la posición de la lengua (altas, medias, bajas), al punto de articulación (anteriores, centrales, posteriores) y al redondeamiento de los labios (no redondeadas, redondeadas) que se encuentra habitualmente en la bibliografía sobre el español (v., p. ej., ^[32]Quilis, 1999^2: 148; RAE-ASALE, 2011: 80;

130
paper corpusRLAtxt183 - : Por otra parte, las sílabas fuertes del chino tienen una duración similar tanto si son abiertas ([kɤ], p. ej.) como si son cerradas ([kəu], p. ej.). Para que esto suceda, las vocales de las sílabas abiertas deben ser más largas que las que se encuentran en sílaba cerrada (^[60]Lin y Wang, 1992: 45 ; ^[61]Duanmu, 20072: 40-41). Así, la realización de la vocal /ə/ en [kɤ] es bastante más larga que en [kəu]; de hecho, como veremos más adelante, la diferencia puede llegar hasta un 50% adicional en las sílabas abiertas. En este aspecto el español se separa también del chino puesto que, en posición tónica, la duración de las vocales es aproximadamente la misma tanto en sílabas abiertas como en cerradas. En esta línea, aunque en el trabajo pionero de ^[62]Navarro Tomás (1916) la ratio entre las vocales en sílaba cerrada y abierta fuera de 0,75:1, estudios posteriores han mostrado que, en la posición llana prepausal analizada aquí, o bien no hay diferencias (^[63]Marín, 1994-5: 224), o bien

131
paper corpusRLAtxt183 - : Las grabaciones se realizaron en un entorno silencioso, utilizando un micrófono cardiode y de condensador (AKG C520L) y una grabadora digital (Zoom H4), con una frecuencia de muestreo de 48 kHz y una calidad de 24 bits. En la grabación de las vocales del español, pronunciadas por los dos grupos de participantes, se presentó a los sujetos una frase marco que contenía la vocal objeto de estudio (cada una de las vocales /i, e, a, o, u/) dentro de la palabra t_ta y se les pidió que la repitieran siete veces a un ritmo normal. La frase elegida, Digo t_ta para ti, nos permitió obtener muestras de las vocales en un entorno segmental y métrico equivalente: siempre una vocal tónica, rodeada por dos consonantes coronales /t/, precedida la primera por una /o/ átona y seguida la segunda por una /a/ átona .

132
paper corpusRLAtxt183 - : En la grabación del sistema vocálico básico del chino (esto es, las vocales /i, y, u, ǝ, a/), se siguió el mismo procedimiento: las vocales se presentaron dentro de la frase marco wǒ shuō t_tā yí cì ‘yo digo t_ta una vez’ . El entorno segmental de las vocales objeto era idéntico en todos los casos, y prácticamente igual que el del español: la única diferencia reseñable es que la oclusiva correspondiente al símbolo pinyin t presenta una fase de aspiración pronunciada tras la oclusión; esta variable no afectaba ni al timbre de las vocales ni a su duración (que depende del tipo de sílaba en chino), y presentaba la ventaja de que nos permitía saber con certeza si las hablantes estaban pronunciando realmente las palabras en la lengua deseada. En la frase marco también se controló que el tono de la vocal estudiada y de las vocales adyacentes fuera siempre el mismo: en ambos casos, se optó por un tono 1 (alto)^[68]^2. Conviene advertir que en la secuencia tē tā, el alófono de /ə/ espe

133
paper corpusRLAtxt183 - : El análisis acústico de las vocales se realizó con el programa Praat (^[69]Boersma & Weenink, 2016). Las vocales se segmentaron y se etiquetaron manualmente a partir del oscilograma y del espectrograma. Una vez localizadas todas las vocales, se utilizó un script de Praat para extraer los siguientes parámetros: la duración de todo el segmento (en ms ) y el valor de los dos primeros formantes (F1 i F2, en Hz), medidos en el centro de la vocal.

134
paper corpusRLAtxt183 - : Por lo que respecta a la duración, aunque las diferencias no son muy grandes, el test Anova revela que son significativas (F[(4, 205)] = 4,216, p = 0,002),con las vo cales /a/ e /i/ en subconjuntos distintos y el resto de vocales agrupadas o bien con /a/ o bien con /i/. La mayor duración de la vocal /a/ concuerda con la tendencia ya apuntada en la bibliografía según la cual, en igualdad de circunstancias, las vocales más abiertas -con un primer formante más alto- son más largas (^[77]Navarro Tomás, 1916: 403 ; Monroy, 1980; ^[78]Marín, 1994-5: 217-8; ^[79]Cuenca, 1996-7: 297 8; RAE-ASALE, 2011: 112). En el resto de vocales, en cambio, las diferencias no siguen la gradación basada en la abertura observada previamente en la bibliografía (v. Navarro Tomás, 1916: 403; Marín, 1994-5: 217-8; Cuenca, 1996-7: 297-8; RAE-ASALE, 2011: 112)^[80]^3.

135
paper corpusRLAtxt183 - : En el sistema vocálico básico del chino los test establecen también 5 vocales bien diferenciadas a partir de los dos primeros formantes. En F1 se encontró nuevamente una triple distinción, con una vocal baja /a/, una vocal media /o/ y las tres vocales altas /i, y, u/ (F[(4 205)] = 283,647, p < 0,001; v. [81]Tabla VIII). En el segundo formante los valores muestran una gradación desde /i/ hasta /u/, con cada vocal en un grupo diferente (F[(4, 205)] =977,863, p < 0,001). La distinción entre las vocales /i/ e /y/ se ve reforzada por las diferencias en el tercer formante ([i]: F3, 3544 Hz, DE 190 Hz ; [y]: F3, 2897 Hz, DE 149 Hz), que se caracteriza por presentar un descenso de frecuencia en sonidos labializados como /y/ respecto de los no labializados como /i/ (v., en general, ^[82]Quilis, 1981: 148-152, y para el chino, Lin y Wang,

136
paper corpusRLAtxt183 - : La última peculiaridad de las vocales del chino respecto de las del español es la mayor duración . En este caso, no hay diferencias estadísticamente significativas entre las vocales del chino, que se agrupan en un único conjunto (F[(4, 205)] = 1,858, p = 0,119), si bien la duración de las vocales más abiertas es de nuevo mayor (v. ^[87]Dong, 2010: 27). En la medida en que una mayor duración suele asociarse a una mejor definición en el timbre de las vocales, que favorecería su reconocimiento, la mayor duración podría justificar la mayor extensión del trapecio de vocales del chino en el eje de F1; más adelante se mostrará, sin embargo, que la mayor abertura de las vocales del chino no se puede atribuir únicamente a su duración.

137
paper corpusRLAtxt183 - : En cuanto a la duración, el test establece, como se advierte en la introducción, una diferencia relevante entre dos clases de vocales en función del tipo de sílaba en que se encuentran (F[(4, 205)]=17,612, p < 0,001): así, las vocales que aparecen en sílaba abierta ([o], [ɤ] y [E] ) son hasta un 50% más largas que las otras variantes, que aparecen en sílaba cerrada. Nótese, sin embargo, que todas las vocales, incluso las que están en sílaba cerrada, son más largas que las vocales del español. Por otra parte, la ordenación de las vocales respecto de la duración coincide casi totalmente con la ordenación en los valores de F1 (excepto para las variantes, casi indistinguibles en nuestra muestra, [ɤ] y [E]), de manera que las dos vocales más cortas, [ǝ] y [e], son también las variantes menos abiertas. Siguiendo esta lógica, como [e] y [o] son más largas en chino que en español, se podría pensar que la mayor abertura que presentan en chino no constituye una propiedad de esta lengua, sino qu

138
paper corpusRLAtxt183 - : duración de las vocales, hemos demostrado que la mayor abertura de las vocales medias y de la vocal /a/ en español como L2 no depende de ese factor, sino que es una propiedad que las aprendices transfieren directamente de la lengua china . Finalmente, algunas vocales, particularmente /a/, /e/ y /o/, muestran más variabilidad que en el sistema nativo. En este sentido, hemos corroborado las previsiones de ^[112]Poch e Igarreta (2014) e Igarreta (2015) respecto de la mayor variabilidad de /a/ y de la tendencia de /o/ a presentar alófonos en el campo de dispersión de /u/; no hemos encontrado pruebas, en cambio, de que /e/ tienda a ocupar el espacio de la vocal central [ə]. Por lo que respecta a la distinta procedencia de las informantes chinas, hemos observado que afecta a sus vocales chinas, pero no se refleja completamente en sus vocales españolas. En definitiva, hemos comprobado que, aunque los aprendices chinos no tienen grandes dificultades para adquirir el sistema de vocales del español,

139
paper corpusRLAtxt69 - : Luego el archivo con los 1505 textos se sometió a diferentes operaciones con el fin de limpiarlo. Utilizando el comando Sed desde la Terminal (la consola de comandos de Linux), se eliminaron todas las tildes de las vocales, pues el Infomap no está habilitado para procesarlas y arroja un error cuando se encuentra con ellas . También se eliminaron de los textos todos los signos de puntuación, ya que éstos no son relevantes para el Análisis Semántico Latente; además los signos de puntuación provocan que el Libstemmer no lematice una palabra que va seguida de un punto o una coma, por ejemplo, pues considera al signo como parte de la palabra y no la reconoce. Hay que agregar que el Infomap, al encontrarse con una eñe, arroja un error similar que al encontrarse con una tilde, pero este problema se resolvió más adelante, una vez que el texto estuvo lematizado.

140
paper corpusRLAtxt178 - : A continuación se presenta una tabla que muestra las consonantes que alcanza ron menos del 1% del total relativo de confusiones. Los pares menos confundidos son: f/ch, g/n, g/s, j/l, j/ch, k/b, k/d, n/d, n/j, n/t, p/m, p/n, t/b, t/ch, t/n, t/ll, de los cuales, 9 comparten un solo rasgo articulatorio: la acción de las cuerdas vocales (f/ch, g/n, j/ch, n/d, t/ch), el modo (k/b, k/d, t/b) y el lugar (p/m) y 7 no compar ten ningún rasgo articulatorio: (g/s, j/l, n/j, n/t, p/n, t/n, t/ll ).

141
paper corpusRLAtxt178 - : La vocal al igual que la consonante en posición final no presentó casos de omisión. Las vocales que más se confunden en más de un 50% de los casos en que apare cen dentro de la combinación consonante + vocal + consonante son: la "e" que se confunde con la "a", sin rasgos comunes entre sí ; la "i" que se confunde con la "e", anteriores; la "o" que se confunde con la "u", posteriores; y la "a" que se confunde con la "o", sin rasgos comunes, en ese orden. En el extremo opuesto, los pares de vocales que presentan menos de un 10% de confusión entre sí son: la "e" con la "i", anteriores; la "u" con la "e", sin rasgos comunes; la "u" con la "a", sin rasgos comunes; la "o" con la "i", sin rasgos comunes; la "o" con la "e", medias; la "a" con la "i", sin rasgos comunes; la "e" con la "u", sin rasgos comunes; la "e" con la "o", medias.

142
paper corpusRLAtxt178 - : Por otra parte, el hecho de que la mitad de las consonantes presentes en posi ción inicial y final del listado de logatomos se confundan en ambas posiciones con las mismas consonantes y que en general coincidan en el modo de articulación como característica común estaría revelando un grado de resistencia de este rasgo fonético frente al lugar y las acción de las cuerdas vocales; es decir, mayor poder distinguidor en condiciones precarias de inteligibilidad . Estos resultados coinci den con los obtenidos en estudios sobre el inglés en ^[54]Ziegler et al. (2009) y sobre el español, reportado en ^[55]Marrero et al. (2015).

143
paper corpusRLAtxt65 - : Los primates no humanos y concretamente los chimpancés son las segundas criaturas en inteligencia del reino animal (Pinker, 1994), por lo cual deberían ser capaces de aprender un lenguaje, aunque fuera de menor sofisticación que el nuestro. Muchos defensores de la teoría de la continuidad, desde los años 30 hasta la actualidad, se han empeñado en enseñar el lenguaje a chimpancés y gorilas, algunos de cuyos estudios pioneros fueron analizados y comentados ya por Vigotsky (1934). El razonamiento que subyace a estos trabajos se basa en la premisa de que el lenguaje es fruto de una evolución o refinamiento progresivo de sistemas de comunicación animal más primitivos. Aparte de ciertos cambios evolutivos en los órganos vocales y en los circuitos neurales responsables de la percepción y producción del habla, lo que nos diferencia de otras especies es un incremento en las habilidades generales de aprendizaje o inteligencia . Desde este punto de vista los chimpancés, que poseen una elevada

144
paper corpusRLAtxt23 - : En cambio, la pluralización de que es objeto el préstamo hiten la lengua de los grupos sociales bajos es completamente diferente. Como es natural, la /t/ final desaparece y la palabra monosilábica queda convertida en [hí]. Y tal como sucede con otros casos de formas agudas terminadas en las vocales altas i - u (ají, rebú), el habla popular dominicana forma su plural añadiendo un morfema -se: ají- ajise, rebú - rehuse, unji - dojise . Como se ha comentado en otra ocasión, es probable que en este comportamiento haya influido una generalización del patrón seguido en palabras del tipo feliz y cruz. En estos casos, el plural se forma añadiendo -es: felices, cruces. Pero, como la pronunciación usual de las formas singulares es felí y crú, debido a la eliminación de la /sl, y sus plurales respectivos quedan también reducidos a felice y cruce, el hablante puede pensar que ha construido los plurales agregando -se. [felí - felise, crú - crúse].

145
paper corpusRLAtxt26 - : Los resultados presentados en la tabla y el gráfico de la [34]Figura 11 permiten apreciar con claridad que las vocales posteriores muestran la misma tendencia, esto es, los hablantes rurales de nivel sociocultural bajo, cuando articulan las vocales /o/ y /u/ tienen tendencia a cerrar más la cavidad bucal que los hablantes urbanos ; una situación similar ocurre con la otra vocal extrema del sistema lingüístico, es decir, /i/ ; aunque, en este caso, los hablantes urbanos de nivel sociocultural alto tienden a cerrar un poco más la cavidad oral que los hablantes urbanos de nivel sociocultural bajo, pero no con respecto a los hablantes rurales. Los resultados relacionados con la vocal /o/ y la vocal /u/ podrían, en parte, tener su explicación en una escasa labialización, por parte de los hablantes cultos de este país, cuando articulan las vocales posteriores y podría también ser un indicio de una mayor labialización por parte de los hablantes rurales.

146
paper corpusRLAtxt26 - : Los resultados presentados en la tabla y el gráfico de la [44]Figura 21 confirman la tendencia observada en prácticamente todas las vocales en relación con el F1 y el F2, es decir, se mantiene la situación descrita para la vocal acentuada y los valores que representan las frecuencias disminuyen en cada grupo definido . En otras palabras, los hablantes de cada grupo ubican la lengua de manera similar a como lo hacían cuando la vocal era acentuada.

147
paper corpusRLAtxt26 - : El mismo fenómeno se manifiesta también con las vocales posteriores, pues, en estos casos, la vocal /o/ y la vocal /u/ presentan frecuencias más altas en los hablantes urbanos de condición sociocultural alta, es decir, nuevamente se evidencia una tendencia a llevar la lengua hacia el centro del pabellón bucal . En contraste, los hablantes rurales y urbanos, de baja condición sociocultural, presentan frecuencias más bajas, o sea, ubican la lengua hacia la zona posterior de la cavidad oral.

148
paper corpusRLAtxt26 - : En cuanto al grado de abertura vocálica (F1), los hablantes rurales de nivel sociocultural bajo son quienes articulan las vocales con una abertura bucal más cerrada si las vocales son /i/ y /u/ y más abierta si la vocal es /a/; en este caso, le siguen los hablantes urbanos de nivel sociocultural bajo y son los hablantes urbanos de nivel sociocultural alto quienes más tienden a abrir la cavidad bucal al articular estas vocales. Con las vocales medias /e/ y /o/ la situación es un tanto distinta, sobre todo con la vocal /o/, pues la situación descrita se invierte, es decir, son los hablantes urbanos de nivel sociocultural alto quienes muestran tendencia a cerrar la cavidad bucal al articular la vocal /o/, le siguen los hablantes urbanos de nivel sociocultural bajo y son los hablantes rurales los que tienden a cerrar más la boca al pronunciar esta vocal .

149
paper corpusRLAtxt169 - : ^5Se toma este valor porque en una misma frase las diferencias de intensidad entre las vocales oscilan alrededor de 20 dB (Dorta, Díaz, Hernández, Jorge y Martín, 2013:83 ).

150
paper corpusRLAtxt42 - : Como se observa, hemos asignado estatus fonémico al fono fricativo velar sonoro [art02_f63.jpg] . En efecto, consideramos que razones de simetría sistémica aconsejan esta interpretación. Así resultan tres semiconsonantes paralelas a las vocales altas correspondientes:

151
paper corpusRLAtxt42 - : ^[39]5 Las posiciones consideradas para presentar la distribución de los alófonos de las vocales son: posición inicial absoluta (#_ ), posición interconsonántica (C_C) y posición final absoluta (_#).

152
paper corpusSignostxt552 - : [ ] Fenómenos no léxicos, tanto vocales como no vocales, por ejemplo: [Risas] [Asiente con la cabeza]

153
paper corpusSignostxt533 - : Tono Vibración de cuerdas vocales F-0 por segundo Praat v5.025 A más vibraciones de las cuerdas vocales, más alto es el tono .

154
paper corpusSignostxt560 - : Para el análisis de los resultados se tuvo en consideración el grado de conocimiento alfabético, en concreto de las cinco vocales y de al menos tres consonantes, atendiéndose para la distribución de los alumnos al nivel de dominio que presentaban respecto al proceso decodificador de las unidades silábicas de estructura: consonante-vocal y consonante-vocal-consonante .

Evaluando al candidato vocales:


2) consonantes: 40
4) glotal: 33
5) hablantes: 32
6) sílaba: 29 (*)
9) palabras: 26 (*)
11) rasgos: 25
12) oclusiva: 24 (*)
13) lenguas: 24 (*)
15) medias: 22
17) duración: 20
20) fonemas: 19

vocales
Lengua: spa
Frec: 889
Docs: 235
Nombre propio: 2 / 889 = 0%
Coocurrencias con glosario: 4
Puntaje: 4.852 = (4 + (1+8.2045711442492) / (1+9.79766152585376)));
Rechazado: muy disperso;

Referencias bibliográficas encontradas sobre cada término

(Que existan referencias dedicadas a un término es también indicio de terminologicidad.)
vocales
: Tomás 1966: 29); (iv) una gran parte de los nombres de las vocales tienen /e/ en su forma.. Sin embargo, de los cinco factores, el más universal y revelador es el de la disparidad entre sonorantes y obstruyentes y su relación con la estructuración de los mensajes de la interacción humana.
: 4. Los fonemas /i/ y /u/ son los que muestran, según los datos de Quilis y Esgueva (1980), una frecuencia de empleo más baja entre las vocales de nuestra lengua (7,38% y 3,33%, respectivamente).
: 7. Álvarez, José. 1996. Vocales caducas y sílabas temáticas en pemón taurepán: ¿fonología o morfología? Omnia 2, 2. 39-74.
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: Como todas las categorías difieren entre sí, no es posible considerar categorías mayores (por ejemplo, consonantes versus vocales, como en ^[100]Cedergren, 1973). La siguiente tabla muestra los resultados para segmento fonético anterior.
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: En contexto de dos vocales, puede desarrollarse un proceso de glotalización. En el Vocabulario se ejemplifica con un sufijo <-may>, hoy día fonológicamente /-'ma'?i/, que precede a la flexión y con el que se señala la negación en siona (^[85]Wheeler 2000: 184).
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: La vocal /e/ se desnucleariza en contacto con vocales que no son palatales, lo que hace que surja un diptongo creciente (^[52]Flórez, 1963). Expresiones como leopardo y ¿qué hubo? se suelen pronunciar como [lio.'par.öo] y ['kiußp] respectivamente.
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: Para el proto-kawapana, Valenzuela (2011a) postula la existencia de 16 proto-fonemas, 4 vocales y 12 consonantes. El sistema vocálico coincide básicamente con el de las lenguas contemporáneas: *i, *ɨ, *u, *a. El [31]Cuadro 6 presenta los proto-fonemas consonánticos.
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